El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses IMELCF, pondrá manos a la obra para tratar de descubrir si los restos encontrados en el sector de Motor Poll de Los Pumas en Tocumen, corresponden al padre Héctor Gallego. Así lo informó el Secretario General del Ministerio Público Rolando Rodríguez Cedeño, quien indicó que la decisión se tomó luego de la reunión ordinaria de Junta Directiva del Imelcf. Las osamentas que aún se encuentran en posesión del instituto forense serán analizadas por el Dr. Vicente Pachar y el perito en criminalística Diomedes Trejos.
Humberto Mas, director del instituto forense indicó que aún resta esclarecer ciertos asuntos legales que marquen la ruta para examinar las otras osamentas que en su momento no se examinaron, y “que nos puedan ayudar a verificar la certeza de lo ya determinado”.
Los análisis se realizan a raíz de una petición de la Curia para verificar si entre las osamentas recolectadas hay restos del padre colombiano Héctor Gallego, pues existe la intención de Beatificarlo.
Así lo confirmó a este diario el Arzobispo José Domingo Ulloa, quien indicó que la Iglesia “no puede hacer ninguna causa mientras no exista el cuerpo, sin éste no se puede iniciar el procesos”. Agregó el religioso que en estos últimos años “hemos estado insistiendo en la necesidad de encontrar los restos y estamos rogando que esto sea así”, manifestó el Arzobispo Ulloa.
En el Imelcf reposan muestras de ADN de las hermanas del padre desaparecido en 1971, lo que podría facilitar la labor de identificación de los restos. Éstos corresponden a una de las cinco osamentas halladas juntas en el Cuartel de Los Pumas en 1999 cuando se realizó la primera exhumación de supuestas víctimas de la dictadura militar.
Una de ellas resultó en los restos de Heliodoro Portugal, pero al ser trasladadas las osamentas al parecer los huesos se confundieron y no se identificaron los restos del religioso.
“Hay gente seria que considera que ahí están los restos de Gallego puesto que las ropas encontradas correspondían a la forma de vestimenta que usaba el padre; jeans y una camisa de cuadros, además de un centavo que el padre siempre llevaba en su bolsillo”, manifestó Mas.
En su momento, las pruebas de ADN se hicieron a ciertos huesos que se sospechaba eran del padre Gallego, pero en cambio resultaron de Portugal.
El sacerdote que se involucró en una comunidad muy empobrecida de Panamá, ayudaba a los campesinos a organizarse en cooperativas lo que derivó una dependencia económica en el área, hecho precedido por amenazas y agresiones que desencadenaron en la desaparición forzada del religioso.
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