El magistrado pedirá cuentas en el pleno de la Corte a Alejandro Moncada por supuesto enriquecimiento ilícito o tráfico de influencias
“Yo quiero que me explique cómo fue ese préstamo que le hizo Felipe Alejandro ‘Pipo’ Virzi”, manifestó el magistrado de la Corte Suprema de Justicia Harry Díaz refiriéndose a su colega Alejandro Moncada Luna, querellado ayer por enriquecimiento ilícito ante la Asamblea Nacional. “¿Se lo dieron en efectivo?, ¿en cheque?, ¿de qué forma?”, pregunta.
La acusación contra Moncada Luna tiene su origen en la compra, en agosto de 2014, de un lujoso apartamento ubicado en el sector de Coco del Mar y valorado en casi un millón de dólares.
La compra, conocida por la opinión pública a principios de este mes, fue hecha por Corporación Alpil, S.A., propiedad del magistrado y su esposa.
Moncada Luna aseguró que el dinero se lo había prestado el empresario Virzi, a quien llama “tío”.
ENCARANDO AL MAGISTRADO
Díaz aseguró a La Estrella de Panamá que hoy, durante la reunión del pleno de la Corte, encarará a Moncada Luna y le solicitará una copia de los cheques del supuesto préstamo.
También le pedirá que le explique por qué le dijo hace un año que había comprado la casa de playa de “Ricky” Calvo, empresario y ahijado de Virzi, si ahora lo niega.
Esta propiedad, ubicada en la exclusiva playa de Buenaventura, está avaluada en millones de dólares
Díaz se pregunta cómo con un salario mensual de $7,500 se pueden “hacer tantas cosas”.
TRÁFICO DE INFLUENCIAS
No solo se trata de enriquecimiento ilícito. Díaz sugirió que a Moncada Luna se le investigue también por tráfico de influencias, al haber fallado en favor de Virzi.
Díaz aclara que él no es enemigo de Moncada Luna. “¿No dijo (Moncada) hace un año que no tenía problemas con nadie? Entonces, no sé por qué ahora yo soy su enemigo”.
Acto seguido, se responde a sí mismo: “porque le estoy pidiendo, igual que la ciudadanía, que nos diga de dónde salieron esos fondos. Lo que él haga afecta mi reputación también. Y yo sí estoy preocupado porque las cosas no se hagan dentro del margen de la ley”, acota Díaz.
El escándalo que se vive actualmente en la Corte Suprema de Justicia hace recordar el momento en que el magistrado Adán Arnulfo Arjona, hace nueve años, se paró en las escalinatas del edificio de la Corte para denunciar que sus colegas habían liberado a un grupo de presuntos narcotraficantes y descongelado sus bienes.
También evoca las palabras de la exembajadora de Estados Unidos en Panamá Linda Watt, quien describió que “los magistrados administran la Corte como una empresa delictiva que maneja cifras de seis dígitos o más”.
A pesar de los graves señalamientos desde entonces, poco o nada ha cambiado.
¿No le preocupa ser, como Adán Arnulfo Arjona, una voz solitaria en la Corte?, preguntó La Estrella de Panamá al magistrado. “No. Para nada... más miedo da no hacer las cosas”.
¿Y si sus compañeros no lo secundan en el pleno? Díaz sabe que esta es una posibilidad, pero aun así solicitará que se discuta el tema.
“El que la hace la tiene que pagar, sin importar quién sea”, afirmó Díaz.
El orden del día que discutirán los magistrados en el pleno de esta mañana ya está listo. Su alteración tendrá que ser sometida a una votación interna. De no proceder, entonces se tratará el tema en el renglón de “asuntos varios”, pero corre el riesgo de quedar enterrado si se extiende el tiempo.
En ocasiones, puede interpretarse como una forma de dilatar los procesos y postergar discusiones ácidas. Pero, según Díaz, le llegará el momento; “si no se discute hoy, en algún momento tendrá que hacerse”.
En el año 2012, Moncada Luna se diferenció del resto de la Corte cuando se debatía quién ocuparía la presidencia de ese órgano del Estado y cuando se discutía el proyecto de ley de Carrera Judicial que le daría más independencia.
Como ejemplo de la “deficiente administración” de Moncada Luna, Díaz evoca el momento en que éste se autoproclamó Director Administrativo de la Corte y adjudicó, de forma directa, un contrato de $2.5 millones para la remodelación de las infraestructuras del Órgano Judicial.
En su momento, Moncada Luna sustentó que la empresa tenía experiencia, pero, después se descubrió que se acababa de crear y nunca había laborado en el ramo.
Una fuente allegada al Órgano Judicial señaló que Moncada Luna mantiene en su despacho una caja fuerte con docenas de expedientes “sensitivos”, cuya revisión puede tardar años o un tiempo indefinido, no especificó con qué propósito.
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