Uno de los dolores más profundos que ha causado al Subcomisionado Mauricio Nelson su destitución en la Policía Nacional es el fracaso de su matrimonio.No lo puede ocultar durante la entrevista. Baja la mirada para que no lo note.
La responsabilidad del ministro José Raúl Mulino en las destituciones injustas que se hicieron en la Policía es mucha, dice Mauricio Nelson.
“A pesar de que es un profesional del derecho contribuyó a su violación. Tenía la obligación de detener la situación pero había dos mando paralelos” asegura el Comisionado.
La génesis del malestar de Nelson se remonta a un 3 de septiembre de 2010 a las 5:00 am. Le sonó el teléfono para que se presentara en la sede. Ahí empezó su jaqueca. Lo vincularon a un supuesto caso de tráfico de drogas. “Tengo mis defectos, pero no soy delincuente” dice.
Después de una larga jornada jurídica ante los Tribunales, la Corte ordenó su reintegro -ahora como Comisionado- y el pago de salarios caídos. “Todo fue maquiavelicamente planeado para hacerme daño” sentencia. Luego menciona las consecuencias: “me deprimí mucho tiempo. Uno llora en la cama, le pide fuerzas a Dios. Mi ángel siempre me mandaba algo. Hay mucha incertidumbre”, recuerda Nelson.
Nelson se ríe como con burla del pasado. Un pasado amargo, que le costó el matrimonio, que le desarrolló psoriasis. Un sistema que actuaba en su contra.
Roberto Joudry, Comisionado, también fue destituido de la Policía durante la administración de Gustavo Pérez. En marzo la Corte falló a su favor. Ordenó el reintegro y pago de más de $340 mil.
“Pérez entró a las fuerzas de Defensa por la ventana”, exclama. Joudry conoce la vida Pérez. “El no estudió en ningún colegio o escuela militar ni policial. Yo lo dije abiertamente”, dice.
Joudry no estaba dispuesta a aceptar órdenes de una persona no se había ganado el cargo. Durante 25 años Joudry llegó al cuartel antes de las 5:00 am. Pero en un parpadeo todo se fue al tinaco. Muestra su decepción del ministro de Seguridad José Raúl Mulino. “Yo veía que este señor se daba golpes de pecho diciendo que había luchado contra la dictadura porque Noriega abusaba de los derechos humanos”, narra Joudry. No olvida que para lograr su destitución “alteraron un documento que firmó Mulino. Lo cual lo hace responsable de la destitución”, asevera.
Define a Gustavo Pérez como un niño. Un incapaz. Sin conocimiento para asumir semejante responsabilidad”. Añade que el daño que le hizo a la institución es severo desde el punto de vista moral y legal. Pone un ejemplo: “encuentra usted oficiales que en tres años ascendieron tres rangos, ¿cómo tu manejas eso?” pregunta.
Testimonios como el de Joudry y Nelson abundan en la Policía. Este diario contactó a Armando Fuentes, abogado de Gustavo Pérez, quien se encuentra recluido en El Renacer pero hasta el momento no ha emitido comentarios sobre el tema.
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