Noventa fotos en tres horas registró la cámara de las holandesas

La foto "B", que muestra una rama de arbusto en un perímetro de tierra que aparenta ser una roca.

Una semana después de la desaparición de las holandesas Kris Kremers y Lisanne Froon, la cámara de una de ellas fue disparada 90 veces entre la una y las cuatro de la madrugada. Si hiciésemos un promedio, concluiríamos que se tomó una foto cada dos minutos.

Pero solo tres de las 90 imágenes capturadas el 8 de abril y recuperadas de la tarjeta de memoria de la cámara por el Instituto de Medicina Forense holandés, muestran con claridad su contenido. Del resto, se aprecia poco o nada.

CONTENIDO DE LAS FOTOS
La imagen que identificaremos como foto "A" fue tomada a la 01:38 de la madrugada. En ella se observa una roca rodeada de vegetación de poca altura.

Un minuto después se registra la foto "B", que muestra una rama de arbusto en un perímetro de tierra que aparenta ser una roca, rodeada de plantas similares a las retratadas en la foto "A".

La rama tiene en cada extremo una bolsa roja. Cerca, se puede ver una envoltura de chicles y otros papeles.

¿Qué se buscaba con estas fotos? ¿Enviar un mensaje? ¿Es la cantidad de fotos un indicativo de la desesperación o de una amenaza inminente? No hay una respuesta clara a cualquiera de estas preguntas, como tampoco se ha ubicado el sitio exacto donde se tomaron estas fotos.

Tampoco podríamos afirmar que fueran tomadas por ellas. Pudo haber sido una tercera persona la que accionó el botón de la cámara.

Sin duda, la investigación necesaria para esclarecer estas interrogantes y establecer certeramente en qué parte del trayecto entre el sendero El Pianista y las riberas del río Culubre, donde aparecieron los restos óseos de las chicas, se tomaron las fotografías, aportaría información fundamental para descifrar qué les ocurrió a las jóvenes.

Una semana después de la desaparición de las holandesasKris Kremers y Lisanne Froon, la cámara de una de ellas fue disparada 90 veces entre la una y las cuatro de la madrugada.

ANTECEDENTES
El 1 de abril se perdió el rastro de Kris y Lisanne mientras visitaban el sendero El Pianista en Boquete, Chiriquí.

Lo que se había iniciado como un trayecto turístico, de un momento a otro se transformó en tragedia.

Las dos chicas que presumían de su travesía por el mirador y posaban en las fotos tranquilamente, unos momentos más tarde pedían auxilio por la línea telefónica.

Nadie que observe las imágenes donde aparecen las muchachas adivinaría que estaban en peligro.

Sin embargo, unas 2 horas después de la última foto, el mismo 1 de abril a las 16:39, Kris marcaba el número 112. Algo andaba mal.

Era la primera llamada de auxilio que hacían a la línea de emergencia en Holanda.

Media hora más tarde, a las 16:51, salía otra llamada, esta vez del Samsung de Lisanne, al mismo número.

¿Qué habrá pasado en ese lapso de tiempo en que la aventura se transformó en tragedia?

El informe forense holandés indica que, en total, se realizaron ocho llamadas de emergencia desde los celulares de las chicas. La última está registrada el 3 de abril.

El informe también señala que no fue posible hallar datos de la posición en que se encontraba el teléfono o sobre la ruta que tomaron las holandesas después de la una de la tarde del martes 1 de abril.

Con esto se desvanece la posibilidad de que los celulares ayuden a descifrar la ubicación a lo largo del tiempo.

RESTOS ÓSEOS
El informe forense del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Panamá (IMELCF) analizó un fémur, una tibia, un pie (siete huesos del tarso, cinco metatarsianos y catorce falanges), que en total conforman un conjunto de 28 huesos pertenecientes a Lisanne Froon.

Entre las patologías detectadas se reportó "periostitis". La literatura explica que la periostitis tibial, una lesión típica del corredor, consiste en la inflamación del periostio o membrana que recubre el hueso de la tibia. Se suele producir en momentos en que los corredores aumentan el nivel del entrenamiento, lo que produce que los músculos se traccionen.

El IMELCF también examinó una costilla y un hueso coxal de Kris. No se detectaron patologías en estos restos, aunque sí organismos del ambiente. En criminología, el hallazgo de estos microorganismos es útil para definir el posible escenario de los hechos en investigación.

AL FONDO DEL MISTERIO
El abogado Enrique Arrocha, defensa de la familia Kremers, quiere respuestas. Busca que la fiscalía defina su hipótesis. No se conforma con la teoría que sostiene la fiscal Betzaida Pittí, al frente de la investigación, quien sostiene que las chicas murieron arrastradas por el río Culubre.

El abogado toma en cuenta el bajo nivel del cauce de los ríos al culminar la estación seca, insuficiente para arrastrar un cuerpo. Por tanto, solicitó a la fiscal Pittí replantear su hipótesis y hacer una prueba de campo que tome en cuenta el lapso de tiempo entre la última foto en que aparecen las chicas y la primera llamada de auxilio.

Con esto, pretende que la fiscalía determine el punto donde se iniciaron los hechos que dieron como resultado el hallazgo de osamentas pertenecientes a las chicas a orillas del río Culebre -sitio ubicado a 12 horas a pie del sendero- un mes después.

DESDE AFUERA
El caso de las jóvenes holandesas ha llamado la atención de un grupo de voluntarios independientes de diversas nacionalidades que siguen el caso a través de la internet.

Estos mantienen un debate virtual sobre sus teorías, basados en una línea del tiempo que contempla desde el primer día de desaparición, la búsqueda realizada por los equipos de rescate, las llamadas de auxilio y un mapa cronológico de las pertenencias y osamentas .

Dentro de este grupo de voluntarios, algunos coinciden con el abogado Arrocha en que lo ocurrido a Kirs y Lisanne no fue un hecho accidentado, y que lo más probable es que las chicas fueron asesinadas.