El abogado Adolfo Linares describe el egoísmo que brota de la organización internacional, a la que acusa de orquestar una campaña en contra de Panamá por no ceder al intercambio de información fiscal
Polémico, de carácter impulsivo que lo envuelve en una pasión que evidencia en su rostro con un enrojecimiento cuasi natural a tono con su cabello rojizo, el abogado Adolfo Linares analiza la crisis que enfrenta el país a raíz de las publicaciones internacionales de los mal llamados “Papeles de Panamá”. Asevera que la misma es producto de una “campaña” que busca desvirtuar el centro financiero y de servicios del istmo. Aunque las figuras del gobierno han mantenido una posición más reservada sobre qué y quién puede haber originado la información —que ha puesto a Panamá en boca de todo mundo— y con qué propósitos, el abogado habla de frente, y condena el “mal que se esconde detrás de las sabanas”.
P. ¿Qué debe hacer el gobierno para encarrilar la imagen del país internacionalmente?
Lo primero es aclarar que el negocio o la actividad de crear sociedades anónimas es de vieja data, que lo inventaron los ingleses, americanos y holandeses. Panamá lo adoptó en su legislación en los años 20, un país bastante internacionalizado para su época, baja inflación. El derecho a la privacidad es igual que un derecho a la vida, a la libertad de expresión. No tiene nada de peyorativo ni debiera ser, nunca lo ha sido, a pesar de la idea de los países europeos y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de que toda persona que busca privacidad y colocar sus inversiones en países que considere mejores para su beneficio, sea una evasión fiscal o algo oscuro.
P. El mundo ha cambiado, y ha exigido nuevas normas de transparencia...
Panamá las ha cumplido. El mundo no ha cambiado, eso no es así. Ciertos países de la OCDE o que la controlan —específicamente Francia, Reino Unido y Alemania, Italia a veces; España, pero con menor fuerza— son los que denomino infiernos fiscales por las tasas que gravan a sus ciudadanos con un 70 y 80% de impuestos. Panamá tiene derecho a tener su propio régimen y, por lo tanto, lo que Panamá ha dicho es que está dispuesto a intercambiar información a pesar de que lo que va a recibir recíprocamente no le sea de utilidad.
P. Ante la situación en que se encuentra el país, ¿cuál debe ser el siguiente paso?
Analicemos la documentación que ha estado saliendo sin tener que defender a Mossack Fonseca. Empezando por el nombre, “Panamá Papers”, el que analiza la información se da cuenta de que ahí se habla de la constitución de sociedades de 21 jurisdicciones diferentes. Que las sociedades panameñas no fueron las más relevantes del informe y los propios elaboradores y los medios que lo han reproducido han dicho que la información no implica ni es indicio de que se han hecho actividades ilegales. Han puesto en su página web que no es delito, la pregunta es dónde está el escándalo. Desde cuándo para obtener información es aceptable violar los derechos individuales y fundamentales de las personas. Ese es el tema.
P. ¿Con qué objeto se infiltró a la firma Mossack Fonseca?
El único es criminal. No hay que ser ilusos. El que lee la información se da cuenta de que es de contenido amarillista. Hay 21 jurisdicciones donde Panamá no es relevante, no se señala ningún acto ilegal. Se confirma y se hace la aclaración de que no se trata de un acto ilícito.
P. ¿Es ilícito que una persona esconda su fortuna en otro lado?
Eso es otra cosa. Pero ¿dónde está eso en el informe?
P. La investigación internacional también revela el desvío de dinero por parte de políticos para que se pierda el rastro de sus fortunas...
Por supuesto, y hay que corretearlos a todos, empezando por los de este país. Pero en ese informe, ¿dónde se indica que eso sucedió? El negocio o la actividad de sociedades anónimas, en Panamá la más estricta, consiste en que el abogado que la constituye debe conocer a su cliente. Las sociedades anónimas también abren cuentas bancarias y esos bancos deben hacer su debida diligencia para que esa información se cruce. Este informe está buscando páginas sensacionalistas.
P. ¿Quién “hackeó” a la empresa?
Yo no sé. Lo que sí te puedo decir es quién compró la información. Es el gobierno alemán, y no solo ha comprado un producto de un acto criminal, sino que lo ha compartido con muchos gobiernos y encima viene a decir que los maleantes somos nosotros.
P. ¿Usted cree que hay algo más profundo detrás de todo esto?
Bueno, si usted suma las circunstancias en que estamos y al día siguiente que saliera la información salió José Angel Gurria, secretario General de la OCDE, y el director de política fiscal Pascal Saint-Amans por su lado, le han dicho barbaridades a Panamá diciendo que es el último bastión de la corrupción. Son insultos que no tienen sustento, y el Gobierno panameño tiene que callarles la boca inmediatamente.
P. ¿Comparte que se trata de una campaña de la OCDE en contra de Panamá?
Yo creo que es una campaña. Sí, la OCDE está metida directa o indirectamente porque es la misma gente.
P. ¿A dónde debe encaminarse el negocio de las sociedades anónimas, entonces?
Yo no me dedico a eso, puedo vivir de muchas cosas. Es un tema de soberanía y si está dispuesta Panamá a salir del subdesarrollo por sus propios medios o si está dispuesta a seguir los lineamientos que la OCDE (Francia e Inglaterra, principalmente) quiere para su beneficio. Ese es el lineamiento.
Somos colonia o somos independientes.
P. ¿Cuál es la consecuencia de este escándalo para el país?
En 1903 Panamá tomó la decisión de ser independiente, que nos tocó consolidar hasta 1999, cuando recibimos el Canal, y empezó a despegar mientras las otras economías que dicen hacer las cosas bien están quebradas y viviendo una crisis que Panamá no está viviendo. Si alguien debe cambiar las reglas son ellos, no nosotros, y que no nos obliguen a arrastrarnos al subdesarrollo.
P. ¿Panamá debe aplicar medidas de retorsión a Francia?
Sí debe hacerlo. Es un derecho del Gobierno y del pueblo defender nuestros intereses y nuestra soberanía. Por el simple derecho internacional se permite aplicar el mismo tipo de medidas discriminatorias de lo que me hagan a mí como país. El punto es que hay que defenderse porque al final la diplomacia es reciprocidad. Escuchar al director de la OCDE decir que Panamá no ha cumplido con ninguna norma, cuando tenemos más de veinte años tratando de ser cooperadores, a pesar de que no nos sirva la información que recibimos, te das cuenta de que no estamos siendo valorados por nuestro esfuerzo, sino simplemente por intereses mezquinos de ellos mismos. Pero ahí te das cuenta de que los países no tienen amigos.
P. ¿El peor escenario sería que otra firma fuera “hakeada”?
Habrán más firmas que tendrán que establecer las demandas correspondientes. Eso es un crimen. ¿Desde cuando las violaciones al Código Penal no son delito? Es el único crimen demostrado en lo que he escuchado, del cómo se abrieron las sociedades anónimas no se refleja nada ilegal. ¿Dónde está el escándalo? ¿Cuál fue el bien común que se quiso proteger para violentar la privacidad de más de 200 mil personas que habían ahí? La ilegalidad no puede ser un arma legítima convocada por la Justicia.
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