En julio de 2011, la Cooperativa de Ahorro y Crédito de Empleados de la Caja de Seguro Social (Coacecss) estaba a punto de lanzar una emisión de bonos millonaria, que permitiría a esta entidad hacer frente a los compromisos adquiridos con sus ahorristas.
La cooperativa había dado la exclusividad del contrato para la emisión de los bonos a la casa de valores Financial Pacific. Solo había un problema: no contaba con la aprobación de la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV).
La exinterventora de la cooperativa Martha Luna Véliz, reveló a La Estrella de Panamá el contenido de conversaciones que sostuvo con West Valdés, exdirectivo de la casa de valores, a quien cuestionó en relación al contrato sobre la emisión de bonos. Luna Véliz también narró a este diario otros episodios que evidenciaron, según ella, que Ignacio Fábrega, exdirector de Supervisión de la SMV, se inclinaba a favorecer a Financial por encima de los intereses de la entidad para la que trabajaba.
EMISIÓN DE BONOS
Antes de la intervención, los exdirectivos de Financial Pacific West Valdés e Iván Clare laboraban la emisión de bonos de la Coacecss por $30 millones.
Así consta en un contrato efectuado entre las partes, que se selló, aparentemente, con un adelanto de $50 mil otorgado por Coacecss a favor de Financial, en concepto de asesoría.
Los bonos —tomando en cuenta que el depósito de $21 millones, con vencimiento a diciembre de 2012, que la cooperativa mantenía en el Banco Nacional no era suficiente para cumplir con los compromisos—, permitiría a la cooperativa operar dos años sin preocuparse de poder respaldar los fondos de los ahorristas. La cooperativa también contaba con $27 millones en cuenta corriente, un dinero que se pretendía aumentar a través de la emisión de los bonos para cumplir con los compromisos de los ahorristas.
“Pero esos bonos no tenían respaldo. La transacción no tenía la aprobación de la SMV ni del Ipacoop. El bono tendría un interés del 7% a la cooperativa, con la promesa de que Coacecss pagaría ese dinero al vencimiento. Además del interés, se pagaba a los exdirectivos el 6% por emitir los bonos.
En cambio, otras empresas habían ofrecido a la cooperativa emitir el bono, por el mismo monto, a un costo máximo del 2%. Pero la cooperativa prefería pagar a Financial el 6%, más $50 mil de asesoría y un porcentaje importante en comisiones”, indica Luna Véliz.
El Instituto Panameño Autónomo Cooperativo (Ipacoop) paró la emisión de bonos.
Luna Véliz afirma que, en una ocasión, West Valdés le hizo una visita para conocer el destino de los dineros de Financial. Según su versión de los hechos, ella le preguntó al exdirectivo: “¿Cómo una casa de valores va a emitir bonos a una cooperativa cuyos balances indican pérdida y morosidad y que no tiene las reservas adecuadas? Muerto de la risa, Valdés me respondió que quien compraba bonos compraba riesgo”, recuerda Luna, indicando que le molestó mucho este comentario.
Ella estaba escandalizada por el “poco importa” de Valdés en relación al poco respaldo financiero de los bonos que emitiría. “¿Qué son $1.3 millones, se pregunta a sí misma Véliz, respondiéndose inmediatamente: “Qué rico para West Valdés”, acota.
LAS ACCIONES
La empresa Offshore CD Network movió aproximadamente $40 millones en plazos fijos en la cooperativa, a intereses que oscilaban entre 6% y 9%, además de jugosas comisiones por cada depósito que se hiciera en las arcas de la cooperativa. Esta empresa era intermediaria de Financial Pacific, lo que se traducía en que cada suma de dinero que la casa de valores ingresara en la cooperativa era recompensada con un porcentaje de la comisión que le entregaba Offshore CD Network.
Luna Véliz, al momento de intervenir la cooperativa, afirma que encontró en el pupitre de Ernesto Vaughan exgerente de Coacecss, una carta firmada por María Maldonado, esposa de Gilbert Straub, representante legal de Offshore CD Network. En ella, se detalla que Vaughan era el beneficiario de 17 mil acciones de la empresa, y que emitían a su favor 5 mil acciones preferenciales. Una acción preferida es aquella que garantiza dividendos, pero sin derecho a voz en las decisiones de la empresa.
Según Luna Véliz, la carta es una muestra de que el exgerente de la cooperativa ganaba un porcentaje por cada dólar que entraba a la cooperativa. En un periodo aproximado de dos años, Coacecss captó aproximadamente $52 millones de Financial Pacific y Offshore CD Network. Vaughan, enfrenta, junto a 12 miembros de la Junta Directiva, una querella interpuesta por el Ipacoop por supuestos malos manejos de los dineros,
“Ese mismo día que apareció la carta, yo encontré un slip de depósito de lo que hoy es Balboa Bank, que era banco Trasatlántico, donde Vaughan depositaba en efectivo $8 mil que coinciden con el cheque que Offshore mencionaba de los $17 mil”, afirma Luna Véliz.
La exinterventora reflexiona: “Vaughan era socio de Offshore y por tanto, de Financial”. Sergio Morales, defensa de Vaughan, tiene una explicación al respecto: en algún momento, dado el volumen de negocios que había con Coacecss, los directivos le propusieron a Vaughan ser accionista de la empresa, “pero tengo entendido que él no aceptó. Él no adquirió acciones en la compañía”, asegura el abogado.
Alega que si la contraparte descubrió que Straub emitió acciones a nombre de Vaughan, debían haber solicitado a la Fiscalía una acción exhibitoria a los libros de acciones y accionistas de la compañía Offshore CD Network para comprobar si hubo intención de la empresa.
Aduce que el procedimiento de Luna Véliz en tomar la carta y llevarla a la Fiscalía no fue el más adecuado. En vez, dice Morales, debió llamar a la Fiscalía para que ésta documentara la evidencia, dijo el abogado.
LA LLAMADA
Luna Véliz recuerda un momento particular mientras fue intervención de la cooperativa. Rememora que Financial Pacific tenía en la cooperativa un saldo a favor por $1,231,410 que aún está pendiente de pago a prorrata, con todos los otros depositantes.
“Un día de febrero de 2013 me llama Ignacio Fábrega, de la SMV. Quería saber cuánto dinero tenía la casa de valores en la cooperativa”, manifiesta Luna Véliz.
La casa de valores estaba a punto de que la SMV le autorizara el cambio de accionistas. “Ellos hablaban de una cantidad de dinero y Fábrega quería que yo se lo certificara por escrito, pero yo no sabía cuánto iba a pagar la liquidadora, así que no podía certificar nada”, comenta Luna Véliz.
La exinterventora sospechó que la inquietud de Fábrega llevaba la intención de colaborar en las investigaciones, pero luego cambió de opinión. A través de la SMV Fábrega necesitaba conocer la cifra exacta en poder de la cooperativa a fin de que el nuevo comprador diera las garantías exigidas por la SMV sobre el monto.
“Nacho me amenazó. Me dijo que si yo no hacía lo que él me decía, me acusaría con Ricardo Martinelli, ya que el saldo era parte del rescate de la casa de valores que la SMV estaba tratando de hacer, y que el presidente llamaría a la exdirectora de Ipacoop, Giselle Rosas, para obligarme a redactar la carta por la cantidad exacta que tenía la casa de valores”, declara Luna Véliz.
Después de la discusión, la exinterventora decidió llamar a Giselle. Ésta le dijo que confeccionara la certificación como ella considerara correcto.
“Puse: hacemos constar que Financial mantiene en esta cooperativa la suma de $1.2 millones, que a la fecha no se sabe con exactitud si se pagará a totalidad o a un 60% o 70% del monto. Esta certificación se emite para fines de constancia”, recita la exinterventora.
A continuación, dice que Fábrega “casi la mata” cuando recibió la nota. Me reclamó que por qué había hecho la carta así. Él quería que yo dijera que había ese dinero porque lo querían para completar la compra de Financial”.
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