La cara desconocida de los "ninis" y su sitio en la sociedad

Quien gane la Presidencia el próximo mayo, tendrá que ocuparse de los polémicos "ninis". El gobierno ha invertido $353 millones en capacitación, de los cuales $115 millones se destinaron a Mi Primer Empleo. Aún así, la cifra aumenta de forma preocupante

La gente que ni estudia ni trabaja tiene una cara anónima, indetectable. Los famosos ninis se han transformado en un grupo social de vertiginoso crecimiento.

Ante los retos futuros de desarrollo económico del país, quien sea que gane las próximas elecciones tendrá que ponerle atención a este sector, y de alguna manera incorporarlo al crecimiento del país. Y sí, es muy probable que para lograrlo deban entregar una beca, subsidio, ayuda —o como quiera usted llamarlo— a estos jóvenes con edades de entre los 15 y treinta años.

De lo contrario, habrá en las calles cada vez más rostros ignorados que engrosen las filas de la prostitución, del crimen, del conformismo y la pobreza porque para ellos no existe un puente que los inserte en la bonanza económica.

Los conocedores del tema coinciden en que es necesario un compromiso presupuestario para recuperar los relegados. Los candidatos presidenciales conocen el problema, pero no todos han incluido una propuesta en sus programas de campaña.

LOS CIEN DÓLARES
Ha causado mucha inquietud la idea de entregar un apoyo de $100 mensuales a los ninis mientras se les capacita para la inserción laboral. Pero a René Quevedo esto no le quita el sueño; al contrario, afirma que no le parece negativo.

Primero, dice el consultor empresarial, es algo que se hace; segundo, siempre y cuando el dinero se destine a gastos relacionados a la capacitación y se condicione a los asistentes, es positiva la ayuda. Como tercer punto, Quevedo indica que debe existir un control minucioso de los participantes, y en caso tal, descontinuar la retribución una vez el joven reciba su primer salario o cumplidos los seis meses de preparación.

La motivación gubernamental no es nueva. El Consejo del Sector Privado para la Asistencia Educacional (CoSPAE) tiene 20 años implementando esta fórmula con éxito. Su directora, Zuleika Plazaola, explica que todos los jóvenes que asisten a sus programas reciben una ayuda económica que les permite trasladarse hasta los centros de formación y adquirir una sencilla merienda, ya que las capacitaciones son de por lo menos 4 horas diarias. ‘Igualmente, les damos un apoyo monetario a los jóvenes mientras se encuentran en sus períodos de práctica en las empresas’, comenta. Este apoyo ha sido determinante para mantener bajos los índices de deserción y un nivel de asistencia bastante alto.

¿QUIÉNES SON LOS NINIS?
Los ninis son el 24% de la población de 15 a 29 años. De estos 216 mil, el 74% son mujeres, y el 65% de ellos son urbanos.

El origen de los ninis nace en la población desertora del sistema escolar, ya sea por problemas económicos en casa, o porque sencillamente consideran que la escuela es una pérdida de tiempo.

En los últimos tres años, más de 100 mil alumnos se retiraron de las clases, según cifras del Ministerio de Educación. Al abandonar la escuela, el estudiante prácticamente deja de tener nombre para convertirse en otra estadística a la que nadie le sigue la pista.

Cada colegial que desiste del sistema es una pérdida, porque el Estado ha invertido años en su preparación y, finalmente, se retira sin concluir sus estudios. El daño no solo es en educación, se multiplica ante la necesidad de mano de obra calificada y la escasez .

‘Estos muchachos empiezan a sentirse que no son parte de eso, es un sentimiento de alienación’, no pueden sostenerse en esta estructura, dijo en una ocasión el consultor Quevedo. Pierden motivación por múltiples factores y, como si fuera poco, se suma la fórmula ‘rebeldía igual a adolescencia’. Sufren de crisis de oposición a todo lo que se les inculca. Además, tienen un cartel en la frente donde se lee ‘vagancia’, un estigma social difícil de contener.

El 74% de los ninis son mujeres, madres en su mayoría, que tienen trabajos temporales. Cada una de esas personas con el mote de nini carga una historia que lo ‘orilló’ a esa situación. No conocerla equivaldría a echar un ojo desde lejos; es ver borroso. Pero por otro lado, su rescate merece un profundo análisis.

¿POR QUÉ FRACASAN?
Muchos programas que pretenden insertar laboralmente a jóvenes entre 15 y 29 años no funcionan, a pesar de que cuentan con un grado de capacitación y un empleo a la vuelta de la esquina. Y no dan resultados por varias razones.

El capitán Orlando Allard está en primera fila cuando de capacitación se trata. Me di cuenta no solo por sus aportes para este reporte periodístico, sino por la forma que usa despedir sus notas: ‘representante de la Cámara Marítima ante COSPAE —y otras organizaciones preocupadas por el déficit de personal calificado’.

El ‘Capi’ no solo se preocupa, se ocupa por tratar de resolver una de las amenazas más latentes de nuestra sociedad, y sabe también cuál es la clave para hacerlo.

Dice que la mayoría de los programas de capacitación actuales no han dado los resultados esperados porque los cursos no aseguran un empleo; el contenido no va acorde con lo que la industria busca; no se involucra a la empresa privada; no se ha atendido las competencias blandas como iniciativa, innovación, puntualidad, equipo; y lo más importante, no se le da seguimiento a los jóvenes cuando se emplean. Este último punto es fundamental.

Esto contrasta con el día a día que viven los empresarios, que invierten sumas importantes en capacitación del personal, pero poco dura, el canibalismo empresarial se encarga de extinguirlo para su propio beneficio. Ahí es cuando mejor aplica aquel viejo refrán de que ‘uno nunca sabe para quién trabaja’.

PLAN JÓVENES DE PIE
En época electoral sale a la luz la propuesta oficialista titulada "Jóvenes de Pie".

Lo lidera Gisela A. de Porras, una de las asesoras del plan económico de la campaña de Cambio Democrático, y hermana de Aimée Álvarez, esposa del candidato José Domingo Arias. Según De Porras, en los próximos años el sector privado va a requerir 350 mil personas que entren en el mercado laboral, lo más dramático es que el gobierno no tiene la más remota idea de cómo van a llenar estos campos laborales.

Las necesidades vendrán del sector logístico, agrónomo y turístico. Como país hay dos alternativas, dice Porras: o se entrena a estas personas o se abren las fronteras —como hasta ahora parece haber sido la política gubernamental—, para llenar estas plazas.

La propuesta de campaña de CD, que para algunos resulta en extremo electorera, pretende otorgar a quienes se beneficien del programa $100 mensuales para gastos y movilización. Según Porras, el plan es por seis meses divididos en un periodo de tres meses en capacitación técnica, que incluye habilidades blandas, y otro de igual tiempo como pasantes en una empresa.

RIESGOS
Para que este tipo de programas tenga éxito, lo fundamental es dar seguimiento a los jóvenes que recién adquieren un empleo y darles el asesoramiento para que logren sostenibilidad. Porras afirma que el gobierno se va a encargar indirectamente del ‘coaching’ a través de una licitación para que una empresa privada maneje el tema.

Siendo éste uno de los factores primordiales, es fundamental que los contratos se otorguen a empresas experimentadas y por mérito, y no a allegados al poder, como ha ocurrido en ocasiones anteriores.

Dice Porras que el pandillero no es su ‘target’, tampoco gente con antecedentes criminales o mujeres que atienden en casa a menores de tres años y/o familiares mayores. Más bien está dirigido a mujeres con niños de edad preescolar en adelante, previa evaluación de sus habilidades.

El presupuesto del programa arranca con $9 millones por año, que se resume únicamente en el pago de becas de $100 por seis meses a 15 mil integrantes. A esto hay que sumar el costo de la licitación por la asesoría empresarial, y la construcción de centros para que las madres puedan dejar a sus hijos mientras se preparan. Es decir, el presupuesto aún no está definido.

Otro punto importante se refiere a los controles. Según Porras, aún no tienen claro cómo harán el primer desembolso, pero posteriormente se condicionará el dinero a la asistencia al curso, algo similar a la plantilla que se utiliza en la Red de Oportunidades.

En cuanto a la mano de obra que se requiere para echar en marcha el proyecto, se pretende utilizar a trabajadores sociales y psicólogos del Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH), que se prevé absorba las necesidades de ‘Jóvenes de pie’, sin aumentar su personal o presupuesto, que ya ha sufrido recortes de casi un 50%.

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