El ministro Fernando Núñez Fábrega destituyó a Cristóbal Sarmiento, Director General de Protocolo y Ceremonial del Estado de la Cancillería, por supuestamente haber enviado una nota de felicitación al electo presidente Nicolás Maduro.
La Cancillería indicó que el funcionario se adelantó a la felicitación antes de que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela realizará la auditoría de votos sobre el proceso electoral efectuado el 14 de abril.
El canciller no precisó si la sanción a Sarmiento se debió a la carta de felicitación que publicó la cancillería en su portal, o si se trata carta no verbal, en físico, que la embajada de Venezuela en Panamá admite haber recibido el día lunes por la mañana. Misiva que también publicó la Embajada en su página de Internet.
En todo caso el funcionario con diploma en Relaciones Internacionales y 35 años de servicio público fue destituido.
Sarmiento fue promovido en este cargo en el 2009, en ese entonces el canciller y vicepresidente Juan Carlos Varela indicó sobre el mérito del funcionario para este puesto; “de esta forma ratificamos el compromiso con el manejo técnico y profesional, y con el fortalecimiento institucional de la Cancillería y del Servicio Exterior panameño”. Y agregó que con esta distinción se reconocía la labor y dedicación desempeñada por Sarmiento durante 35 años de servicio público.
Sarmiento es merecedor de varias condecoraciones; Orden Libertado San Martín en el Grado de Gran Oficial otorgada por el Gobierno Argentino y la Orden al Mérito Civil en el Grado de Gran Cruz por el gobierno de España.
Notas relacionadas:
Si la Cancillería afirma que el funcionario se adelantó a la felicitación antes de... la pregunta lógica sería: ¿existe alguna norma en el protocolo diplomático que establezca que el funcionario debe esperar la proclamación oficial? (Sí, debe existir); y si hubo proclamación oficial, entonces ¿debía esperar a que se solicitara la auditoría de los votos, y el consiguiente conteo? (??). Creo que el primer confundido es el Canciller, luego sus subalternos, en orden descendente de jerarquía. Y por eso, pagan las consecuencias los funcionarios de menor rango, hasta los de nivel medio, en orden ascendente de jerarquía, (nunca los de alto nivel).
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