Casi la totalidad de las discordancias han sido subsanadas, el papel de la aseguradora es la clave para reanudar las obras
Quedan pocas horas para que Grupo Unidos por el Canal y la Autoridad del Canal de Panamá pongan fin a las tortuosas diferencias que han dejado paralizada por más de una semana la obra de expansión canalera.
Jorge Luis Quijano, administrador de la vía interoceánica, compareció ante un hemiciclo casi vacío en la Asamblea Nacional, donde los diputados no dejaron duda, a pesar de lo trascendental del tema, sobre la prioridad de sus agendas reeleccionistas a tan solo dos meses de las elecciones generales del país.
"Si quisiéramos podríamos terminar el contrato hoy o mañana", explicó Quijano. Es claro que el viento está a favor de la ACP, pero la cabeza fría le dice a Quijano que las negociaciones deben concluir con un nuevo acuerdo firmado por las partes a más tardar el próximo 18 de febrero.
Al contratista no le funcionó la estrategia de paralizar las obras para conseguir el pago de $ 1. 6 billones, en concepto de sobrecostos, que pretendía negociar fuera del contrato. GUPC se ha llevado una sorpresa: "una de las religiones de Panamá es la del Canal de Panamá", manifestó el administrador.
En palabras cortas, uno de los escollos más profundos que impedía el acuerdo entre las partes quedó subsanado este martes, cuando el contratista desistió de la idea del cobro contractual por sobrecostos. Posiblemente apuesten a que el tribunal de resolución de conflictos les asista en la razón en varios reclamos, aún sin resolver, que sobrepasan los $500 millones.
La mala noticia para GUPC se resume en que la suspensión de la obra —tomando en cuenta una transacción de este tipo en la que se debe cumplir con tiempos y plazos—, actúa ahora minuto a minuto en su contra, y son ellos quienes están contra las cuerdas para poder cumplir con los plazos propuestos.
LA CLAVE ESTÁ EN ZURICH
La llave de todas las cerraduras la tiene bajo el brazo la afianzadora Zurich. La aseguradora, que al iniciar las diferencias entre las partes tomó un papel participativo y mediador, hoy tiene una conducta más cauta y conservadora; ‘si Zurich se suma a la solución se reanudaría la obra en cuestión de días’, aseveró Quijano.
Ante la posibilidad de amarrar un trato en el que Zurich tendría un aporte de $400 millones financiados, los representantes de la aseguradora requerirán del visto bueno de sus jefes en Suiza, que confirmarán el cómo y cuándo harán los desembolsos.
La propuesta viene acompañada de un cofinanciamiento de $100 millones de lado y lado, y también una moratoria de la devolución de $785 millones en pagos anticipados al contratista realizados bajo el contrato.
El dinero fresco que reflote la obra deberá ir a un fideicomiso vigilado por las partes, con eso se garantiza una auditoría, y que la plata se destine al proyecto y no se desvíe.
Una vez se defina la participación de Zurich, en cuestión de dos días la ACP pagaría en efectivo unos $50 millones a GUPC, y las obras deberán reiniciar de inmediato.
PLAN B SIGUE EN LA MIRA
Si Zurich se echa para atrás, entonces se caen las negociaciones y entraría en juego el mentado Plan B. Pero las agruras de Quijano le dicen que es más viable un pacto negociado que un mal conflicto. Nunca se sabe los costos ‘extras’ que surjan tras esta decisión; saldos a los subcontratistas, demandas jurídicas, honorarios de los abogados, por cierto, los más beneficiados, dijo Quijano.
Entre los desembolsos la ACP ha pagado alrededor de $2,100 millones. Resta una diferencia a pagar de $1,100 millones, de los cuales se adelantaron $784 millones que se ‘comió’ GUPC, y que ahora depende del repago y flujo de caja que consigan.
En el mejor de los casos, aún con la entrada de una nueva empresa en el ruedo, si Zurich aporta los $400 millones, si la ACP logra cobrar los adelantos efectuados a GUPC, y suma los $300 millones aún no desembolsados, tendrían capital para culminar la obra.
No obstante, Quijano dejó entrever que sería una decisión arriesgada, pues no conoce con certeza los saldos de los subcontratistas, ni los costos del pleito legal que se vendría encima.
Siendo hoy 18 de Febrero 2014 y analizando la publicacion de Adelita creo se está acercando el Gobierno Español para aportar dinero para proteger la Marca España desacreditada por SACYR. De que esta medida se acepte queda aun la duda de que Sacyr cumpla con lo pactado. Me agradaría más que se rescinda el contrato y la ACP tome el toro por los cachos y continue la obra con los sub-contratistas ya que el GUPC tiene muy pocas posibilidades de que una demanda progrese por las medidas tomadas que son válidas para rescindir el Contrato y acudir a las aseguradoras. Ing. Humberto E. Reynolds de Unamuno
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