El próximo año la economía de América Latina y el Caribe experimentará una aceleración de su crecimiento a pesar de las incertidumbres que persisten a nivel mundial sobre todo en Europa, Estados Unidos y China. Así lo considera la CEPAL que preve un repunte en el crecimiento de esta región mundial.
El informe titulado Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2012 anunciado en Chile la mañana del 11 de diciembre, pronostica que se registrará un crecimiento del 3,8% impulsado principalmente por la recuperación de las economías de Argentina y Brasil, además de la mantención del dinamismo de la demanda interna en varios países.
La región “finalizará 2012 con una expansión de su producto interno bruto (PIB) de 3,1% mayor al crecimiento mundial esperado (2,2%), aunque menor al 4,3% obtenido en 2011, lo que demuestra que la crisis económica global tuvo un impacto negativo pero no dramático para el continente” explica el comunicado de la CEPAL.
Según el documento de la CEPAL, a pesar de lo anterior las perspectivas económicas de América Latina y el Caribe siguen dependiendo en buena medida de la evolución de la economía mundial en 2013. El escenario más probable es que en Europa se prolongue durante ese año el bajo crecimiento, incluso con recesión en algunos casos, aunque simultáneamente podrían darse acuerdos que permitirían superar gradualmente los desequilibrios financieros, fiscales y de competitividad actualmente existentes.
La potencia del norte, Estados Unidos, podría exhibir mayores tasas de crecimiento o al menos no reducirlas según el grado en que logre aumentar el consumo interno y mantener las presiones inflacionarias bajo control y recuperar el crecimiento de las exportaciones.
Todo este panorama, esta basado también en que el petróleo no se transforme en un factor de inestabilidad adicional por razones de índole geopolítica, indica el documento.
Básicamente el dinamismo de la demanda interna de varias economías será consecuencia de la mejoría en los indicadores laborales, aumento de crédito bancario al sector privado y de precios de materias primas que no sufrirían caídas significativas adicionales a pesar de la elevada incertidumbre externa.
“Persiste en América Latina y el Caribe el reto de aumentar y estabilizar el crecimiento de la inversión, y no depender solo del consumo, como medio para impulsar el cambio estructural con igualdad, incorporar progreso técnico y darle sostenibilidad al crecimiento”, indicó Alicia Bárcena en la presentación del estudio.
Balance de 2012
En 2012, la recesión en Europa resultante de desequilibrios financieros, fiscales y de competitividad, junto con la desaceleración de China y el crecimiento modesto de Estados Unidos, contribuyeron a un deterioro significativo de la economía mundial. Las tasas de crecimiento del producto y del comercio mundial cayeron, los flujos de capital a los países en desarrollo se redujeron y su volatilidad aumentó.
El principal impacto de este deterioro en América Latina y el Caribe se reflejó en el ámbito comercial, ya que el crecimiento del valor de las exportaciones de la región se desaceleró marcadamente, desde 22,3% en 2011 a un estimado de 1,6% en 2012.
En el desempeño regional incidieron el menor crecimiento de dos de las mayores economías en la región, Argentina (2,2% en 2012 comparado con 8,9% en 2011) y Brasil (1,2% comparado con 2,7% en 2011), las que representan alrededor de 41,5% del PIB regional. Para 2013 se espera que ambas registren una recuperación (a 3,9% en Argentina y 4,0% en Brasil).
Según el Balance preliminar de la CEPAL, Panamá se mantendrá como la economía con mayor crecimiento en la región en 2012 (10,5% estimado), seguida por Perú (6,2%), Chile (5,5%) y Venezuela (5,3%). Paraguay, San Kitts y Nevis y Jamaica experimentarán una contracción (-1,8%, -0,8% y -0,2%, respectivamente), mientras que México crecerá 3,8%. En conjunto Centroamérica crecerá 4,2%, América del Sur 2,7 % y el Caribe 1,1%.
El estudio añade que ante el debilitamiento de la demanda externa debido a la crisis internacional, el crecimiento de la región se basó en la expansión de la demanda interna resultante del aumento de salarios y del crédito y estimulada parcialmente por la política monetaria o fiscal en la mayoría de los países.
El empleo y los salarios crecieron en 2012 y hubo una reducción mayor del desempleo de las mujeres (-0,3 puntos porcentuales en el promedio simple de los países con información) que de los hombres (-0,1%). Para la región en su conjunto la tasa de desempleo urbano pasó de 6,7% en 2011 a 6,4% en 2012, cifra significativa en un contexto de desaceleración de la economía mundial.
Durante el año, la inestabilidad financiera mundial dio lugar a menos ingresos de capital de corto plazo y a más volatilidad cambiaria en los dos países más grandes de la región, Brasil y México, pero se redujeron las presiones favorables a la apreciación cambiaria. En el ámbito fiscal, la brecha entre ingresos y gastos creció en la mayor parte de países, con algunas excepciones, debido a un aumento mayor del gasto (1,5 puntos porcentuales del PIB) que de ingresos (un punto porcentual). El déficit fiscal global de América Latina aumentó de -1,6% a -2% del PIB y el del Caribe de -3,6% a -4%.
El informe agrega que la importancia de la inversión en el aumento del crecimiento de 2012 fue menor que en 2011 debido principalmente a su contracción en Argentina y Brasil, países que tienen una fuerte ponderación en la media regional. Sin embargo, el coeficiente medio de inversión de la región llegó a 22,9% del PIB en 2012, el porcentaje más alto registrado desde 1981.
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