Esa es la teroría del abogado Jaime Jácome, para quien "los impuestos hoy son considerados un asunto estratégico financiero"
Las ácidas críticas de Francia, país miembro de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), contra Panamá, tras las denuncias por algunas de las empresas offshore registradas a través de la firma Mossack Fonseca, responden a la ‘necesidad desesperada de fondos de la vieja Europa'.
Esa es la teroría del abogado Jaime Jácome, para quien "los impuestos hoy son considerados un asunto estratégico financiero".
Según su explicación, la presión internacional a la que Panamá debe hacer frente para demostrar que no es un paraíso fiscal ni un mercado atractivo solo para bienes cuestionables obedece a la incapacidad de los países con altas cargas impositivas y tributaciones universales de controlar el patrimonio de sus ciudadanos.
La mayoría de las denuncias a raíz de la filtración de 11,5 millones de documentos del despacho de los abogados Jürgen Mossack y Ramón Fonseca cuestionan la legislación tributaria de otros países, no la panameña, indicó.
El abogado precisó que solo el 20% de las sociedades inscritas por Mossack Fonseca están alojadas en Panamá y el resto fueron inscritas en jurisdicciones amparadas por países de la OCDE, incluyendo a Francia.
Esas jurisdicciones, sostiene, donde también se constituyen sociedades mercantiles offshore, o donde existen bancos de licencia internacional que realizan operaciones financieras, no están sometidas a la misma presión que se está aplicando a Panamá , al que se quiere calificar como paraísos fiscal.
En la mayoría de los casos estos bancos, analiza Jácome, son subsidiarios de grandes bancos de países de la OCDE, como UBS (Suiza), Paribas (Francia), HSBC (Hong Kong) o BBVA (España).
En el mundo existen 89 países cuya legislación les permite estructuras societarias con operaciones fuera del territorio de esa jurisdicción. Entre ellos destacan: Estados Unidos, Japón, Hong Kong, Montenegro, Islandia, Irlanda, Belice, Islas Caimán, Austria, Australia, por mencionar algunos.
Jácome apunta que más de la mitad de los llamados paraísos fiscales por la OCDE son colonias, protectorados o Estados Asociados bajo la jurisdicción y soberanía de países miembros del grupo de países desarrollados.
Sin embargo, en esta lucha, puntualiza Jácome, Panamá no tiene aliados. ‘Esta situación, que ahora opera en desventaja para Panamá, nos va a obligar a cambiar el modelo de negocios del centro financiero y adecuarnos a una realidad de hecho. Vamos a terminar cediendo a sus exigencias', predice.
La realidad mundial es distinta a la de hace diez años, reconoce, ‘los patrones de negocios no deben afectar los intereses de terceros. Todavía se pueden hacer muchas cosas, el sistema financiero puede seguir adelante sin plata cuestionable', resume.
Mucho del dinero que mantiene el lujo de Mónaco, donde el Ejecutivo lo preside un designado del gobierno francés, puede que responda al sistema fiscal delpaís, sostiene Jácome, como ejemplo, sin que el principado reciba críticas.
‘Si en algún momento la autoridad estuviera interesada en saber quién es es el dueño de las elegantes naves en la marina de Montecarlo, seguramente le responderán con el nombre de una sociedad anónima, pero es el gobierno francés, dice Jácome, 'quien debe instalar los controles fiscales en su país para detectar a los evasores'.
PARAÍSOS PARA LA OCDE
Según la OCDE, los paraísos fiscales cumplen cuatro características: la jurisdicción no impone impuestos o estos son nominales, hay falta de transparencia, las leyes o prácticas administrativas no permiten el intercambio de información para propósitos fiscales con otros países y por último, ofrecen a los extranjeros beneficios fiscales por las operaciones que se desarrollen fuera del territorio.
Para Jácome, Panamá no cumple con esta clasificación. En primer lugar porque no existe un régimen especial que diferencia a nacionales de extranjeros. Segundo, porque la transparencia no es perfecta en ningún lugar del mundo, tercero porque Panamá impone impuestos variados; sobre la renta, sobre el patrimonio, al consumo, las actividades comerciales y otros, a todos por igual, sin importar que sea nacional o extranjero.
Un punto que añade el abogado es que Panamá sí permite el intercambio de información para efectos fiscales con otros países de forma expedita y transparente, para lo que ha firmado 30 acuerdos.
RESPUESTA FUNDADA
Hasta la fecha, no se tiene constancia de que exista una sola cuenta bancaria de las cuestionadas en un banco radicado en Panamá, lo que pudiera indicar dos cosas: que los dueños de esas sociedades no consideran al país una plaza bancaria atractiva o que es muy estricta en cuanto a requisitos de cumplimiento, dice Jácome.
RECLAMOS Y REMIENDOS
Francia sostiene que Panamá responde vagamente al momento de solicitar información fiscal según lo acordado.
En el reciente encuentro entre los ministros de finanzas de ambos países, Dulcidio De La Guardia y Michel Sapin, de Panamá y Francia, respectivamente, se ratificaron las posturas.
Francia solicitó ‘que la plataforma de servicios panameña no sea utilizada en actividades ilícitas' y Panamá volvió a ofrecer el intercambio bilateral como respuesta.
Francia anunció que reincorporará a Panamá a su lista de paraísos fiscales a partir de enero de 2017.
‘Es una excusa de Francia', afirma Jácome y añade que ‘depende de a quién se pida la información'.
‘El interesado le puede solicitar información a la Dirección General de Ingresos y cuando ésta se analiza en Panamá se pueden dar cuenta que la sociedad está inscrita en Delaware, por ejemplo, y para ellos esa respuesta se puede considerar incompleta', explica el abogado.
La estrategia de la OCDE es obligar a los países a suministrar información comercial en forma ilimitada y automática a requerimiento de instituciones de recaudación fiscal. En esa estrategia también se esconde, según Jácome, desincentivar la inversión extranjera en los países de baja imposición fiscal y tratar de que las empresas inviertan y generen empleo en los países europeos, y así responder a la demanda laboral de su inmigración.
La pregunta sin respuesta para Jácome es por qué la OCDE no controla las operaciones de sus colonias o protectorados, muchas de las cuales ni siquiera existen en los territorios que representan sino que operan desde oficinas en Ginebra, París, Londres, Madrid o Nueva York. Está de su mano implementar las medidas de debida diligencia que Panamá implementó hace años, sostiene en defensa del sector.
INVESTIGACIÓN: BRITÁNICOS SE REÚNEN CON PORCELL
Una delegación del gobierno británico se reunió con la procuradora Kenia Porcell, a la luz del escándalo de sociedades creadas por el bufete Mossack Fonseca, confirmaron fuentes oficiales.
El Ministerio Público señaló a este dirio que la delegación había agendado el encuentro, que se celebró en el despacho de la procuradora.
Desde que se conocieron las denuncias contra algunos de los clientes de la firma panameña Mossack Fonseca, al menos cinco países han pedido asistencia judicia a las autoridades panameñas para adelantar sus propias investigaciones.
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