No fue solo uno, sino dos los equipos de escuchas y otras funciones de espionaje los que adquirió el Estado panameño durante la administración de Ricardo Martinelli. De ninguno se conoce hoy su ubicación.
“Sabía todo de todos”, dijo una fuente a La Estrella de Panamá, quien pone sobreentendido que la información es poder y control. El detalle es el uso que se le dé a esta.
Varias fuentes han contado a La Estrella de Panamá a quiénes se espió con estos aparatos; para qué se usaba la información colectada; cómo Ricardo Martinelli la empleaba para su beneficio y el de sus allegados.
Entre las fuentes contactadas están un agente secreto de inteligencia, una persona cercana al Ministerio de Seguridad que ha tenido acceso a algunas de las interceptaciones y un técnico experto en estos equipos.
Una fuente de inteligencia internacional maneja información de que se adquirieron cinco equipos; sin embargo, otra fuente allegada a uno de los fabricantes explicó que podría existir confusión en este sentido, ya que los equipos se ensamblan con diferentes consolas, cada una con una función distinta, pero que fueron adquiridas para un mismo aparato.
Las que usaba el Estado panameño son máquinas altamente sofisticadas. La primera se compró en el 2010 y la segunda, unos cuatro meses antes de las elecciones de mayo de 2014.
"EL DOSIER DE..."
A inicios de mayo, Martinelli enfrentaba una de sus peores derrotas políticas; el pueblo había escogido a Juan Carlos Varela como su relevo y no a José Domingo Arias, su candidato. En aquellos días, el aún presidente aseguró en una entrevista que tenía el “dossier y el pedigrí de todo mundo en este país”. Lo decía con conocimiento de causa. Meses más tarde, sus palabras se refuerzan con la información de la compra de los equipos de espionaje adquiridos durante su administración.
“Nadie se salvaba” de ser escuchado, dice la fuente que enumeró una larga lista de objetivos. Añadió que los equipos se utilizaron para “vigilar a las mujeres de los entonces ministros del gabinete de Martinelli, a las novias o queridas de los ministros, a los propios ministros, a dirigentes del partido oficialista y de la oposición; a empresarios prominentes, de quienes obtenía información sobre sus negocios y luego la utilizaba para sacar ventaja pidiéndoles un porcentaje”.
La fuente agregó que Martinelli espiaba “a funcionarios y agentes de la Embajada de los Estados Unidos en Panamá y a unidades de la Drug Enforcement Administration (DEA)”, de lo cual los norteamericanos ya están enterados.
Pero ahí no culminaba todo, las conversaciones de los diplomáticos de las embajadas de Italia y España en Panamá también pasaron por la máquina de escuchas.
Así era posible enterarse de cualquier novedad en el caso de la compra de equipos de seguridad a Italia y sobre el proceso judicial que se le sigue a Valter Lavitola, enlace de Martinelli, quien presuntamente le habría entregado un soborno de 28 millones de euros por un contrato por 176 millones de euros para comprar un sistema de cárceles que no prosperó.
En el caso de la embajada de España en Panamá, la fuente añade que se centró en espionaje comercial, y no descarta que pudo enterarse de las negociaciones de Grupo Unidos por el Canal, encargado de la ampliación de la vía interoceánica, que mantiene varias demandas por sobrecostos contra la Autoridad del Canal de Panamá.
Martinelli sabía de la vida de periodistas y las fuentes que consultaban los comunicadores. Interceptó también los teléfonos de las firmas de abogados más importantes, de líderes políticos, entre otros.
La fuente explicó que la información obtenida con estos aparatos se utilizaba para “chantaje económico o para invertir en acciones de ciertas empresas”.
La Estrella de Panamá conoció que existen copias de los registros de las conversaciones y chats de los objetivos. Una de las fuentes dijo que las autoridades saben las fechas y los sitios desde donde la máquina estuvo operativa.
LOS EQUIPOS
El primer aparato se adquirió en mayo de 2010 y el intermediario de la venta fue M.L.M Protection. Se trataba de un equipo de vigilancia a través de computadoras personales, conocido en inglés como PC Surveillance System.
El segundo equipo, que debió adquirirse con fondos públicos, se obtuvo cuatro meses antes de las elecciones de mayo de 2014, según explica la fuente.
De este equipo no hay documentación, por ejemplo algún contrato. La fuente indica que se sabe de la existencia del aparato, pero no se ha encontrado la documentación que respalda la adquisición.
Las autoridades han cotejado la información con el fabricante israelí, quien ha confirmado la venta del equipo. Según la fuente, el gobierno pasado utilizó una empresa intermediaria para esta operación.
Para cumplir con los requisitos del fabricante, según la fuente, se basó en la información que se proporcionó en la primera compra efectuada en el 2010. El fabricante lo vendió con aquella premisa; sin embargo, la empresa israelí Nunvav ha sido enfática en que nunca ha vendido este tipo de equipos al gobierno de Panamá, sino que los aparatos se adquirieron a través de una triangulación.
El fabricante tiene la capacidad para ubicar dónde se encuentran los aparatos, que pueden funcionar desde cualquier parte del mundo, y ha puesto a disposición del Estado panameño la posibilidad de ubicar ambos equipos. No obstante, se requiere de la petición del gobierno panameño para esta tarea, que requiere de un equipo y personal especializado.
La fuente indicó que el equipo está compuesto por varias piezas que se ensamblan y casi todas provienen de distintos proveedores. Uno de los componentes más importantes es un software, el “Microsoft Security”, que en el 2010 era un aparato de gran tecnología, a pesar de que ya ha sido reemplazado por programas más avanzados, como el que se adquirió en el 2014.
Los protocolos de seguridad establecen ventas controladas de estos aparatos. En caso de que se violen las normas que dictan su uso, o destinatario —como es el caso que nos ocupa—, la comunidad de inteligencia internacional se pone en alerta para evitar que lleguen a manos de grupos extremistas o terroristas, explicó la fuente.
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