La situación comenzó con un reporte que recibieron las autoridades panameñas de un avión estadounidense que divisó una embarcación a 15 millas de la frontera Tico Panameña, aún estaba en áreas de protección económica panameña. El semisumergible avanzaba a 10 a 15 nudos rumbo 270 hacia el norte. El Servicio Aéreo Naval SENAN se propuso ubicar la embarcación, efectuó los cálculos para responder al llamado norteamericano. Las matemáticas cuadraban las coordenadas a 37 millas náuticas de Isla Colón, Bocas del Toro. Desde Chiriquí grande donde se encontraban las autoridades panameñas sabían que a la velocidad que llevaba la nave no llegarían a alcanzarla en su territorio, por lo que pidieron refuerzos a sus homólogos ticos para entrar a aguas panameñas y perseguir la nave, en resumidas cuentas, para dominar la situación.
En tanto los americanos arrimaban una fragata a las coordenadas mencionadas. Al paso de dos horas, el avión norteamericano reitera el llamado de alerta a las autoridades del SENAN, les actualiza sobre el objetivo; el sumergible estaba detenido en la misma posición y habían dos personas paradas en la cubierta de la embarcación. Aparentemente algún desperfecto mecánico obligó a los tripulantes a salir de la nave. Tantas otras han podido atravesar el océano sin ser detectadas, pero en esta ocasión un desperfecto mecánico impidió continuar el viaje.
Acto seguido las autoridades panameñas se prepararon para salir a la operación. El punto de partida fue Chiriquí Grande, Bocas del Toro, eran las 7:30 pm.
Al tiempo los guardacostas ticos hicieron lo propio, de tal forma que cuando los hombres, que estaban parados sobre la nave, se vieron rodeados de patrulleros, les volaba encima un helicóptero norteamericano y en camino esperaban otra fragata los dos tripulantes se lanzaron al agua, y a los diez minutos emergieron del mar tres personas. Los hombres hundieron el submarino, un procedimiento común, el hecho pretendía “ocultar la evidencia” indicó el Comandante del SENAN Nonato López. Durante el incidente no se registraron intercambios de disparos. No obstante, al verse prácticamente rodeados, sin otra salida en el inmenso mar y sin su nave, los tripulantes sin mas remedio se entregaron a las autoridades. Los guardacostas costarricenses que estaban mas cerca de las coordenadas que sus pares panameños se acercaron al sitio y rescataron a los tripulantes que para ese momento pasaron a ser náufragos. Dos hondureños y un colombiano fueron rescatados, y a su lado flotaban tres bultos que guardaban en su interior 71 kilogramos de cocaína.
En la zona se mantuvo un patrullaje aéreo y marítimo en caso de que los bultos continuaran emergiendo a pesar de que la nave se encontraba a mas de mil pies de profundidad.
Según los rescatados, un cuarto tripulante se hundió con la nave y cuyo cuerpo no pudieron rescatar.
El viceministro de Seguridad Pública de Costa Rica Celso Gamboa informó que esta operación es un vivo ejemplo de los esfuerzos que se realizan conjuntamente en la región contra el tráfico de droga.
Los bultos de droga hallados salieron a flote como parte del hundimiento del semisumergibles que, por las dimensiones y la cantidad de tripulación se presume, de acuerdo a informes extraoficiales, que podía tener en su interior casi 6 toneladas.
Estas naves tienen capacidad desde una a siete toneladas, según señaló Gamboa a La Hora 9. Se espera que el resto de los bultos salgan a flote y según las corrientes marinas la arrastren, razón por la que la zona sigue patrullada.
Los semisumergibles son casi imperceptibles para las tecnologías ticas y panameñas, por tanto es de esperar que algo tuvo que haberle ocurrido a la nave para que los náufragos salieran a cubierta.
Tanto las autoridades costarricenses como las panameñas catalogaron el hecho como histórico por ser esta la primera vez que se logra incautar una nave de este tipo en la zona.
El fiscal Primero de Drogas de Panamá, Javier Caraballo manifestó que este tipo de aparatos son construidos selva adentro en países como Perú y Colombia, por lo general se confeccionan en lugares aparatados pero eso no llega a ser un impedimento para contar con tecnología de punta de fabricación rusa, ucraniana y europea. En conferencia de prensa el ministro de Seguridad de Panamá efectuó una advertencia al crimen organizado; “a los carteles colombianos se les va hacer cada vez mas difícil pasar la droga por Panamá” dijo José Raúl Mulino. Y agregó que en Panamá prima una política de Estado dirigida a combatir el tráfico de estupefacientes por territorio istmeño.
Cerca de 30 toneladas de cocaína se han decomisado en el 2012 en Panamá.
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