Petaquilla no fue la única mina que llamó la atención del exmandatario Ricardo Martinelli. En el 2010 impulsó la reforma al Código Minero para permitir la participación como accionistas de Estados extranjeros en la minería, actividad antes prohibida para este sector. “Nos decía Lee Myung-bak que cambiemos la ley. Con mucho gusto, la cambiamos, quiero que el Gobierno coreano con inversionistas canadienses, estadounidenses y de la bolsa de valores inviertan”, dijo Martinelli en un foro.
El viceministro Ricardo Quijano defendió a capa y espada las transformaciones al documento momentos en que los indígenas realizaban protestas continuas. Cerraron vías principales en forma de presión para derogar la reforma que pretendía explotar Cerro Colorado, el yacimiento de cobre más importante de la región centroamericana.
Mientras Quijano demeritaba los argumentos de los aborígenes hablaba en los medios de las bondades del proyecto para convencer a la población.
Finalmente, las protestas y el repudio de los indígenas y la población en general de lo que parecía un negocio con membrete oficial obligaron a Ricardo Martinelli a derogar las reformas en el año 2011.
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