En 2011 Petaquilla Gold anunció a sus accionistas la adquisición de un yacimiento de oro y plata en España por $50 millones
En abril de 2011, Richard Fifer, ejecutivo principal de Petaquilla Minerals Ltd., anunciaba a sus accionistas la intención de adquirir trece concesiones de Corporación de Recursos Iberia, un yacimiento ubicado en Andalucía, España, que prometía una interesante reserva de oro y plata.
Según Fifer, el proyecto había sido valorado en $38 millones por una empresa independiente. Un documento técnico que, un año más tarde, sería cuestionado por la British Columbia Securities Comission (BCSC).
La auditoría que realizó la regente descubriría que la información suministrada por Petaquilla Minerals Ltd. a los inversionistas y a los entes reguladores no se ajustaba a la realidad.
El directivo vendió la idea a los accionistas de Petaquilla Minerals Ltd. y estos votaron en septiembre de ese mismo año a favor de la transacción con el gobierno europeo.
La mayoría de los accionistas, no obstante, desconocía que Fifer tenía acciones en Iberia y que estaban a nombre propio y de la Fundación Celina, de su propiedad. Las había adquirido en junio de 2010. En total, tres millones de acciones (13%). Supuestamente cada acción le costó a Fifer un centavo.
Fifer no lo comunicó a sus accionistas, pero sí lo hizo en ‘sedar', una página de internet que contiene un banco de datos sobre empresas públicas canadienses. En todo caso, gran parte de los accionistas desconocía la situación.
Pero no era solo Fifer el portador de acciones, lo acompañaba David Kaplan, miembro del comité de compensaciones de Petaquilla Minerals Ltd. Ambos ostentaban cargos ejecutivos en Iberia Resources.
Kaplan y Fifer firmaron el 1 de abril de 2011 —unos días antes de anunciar la compra de Iberia— una jugosa adenda que otorgaría a este último $60 mil mensuales como miembro del directorio de Petaquilla Minerals Ltd. El apéndice tenía una vigencia de tres años.
‘La adquisición de Iberia es parte de la estrategia de diversificación geográfica de Petaquilla para construir una fuerte presencia en las jurisdicciones mineras', se lee en el comunicado empresarial.
El anuncio de Fifer daba aliento a los accionistas de Petaquilla Gold, una de las subsidiarias de Petaquilla Minerals, y fortalecería las acciones. En aquel momento, la subsidiaria panameña se encontraba en pleno apogeo; el precio del oro alcanzaba récords de $1,800 la onza, y las ventas de ese año superaron los $95 millones.
La compra de la mina española, que apenas se encontraba en exploración, se realizó mediante la emisión de acciones de Petaquilla; cada accionista de Iberia recibiría acciones de Petaquilla. Esto diluyó sustancialmente el valor de los accionistas de Petaquilla en un 21%.
En los términos negociados, cada acción ordinaria de Iberia sería cambiada por 1.3 acciones ordinarias de Petaquilla, la valoración de la oferta era de cerca de $41 millones.
EL ENGAÑO
Algunos accionistas consideran que esta transacción fue un engaño. Raúl Ferrer, expresidente de Petaquilla Minerals, dice que Fifer les vendió la idea de que el ‘proyecto iba a hacer que Petaquilla Gold valiera el triple. Nos dijo que el financiamiento lo iba a dar Deutsche Bank. En ese momento, la empresa panameña tenía un préstamo con ese banco, y dijo que nos iba a sufragar en España'.
‘Los planes de exploración en España se mantuvieron activos para validar las reservas, y cuando cayó el precio del oro, Panamá necesitaba recursos y aquí se fueron parando las operaciones', describe Rodrigo Esquivel, jefe ejecutivo del directorio de Petaquilla Minerals.
Las malas noticias no se detenían. La auditoría del BCSC revelaba que la factibilidad del proyecto no había sido probada, y que con los datos disponibles a la fecha de la elaboración del documento técnico en el que se calcularon las reservas de la mina, se omitieron los resultados negativos del estudio de factibilidad realizado en el 2007.
La brillante inversión fracasó. El proyecto de España no consiguió financiamiento y en diciembre de 2013, el gobierno de aquel país retiró los derechos mineros a Iberia por incumplimiento reiterado de los requisitos exigidos a la empresa, que alegó insolvencia económica.
EL OCASO DEL ORO
La situación de Petaquilla Minerals Ltd. empezaba a mostrar signos de vulnerabilidad en el mercado en 2013. Su condición se reflejaba en la bolsa de valores con una baja en el valor de las acciones. En el 2011, había alcanzado el triple de lo que costaba solo un año antes. La gráfica mostraría más tarde una caída en picada imparable, hasta aterrizar en menos de cinco centavos la acción para finales del 2014.
Un panorama muy distinto al que pregonaba Andrew Ramcharan, vicepresidente ejecutivo de la empresa, en una feria del oro celebrada en Londres. El entrevistado aseguraba un futuro promisorio para la empresa con planes de crecimiento y explotación que se estirarían al 2016.
DESAFORTUNADOS PLANES
Una ‘errada administración' —como la califican los exdirectivos de la empresa— truncó los planes.
En 2013, la urgente necesidad de inyectar flujo de capital a la empresa era inminente y veía Petaquilla Gold una oportunidad con los vecinos: Minera Panamá.
Inmet, o Minera Panamá, había contemplado la construcción de sus tinas de relave y carreteras a los puertos en las tierras que Petaquilla Gold había solicitado en concesión al Ministerio de Comercio e Industrias.
Aunque las tierras no habían sido adjudicadas, ponía a la empresa en una posición preferencial en su uso.
Para Minera Panamá, Inmet, la compra de las tierras era materia obligada; el estudio de impacto ambiental estaba basado en esa porción de terreno; sin él, Inmet no podría avanzar en sus planes de exploración y explotación.
Ambas empresas llegaron a un acuerdo: Inmet pagaría a Petaquilla Gold $150 millones: $100 millones por un contrato de compra de piedra que produciría Petaquilla Gold, y el resto correspondía a un ‘alquiler' por adelantado que otorgaría derecho de uso de suelo.
Sin embargo, el proyecto de Minera Panamá no avanzó al ritmo planificado, se desfasó. Según Ferrer, de esos $100 millones se pagaron aproximadamente veinte.
Más tarde, en febrero de 2014, la empresa australiana First Quantum, que previamente había adquirido a Inmet, renegoció el contrato con Petaquilla, y se resumió en $60 millones.
Una cantidad con la que muchos accionistas apostaban a mejorar el promedio de sus acciones deprimidas, y capitalizar la inversión.
La gran sorpresa fue que cuando se cristalizó el contrato con la australiana, toda la plata que recibiría Petaquilla Gold ya estaba comprometida en deudas: al Deutsche Bank se le debían $25 millones aproximadamente, $10 millones de First Quantum los recibirían a futuro, y el resto era para planilla, Caja de Seguro Social y acreedores.
En diciembre de 2013, Raúl Ferrer y Rodrigo Esquivel anunciaban a Fifer su renuncia. Ambos se retiraron de la empresa en 2014.
El proyecto de la mina de oro más importante de Panamá se extinguía solo cuatro años después de haber iniciado operaciones tras haber exportado más de $217 millones en oro.
RAÚL FERRER
‘Nos vendió la idea de que España iba a tener un financiamiento asegurado porque Deuche bank que nos financiaba en Panama', exdirectivo Petaquilla M.
LA GRAN DESILUSIÓN
El negocio de Lomero-Poyatos. Así reportaba en abril Petaquilla Minerals la adquisición de la concesión de Lomero-Poyatos:
Petaquilla Minerals Ltd. agrega el proyecto Lomero-Poyatos a sus explotaciones a través de su adquisición de Iberia Resources Corp. El depósito de sulfuros masivos Lomero-Poyatos está situado en la prolífica Faja Pirítica Ibérica, que tiene una larga historia de la minería en tiempos de los romanos y cuenta con varias minas actualmente en operación.
El proyecto está ubicado en la comunidad autónoma de Andalucía. La zona que rodea el proyecto cuenta con muy buena infraestructura, red eléctrica, carreteras y un puerto de aguas profundas en Huelva. La concesión de Lomero-Poyatos en la actualidad se encuentra en plena vigencia. Iniciativas administrativas tomadas por la Dirección de Recursos Minerales de Andalucía se encuentran en proceso de revisión para determinar su mérito. Esta también es susceptible de recurso.
La mina Lomero-Poyatos históricamente ha producido aproximadamente 2.6 millones de toneladas de mineral de pirita, sobre todo por los métodos de minería subterránea, para su uso como materia prima de ácido sulfúrico. Se ha cerrado por más de 20 años.
Petaquilla ha completado más de 6,000 metros de perforación para actualizar los recursos inferidos actualmente a los recursos medidos y luego avanzar a nivel de las reservas. Esta perforación se realizó con fines geotécnicos.
ADQUISICIÓN DE IBERIA
En 2011 Petaquilla anunció su intención de compra de Iberia.
Iberia Resources, compañía canadiense propietaria del 100% de las acciones de la sociedad española Corporación de Recursos Iberia (CRI).
Adquirió los derechos mineros de Lomero-Poyatos por $616,444 en abril de 2010. Richard Fifer era el titular declarado del 13% del capital de Iberia Resources Corp. 36,616,722 dólares canadienses pagaron los accionistas de Petaquilla Minerals por las acciones de Iberia.
Petaquilla tuvo que emitir acciones, opciones y warrants (garantías colaterales con derecho a adquirir 49,632,957 acciones de Petaquilla) valoradas en 36,616,722 dólares canadienses.
Petaquilla emitió 44,635,225 acciones, 1,640,419 warrants y 3,357,313 opciones sobre acciones de Petaquilla.
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