Rodrigo Arosemena, exsubgerente de la Caja de Ahorros, dijo a la Fiscalía que aprobó las condiciones en que se daría el adelanto de los $9 millones
Arosemena amplió indagatoria en la fiscalía Anticorrupción el 27 de octubre, y dijo a Tania Sterling, la fiscal, que aprobó fue la excepción contenida, de la cual el gerente del banco, Jayson Pastor estaba al tanto.
La fiscal intenta esclarecer, por qué razón el adelanto que otorgó éste banco al proyecto de la construcción del nuevo centro de convenciones de Amador, a cargo del consorcio HPC-Contratas, P&V, se destinó a pagar parte de la deuda que mantenía la casa de valores Financial Pacific.
Antes de haber aprobado el mail, Arosemena indicó que tuvo una conversación con Voldy Wedemeyer en la que le explicó las excepciones que se habían cumplido.
Para proceder al crédito, la finca que se daba como garantía debía estar libre de gravámenes, situación superada, así como otros requisitos técnicos.
Lo que hacía falta era la autorización de Arosemena para que se diera el desembolso. El gerente general estaba en pleno conocimiento de la actuado.
“Mi intención al decir proceder al desembolso era que todo se había cumplido y faltaban las excepciones que pasarían al área de administración de crédito corporativo”, dijo a la Fiscal.
Añadió que ignoraba que los dineros del primer desembolso se habían confeccionado a nombre de dos sociedades anónimas Ilkeston y Langton International Holding, propiedad de Cristóbal Salerno, un empresario amigo del expresidente Ricardo Martinelli que acordó con el mandatario financiar el desfalco de la casa de valores.
El desembolso, agregó el exsubgerente, lo estaba solicitando el cliente desde una semana antes, pero no se les otorgó hasta que no se subsanaron algunos puntos. Manuel Morales, por parte de la empresa, era quien adelantaba todo lo relacionado a la línea de crédito del banco, manifestó el ejecutivo.
El cliente llamó por teléfono a Wedemeyer y se presentó al banco para que le den su crédito. “La oficina de administración de crédito ordenó el desembolso de los $9 millones”, explicó.
Después contó que los desembolsos del banco siguen un procedimiento: son manejados por los oficiales de banca corporativa a solicitud del cliente y presentado al área de administración de crédito corporativo que verifica la aprobación de Junta directiva que autorizó el préstamo.
Dentro de mis facultades no estaba la de aprobar ningún desembolso, una vez aprobé la excepción con la anuencia del gerente, la misma debía ser pasada al área de administración de crédito corporativo y ellos daban el adelanto.
El seguimiento lo da el oficial de la banca comercial a través de reportes de avance de obra -dijo- los cuales deben ser confeccionados por un ingeniero independiente o por el área de avalúo.
En el caso que se investiga, según Arosemena, se pusieron 8 condiciones precedentes y 10 condiciones generales. La principal excepción era que la escritura no estaba firmada por mi persona por lo que no se había inscrito al registro público la hipoteca, pero la misma había sido elevada a escritura pública firmada por el cliente, se había investigado la finca y estaba libre de gravámenes, por lo que la inscripción estaba al 100% en control de la CA.
Según Arosemena, el cliente HPC-Contratas, P&V fue propuesto por el presidente de la Junta Directiva Riccardo Francolini, quien mencionó que el proyecto era importante para el “Boss” (en alución al entonces presidente Martinelli) porque atraería un gran turismo para el país.
“En la reunión de junta directiva no se mencionaron las dos empresas de Salerno.
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