El depósito por $12.2 millones registra el ingreso de dos cheques de la banca local que cubrieron el faltante de la casa de valores y suspendieron el proceso de liquidación
Registro de depósito por $12.2 millones.
Para tapar un hueco de $12.2 millones, evitar la liquidación de la empresa y tal vez la cárcel, los directivos de la casa de valores Financial Pacific (FP) abrieron una cuenta en la sucursal del Banco Universal en la ciudad de Panamá y depositaron el dinero por cheque, contra un capital aportado, según su propio relato, por “familiares y amigos”.
La Estrella de Panamá tuvo acceso al registro de depósito de la cuenta con terminación 8507 del Banco Universal, con fecha del 4 de enero de 2013, a favor de la cuenta de Financial Pacific, abierta ese mismo día y que recibió la totalidad del dinero que habían declarado faltante los accionistas de la casa de valores.
Cinco días después de que West Valdés, entonces presidente de FP, saneó el desfalco, el entonces mandatario Ricardo Martinelli se pronunció al respecto. Parecía conocer al detalle los movimientos previos necesarios para recaudar los fondos.
El 10 de enero hizo un llamado a las autoridades, a través de los medios de comunicación, para que se investigara a fondo el caso. Pero también se refirió a la forma en que se reunió el dinero para reponer el faltante: “parece ser que se consiguió la plata, que se consiguieron las propiedades y que capitalizaron la empresa”, afirmó Martinelli.
EL DEPÓSITO
Aquel 4 de enero, fue Valdés, cuya firma y cédula aparecen en el documento, quien personalmente abrió la cuenta.
El “slip”, que es parte del expediente de investigación de la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), registra el ingreso de dos cheques, uno por $7 millones y otro por $5.2 millones. Era una cuenta nueva, cuyos dineros habían de destinarse exclusivamente a cubrir las responsabilidades con los inversionistas, y que el regente en la materia pudiera observar de cerca para evitar que los dineros se diluyeran en otros asuntos, según el protocolo establecido por la SMV para atender el caso.
Hasta ese momento, FP no tenía una cuenta en el Banco Universal a nombre de esta razón social, información que adelantó Mayte Pellegrini, exoficial de operaciones de la casa de valores, a la Fiscalía que investiga el caso.
Pellegrini, acusada por los directivos de FP de ser la causante del millonario fraude de $12 millones que enfrentó la casa de valores, era responsable de muchas de las transacciones internas de la empresa que , hasta mayo de 2012, trabajaba con al menos ocho entidades bancarias locales entre las que no aparece Banco Universal: Multibank, Capital Bank, Bank Leumi, HSBC, BBVA, Unibank, MMG Bank y Global Bank.
GARANTÍAS
West Valdés rememora el momento en que depositó los dos cheques, como también los montos de cada uno. Lo que no recordó durante la entrevista concedida a La Estrella de Panamá a finales de noviembre de 2014, es dónde los había depositado ni de que bancos provenían.
“Yo me acuerdo que se los llevé a la SMV, me acuerdo que los vi (los cheques), pero no vi de qué banco eran”, contó aquella tarde en la sala de reuniones del diario.
-¿Y qué garantías dieron usted y su socio Iván Clare por el préstamo que les hicieron?, preguntó La Estrella de Panamá.
-“Todo lo que teníamos. Terrenos en Penonomé, se les dio a los inversionistas. Pero no te puedo hablar absolutamente nada de eso”, respondió reservado y cauto sobre el origen del préstamo, que indicó haber recibido después de, prácticamente, haber empeñado todo el trabajo de su vida.
Valdés afirmó que los $12 millones que salvaron a la casa de valores de un proceso de liquidación provenían de un grupo anónimo y se amparó en un supuesto contrato de confidencialidad firmado con ese propósito. “Ese contrato tiene una cláusula en donde yo no puedo decir absolutamente nada”, insistió Valdés.
Por su parte, Iván Clare, codirector de la empresa, avaló la versión de su socio sobre la procedencia de los dineros: “Realmente no tengo nada que decir. La versión de West es la que es. Fue un préstamo. Hicimos de todo, fueron muchas cosas. Vendimos propiedades, vendimos cosas, pedimos préstamos a personas, a familias. Lo estamos pagando y eso es todo”, dijo tajante Clare, que no aportó detalles sobre la transacción.
BIENES Y PRÉSTAMOS
¿Con qué bienes se avaló el préstamo millonario a los directivos de la casa de valores? Una investigación realizada por este diario en el Registro Público de Panamá halló solamente dos bienes a nombre de Valdés, entre ellos uno que comparte con su socio Clare. Ambos están hipotecados desde el momento de la compra, y años antes de que se hiciera público el desfalco de la empresa.
En julio de 2008, West Valdés e Iván Clare recibieron un préstamo del Global Bank por $192,000, con un interés anual del 6%, pagadero a 10 años. El dinero, según el préstamo, se utilizaría para la compra de una finca de 49 hectáreas para uso agropecuario ubicada en Coclé. El vendedor del terreno recibiría $250,000 por la tierra.
Según el documento, se efectuó un primer pago de $58 mil, y el resto, $192 mil se cancelaría una vez los compradores, Valdés y Clare, recibieran el préstamo del banco, hipoteca que consta en la misma acta en que se reporta la venta del terreno. El terreno, por tanto, sería la garantía del préstamo adquirido, la finca quedó hipotecada.
Un año antes, en el 2007, West Valdés compró una propiedad en el exclusivo sector playero de Buenaventura que también adquirió a través de un préstamo bancario. El valor del terreno era de $259,198.55 de los cuales se solicitó un abono inicial de $51,839. Al mismo tiempo, Valdés adquirió un préstamo del banco Cuscatlán por la suma de $432,000.
Dos años después, en junio de 2010, el Juzgado Décimo Tercero dictó formal secuestro a favor de Corporación Continental en contra de West Valdés, a quien le secuestró $640,730 sobre los siguientes bienes: cuota parcial de la casa de playa en Buenaventura, cuota parcial del terreno de Coclé que compró junto a Clare, y sobre un vehículo marca Prosche modelo 911 Carrera del año 2009 con matrícula 920786. En el Registro Público aún no hay constancia de que la medida se haya levantado.
En este sistema de datos no consta otra propiedad a nombre de Valdés o de Clare que La Estrella de Panamá haya podido detectar, y que pudiera respaldar como garantía el millonario préstamo a Financial Pacific.
Lo que sí consta son escrituras a nombre de ambos o en forma individual en al menos 52 sociedades anónimas y 5 fundaciones, pero sin propiedades asignadas.
EL ORIGEN DEL DINERO, UN MISTERIO
El superintendente Juan Manuel Martans reiteró a La Estrella de Panamá lo que aparece en el “slip” de depósito. Dijo que los dineros para rescatar a la casa de valores llegaron procedentes de dos cheques de la banca local. “Era uno por $5 millones y otro por $7.2 millones, pero no te puedo decir de qué bancos”, indicó.
Según Martans, los bancos informaron a la SMV que el dinero era de procedencia lícita, pero previno “que en el momento en que surja una confrontación con el Ministerio Público, ellos (los exdirectivos) tendrán que responder a la autoridad”. Martans afirma que cuando los ejecutivos de Financial Pacific sanearon la cuenta, él preguntó a los bancos el origen del dinero y estos le respondieron que “no podían revelar la procedencia porque la SMV no es el ente regulador de esta materia, sino la Superintendencia de Bancos”, señaló.
Finalmente, como ocurre en estos casos, la responsabilidad del vacío monetario de la casa de valores recaía en los exdirectivos.
LA MEJOR OPCIÓN
Cuando se subsanaron las finanzas gracias al depósito efectuado en el Banco Universal, la SMV dio luz verde a la empresa para ajustar sus números y vender la compañía a sus nuevos dueños, el Grupo Sampaio, de capital brasileño.
La SMV consideró esta como la mejor opción ante la situación que atravesaba la empresa. Otras alternativas, según Martans, era intervenir y lastimar a los inversionistas -con esta acción se habría reconocido un desfalco-, o recapitalizar la empresa, siempre y cuando se hiciera el traspaso accionario que se debe de hacer en cualquier casa de valores. “También debíamos cerciorarnos de que los compradores tuvieran solvencia moral y económica”, puntualizó Martans.
Cuando al SMV inició la investigación a la empresa (2012), Martans recuerda que la información enviada “era que las cuentas de los clientes estaban bien, pero en realidad no era así... Lo que argumentó la entonces administración es que ellos no se dieron cuenta (del desfalco) y ese es entonces el misterio que deben resolver a las autoridades”, dijo.
Aún hoy se pregunta si sabían los administrativos que esa plata estaba ahí o si se trababa de un desfalco. “Fue un tema de varios años, pero hay que determinar si realmente no se dieron cuenta o cómo fue”, insiste el Superintendente.
Una vez ingresaron los dineros a la cuenta de Financial Pacific, los mismos se utilizaron para pagar a los clientes, y la cuenta actualmente debe estar en posesión del liquidador. Cuando se destapó el escándalo, en octubre de 2012, la información dio la vuelta al mundo. Y en Panamá la opinión pública exigía que las autoridades aclararan la situación. No solo por la raíz del desfalco, sino por la vinculación del entonces presidente Ricardo Martinelli, quien supuestamente hizo uso de información reservada para la compra de acciones de Petaquilla Minerals a través de una cuenta en esta casa de valores.
Al respecto hubo pronunciamientos de varias organizaciones; la Cámara de Comercio, que solicitó una investigación de la SMV acompañada de los entes judiciales; la SMV buscaba bajar las aguas asegurando que el sistema financiero no se vería afectado a la larga por un caso aislado como el de Financial Pacific.
Dos años después, aun cuando la empresa ha cambiado de dueños, persisten inquietudes: la procedencia de los dineros que saldaron el fraude, la desaparición de Vernon Ramos, funcionario de la SMV, la supuesta compra de acciones de una compañía minera con información privilegiada.
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