Latinoamérica es cuatro veces más violenta que el resto del mundo. Son los datos estadísticos del Banco Interamericano de Desarrollo que pretende apoyar a los países de la región mediante una base de datos que contenga los índices de criminalidad de cada país.
“Será fácil buscar y comparar datos como edad de de las víctimas y saber cómo se relacionan estas con el resto de Latinoamerica” dijo Aracelly Casanova, directora del Sistema de Integración de Estadísticas criminales en Panamá, y organizadora del cónclave que reunió a ministros y viceministros de seguridad del continente.
La idea, en voz de Tomás Bermudes, representante del BID en Panamá, es contar con una homologación en las las estadísticas para que cualquiera pueda acceder, comparar, y analizar los diagnósticos de cada país.
Honduras ocupa el primer lugar en la lista de países con mayor índice de criminalidad, seguido de Venezuela. Una de las razones de esta cifra se debía a que el 80% de la droga con ruta hacia el norte pasaba por territorio hondureño antes de llegar a México.
Pero según el viceministro de seguridad en asuntos interinstitucionales de Honduras, Salvador Valeriano, el gobierno ha logrado reducir hasta en un 20% los índices que no variaban desde 2004-11.
Explica Valeriano que la respuesta a esta mejoría fue frenar la impunidad y mejorar la coordinación interintitucional. Políticas públicas que se acompañaron con un proceso de depuración a todo funcionario dedicado a la lucha contra el crimen organizado. A estos, según el viceministro, se les practica un “examen de confianza”, al igual que a las unidades que ingresaban a la Policía.
La desarticulación de las organizaciones criminales, y la extradición de siete narcotraficantes a los Estados Unidos, según Valeriano, fueron otros factores que contribuyeron a que los índices de criminalidad en Honduras se redujeran al 66.4%
El BIE considera que existen muchos retos por delante en términos de seguridad. Cada país lo ha asumido de distinta froma, explicó Bermudes. “Nosotros estamos enfocados en la prevención”. En buena medida, las causas del crimen son similares en todos los países. “Las típicas: deserción escolar, no contar con un ciclo educativo completo, jornadas laborales insuficientes, la falta de oportunidades de trabajo y recreación a los chicos. Hay distintas etapas en las que a veces hay niveles de riesgo superior con quienes han cometido delitos” afirmó Bermudes.
Como ejemplo de la ayuda del BID a Panamá, Bermudes mencionó el Centro de Cumplimiento de Menores ubicado en Pacora, en el que a los adolescentes infractores, se les capacita en diferentes oficios como carpintería, reposteriá, albañilería, “y ha dado muy buenos resultados porque los chicos que salen del centro se insertan en actividades productivas” acotó Bermudes.
El BID ha otorgado ayuda por un poco más de $900 millones a los países de la región.
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