Guillermo Márquez Amado, exmagistrado del Tribunal Electoral, reprueba la idea del tope máximo de $5 por elector según el padrón electoral, dice que los fondos deben provenir, en su totalidad, del sector público
Un tema que enciende pasiones son las reformas al Código Electoral. Recientemente, la Asamblea Nacional aprobó en primer debate algunos cambios que, supuestamente, pretenden acabar con prácticas viejas y amañadas como el clientelismo y la narcopolítica. Estos cambios pretenden adecuar nuevas fórmulas para la contratación de propaganda en los medios de comunicación que Guillermo Márquez Amado, exmagistrado del Tribunal Electoral (TE), califica como un negocio dañino para la política considerando el monto que está en juego. El abogado y constitucionalista mira con ojos de alarma el deterioro que ha sufrido el TE a lo largo de los años. Se debe, en parte —dice— a la falta de renovación que hay en la institución. A punto de que se escoja un nuevo integrante de este tribunal, Márquez Amado descalifica a uno en especial que, según él, le haría mucho daño al país por sus recientes vínculos con el partido oficialista, y porque tiene fama de ser el “ungido”.
Hay 25 aspirantes a magistrado del Tribunal Electoral; de ellos, ¿qué analiza usted?
En primer lugar, señalemos que es lícito que todo mundo aspire. El hecho de que se abra la plaza no significa que la Asamblea Nacional debe contentarse con los requisitos mínimos para aspirar. Hay que apuntar al talento que tengan las personas en los siguientes aspectos: el primero es la independencia. Mientras los panameños estemos viendo los organismos del Estado —el Órgano Judicial, el Tribunal Electoral, la Procuraduría General de la República, la Contraloría— como cargos en que se debe nombrar a personas que tengan lealtades, en algunos casos absolutas a los partidos políticos, no es sano para la nación. Se necesita que haya personas que tengan la capacidad de cuestionar lo que hace a nivel del Gobierno Central. En segundo lugar, se necesita que las personas estén familiarizadas y conozcan el mundo electoral, no solamente las disposiciones electorales, sino como funcionan los partidos políticos por dentro. Cómo se agita la ciudadanía cuando pertenece a un partido político y cuando no, cómo se comporta y qué tanto le inquieta, así como el peso que tiene en la comunidad civil independiente, que se escuche esta opinión y la de los partidos políticos y ojalá fuera no solamente para ver qué ganan en los debates, sino qué gana la sociedad. En tercer lugar, se requiere de una persona que tenga dotes de honestidad especiales.
Y en esa última parte, ¿cómo vamos a estar seguros?
Bueno, con los antecedentes.
¿Quién no quiere Ud. que fuese electo como magistrado en el TE?
Alfredo Juncá no sería bueno. Sería establecer una especie de monopolio de determinado grupo político sobre el TE. Él no tiene ni la experiencia. Voy a ponerlo de esta manera, él es peso liviano con respecto al peso pesado de los magistrados que ya están en el TE. Por lo que yo he podido establecer, es un ungido, y al proponerme a investigar, como lo hice de sus antecedentes, he llegado a la conclusión de que no sería para nada sano, de llegar al cargo. En primer lugar, porque no está tan familiarizado con el tema electoral como es de desear. En segundo, dudo mucho que tenga independencia de criterio en razón a los antecedentes que conozco. Si hubiera algo que me hiciera desistir de esa convicción, naturalmente que lo admitiría. Es miembro del partido Panameñista y recientemente renunció; también era funcionario de la Asamblea, de donde también renunció para postularse.
¿Piensa usted que servirá a ciertos intereses políticos?
No necesariamente tiene que ser servil, él no maneja el tema electoral, se lo pueden bailar.
¿Y quién sí?
Yo no me atrevo a decir quién sí, pero sí he visto a personas muy familiarizadas con el TE, exfuncionarios del TE inclusive que han tenido mucha independencia, carácter y que podrían perfectamente desempeñar el cargo. Eso sería lo mejor que le podría pasar al TE.
Podría ser alguien sin escándalos, pero con vinculaciones estrechas partidarias...
La vinculación de una persona con un partido, en tanto que sea capaz de decirle que no a su colectivo, podría ser un buen candidato. Ese fue mi caso, cuando yo renuncié a mi partido en 1990, yo era miembro de un partido político. Le voy a decir algo con toda franqueza, a mí cuando me propusieron el cargo yo rehusé, y finalmente cuando el presidente del partido me lo propuso, Ricardo Arias Calderón, me lo dijo de una forma que yo no tenía otro remedio que aceptar comprometiéndome a abandonar los colores del partido político, y de arroparme —así lo dije el día de la toma de posesión ante la Asamblea— con los colores de la bandera panameña.
¿Qué fue lo que le dijo Arias Calderón?
Me dijo, cuando estábamos en la Cruzada Civilista pateando calle para conseguir para Panamá un sistema democrático, tú participabas de ese criterio con mucha intensidad. Ahora que tienes un cargo público en la Dirección General de Consular y Naves, que estás en tu campo, ya no tienes ese interés porque estás en lo tuyo.
Un golpe certero, ¿no?
Me dejó desarmado, y la conversación duró el tiempo que acabamos de conversar aquí. Le dije, Ricardo, no tienes más que argumentar, renuncio a la renuncia que te hice, y tomé el cargo.
¿Le costó trabajo alejarse de su partido?
No. Porque hay que admitir que Ricardo Arias Calderón es una persona excepcional. Jamás me llamó para sugerir, siquiera nada con respecto a cualquier decisión que tenía que ver con respecto al Tribunal Electoral.
¿Esto pudiera repetirse en nuestra realidad?
Habría que evaluarlo en los candidatos que se estén presentando. De esa lista de aspirantes, conozco el caso de una persona que militó en un partido político y considero que tiene carácter y lealtad para la ley, no para el partido político y que sería capaz de alertar no necesariamente para que prevalezca el interés del partido político y que sería capaz de advertir cómo debería ser una decisión aunque no favorezca al colectivo.
La Asamblea es un ente político por naturaleza, ¿qué podría evitar que la elección no estuviera impregnada de un matiz con ese carácter?
Mire, la convicción de que lo sano para una nación no es que se escoja a una persona representando a un partido por ser de ese colectivo, sino alguien que respete los preceptos y normas. Porque esos preceptos y normas están hechos en función del interés de toda la sociedad, y cuando las lealtades están puestas en un partido político, las normas se van a interpretar en función de ese partido político.
¿Qué otro nombre le causa alarma?
Hay otras personas, algunas de las cuales tienen excelente ejecutoria, en algunos casos me planteo si tendrán la suficiente independencia, en otros casos no conozco los antecedentes y no puedo decirlo. Pero es fundamental que la Asamblea estudie las cualidades de los candidatos, igual que nosotros los ciudadanos deberíamos hacer cuando elegimos a alguien para un cargo público y no dejarnos llevar por los regalitos del momento, porque eso quiere decir que no van a hacer lo que prometieron durante el periodo de elecciones.
Uno de los cambios efectuados al proyecto de ley de reformas electorales es la cantidad de firmas necesarias para las postulaciones independientes que se redujo del 2% al 1%, ¿es una cifra adecuada?
En principio parece que fuera más democrático haber bajado del 2% al 1%. El argumento que se ha utilizado es que los partidos políticos, para poder constituirse como tales, requerirían del 2%, pero la verdad es que los colectivos disponen de diez años para conseguir ese porcentaje que representan el 2% de los votos válidos de la última elección de presidente. A los candidatos independientes solamente se les va a dar de 8 a 10 meses, eso pareciera por lo menos cinco veces más, en proporción, que las firmas que tienen que reunir los partidos políticos para poder ser reconocidos. Otra cosa es que al momento de facilitarles los libros a los independientes para conseguir las firmas se da con mucha elasticidad y facilidad para que los ciudadanos puedan inscribir sus nombres y firmar. Además, hay que estar seguros de que aquella firma de que un funcionario del Tribunal Electoral decida que esa firma no se parece a la de la cédula, pueda ser verificada por el interesado y no que dependa únicamente de un funcionario al que, a discreción propia, le pareció que la firma del libro no se parece a la de la pantalla.
¿Es una discreción subjetiva muy amplia?
Muchísima. Si esos mecanismos no se establecen para desalentar la proliferación de rechazo de firmas, es como si no se hubiera hecho nada.
Hablando de financiamiento, la fórmula plantada supuestamente trata de evitar el clientelismo, ¿logrará el objetivo?
Eso es una fórmula que pretende ser equitativa cosméticamente para el público pero que es improvisada. Nadie sabe si eso sirve o no sirve, ni de qué análisis proviene. Además, el hecho de que pretendan que la persona que aporte hasta el 25% del total del monto de financiamiento, reduce a solo 4 personas las que aporten en una campaña, y eso es altamente sospechoso de delincuencia y de padrinazgos de los dividendos de eso que consideren como una inversión. Eso es muy malo para la política.
La publicación de los donantes, ¿qué garantía tenemos los ciudadanos de que eso va a ocurrir?
Hasta ahora conocer los donantes de las campañas de los partidos políticos no ha sido posible. El Tribunal Electoral retiene la lista a menos que la pida un fiscal. Pero la ciudadanía no se entera si la persona a la que se le otorgó una licitación le dio un millón de dólares al candidato y que ahora piensa retribuirle esa donación a su campaña, con lo que todos nosotros resultamos ser los paganinis.
Y burlados...
Además esa obra otorgada al donante tal vez no va a ser de nuestro interés y se va a cobrar más de lo que merece ser pagada. De manera de que obligatoriamente se dé a conocer el nombre de los donantes va a ser muy bueno.
¿Cómo debería ser el financiamiento, entonces?
Yo eliminaría el financiamiento privado, todo debe ser del sector público y la campaña debería circunscribirse a un mes de campaña y punto. El que tiene méritos para desempeñar algún cargo público, ya sea de presidente, diputado, representante, ya es más o menos conocido por la sociedad y su circunscripción.
¿Qué opinión le merece la sugerencia del Tribunal Electoral de bajar de $5 a $2 el tope de financiamiento por elector?
Otra vez veo que es una especie de regateo en lugar de obedecer a un análisis detenido y no improvisado de lo que debe ser el financiamiento privado, si es que debe haber financiamiento privado; el cual yo no lo creo.
En 2019 es casi un hecho que no va a cambiar el aporte de privados...
No debería haberlo... Pero a qué estamos apuntando, ¿queremos tener la mejor de las familias o la menos contaminada?
Este es un país que se mueve por intereses...
Es que tenemos que superar esa mentalidad y esos criterios porque entonces nuestros hijos, nietos y bisnietos, van a estar condenados a la misma realidad que nos afecta ahora.
¿Quién debe hacer la contratación de publicidad de medios, los partidos o las publicitarias?
Para mí es la que va a tener el peor de los efectos de las campañas políticas de todo lo que se ha dicho hasta ahora. Obliga a que todos los partidos tengan que contratar una agencia publicitaria para poder hacer sus campañas. En primer lugar, va a haber un chorro de comisiones mayores, más pequeñas e intermedias, y entre ellos, porque hay una cantidad considerable de dinero en juego. Así que eso es fomentar la corrupción en la política. En segundo lugar, dolorosamente es una realidad, que las agencias funcionan con el criterio de proveer la adquisición de productos por parte de los consumidores. Ese es su propósito, pero no necesariamente por la calidad el producto, sino que el consumidor sienta que eso es lo que más le conviene por razones emotivas, porque fundamentalmente se recurre al argumento de motivo, a la presencia, a la forma de la lata, a la etiqueta, al nombre, eso es lo que vende. Pero en política eso no debe ser, sino el programa del candidato, los antecedentes, la honestidad con la que haya trabajado, su capacidad, eso no es lo que venden las publicitarias.
¿Entonces deberían contratar sus espacios directamente a los medios los partidos?
Yo preferiría que sea el partido político quien contrate al medio, y también creo que los medios tienen que servir a la sociedad, y en función de eso tienen que renunciar a las ganancias que como empresarios quisieran tener para que la sociedad se beneficie.
Se pactó un descuento del 20%...
Eso no resuelve absolutamente nada. Antes de la campaña, mucho antes, todos los medios incrementan sus tarifas ese porcentaje y cuando llega el cliente les dicen que les darán ese descuento. Eso es inocuo.
¿Considera que debe haber paridad de género o debe ser por meritocracia?
Yo creo que todos pensamos de la misma manera, pero también tenemos la experiencia vivida que en el caso de las mujeres han sido discriminadas para que no tengan las mismas oportunidades que nosotros los varones hemos tenido en política.
La ley establece que las mujeres deben ocupar el 30% de los cargos, pero eso no ocurre, ¿por qué la paridad va a cambiar el panorama?
Porque en este caso se va a hacer con más cohesión. Se supone que por cada candidato masculino tiene que haber una femenina. Si ahora el 30% no se ha conseguido, cuando esté el 50% va a ser obligatorio tener una mujer por cada varón.
¿Qué tal si no hay interés para llenar los escaños obligados, o que para cumplir con el compromiso veamos gente sin mérito, en cualquiera de los géneros?
Vamos a ver, pero creo que hay que dar la oportunidad y veremos la experiencia qué nos dice y que el electorado se fije en la persona que se debe elegir por sus méritos, no por lo que sea la propaganda.
El voto en plancha, cuando se eliminó usted lo aplaudió, ahora regresa...
Volvió y con él la incertidumbre de cómo deben distribuirse las curules en la Asamblea porque el voto en plancha simula que determinadas personas obtienen votos durante la elección cuando en realidad no lo obtuvieron porque la deducción de los cocientes y los medios cocientes no se hace completa. Entonces, además de que confunde y siempre ha arrojado inconsistencias en quienes deben llegar a la Asamblea, va a arrojar en que haya personas que lleguen a la Asamblea que no tienen la simpatía ni que sea representante del pueblo que supuestamente lo haya elegido. Es lo único que ha hecho bien el partido Cambio Democrático, quitar el voto en plancha.
¿Qué opina de la postura del magistrado Erasmo Pinilla?
Yo creo que es oportunista. No me interesa hablar mal de nadie, no es el hecho. Te lo digo de esta manera, cuando yo le entregué el despacho a él, porque él me sustituyó, le pedí que hiciera un santuario de ese despacho. Él me dijo que así iba a tratar de hacerlo, y me dijo que me sintiera con la libertad en cuanto a que el día que yo considerara que no se estuviera haciendo de esa manera, se lo dijera. Cuando supe que había nombrado a un número de parientes, que no estaba bien visto y que no debía de haberse nombrado, me acerqué a él y le recordé que me había dado la confianza de advertirle. Pero lo que me dijo fue: ‘y qué quieres que haga, esa es mi familia’. Posteriormente, se disparó un discurso admirable después de las elecciones. Pero cuando estaba la campaña corriendo, que le presenté al Tribunal un escrito pidiendo que, en razón de las intervenciones que hacía el Ejecutivo para favorecer a un candidato de su partido, el Tribunal Electoral publicara y solamente publicara, el texto de las normas de los artículos 136 de la Constitución, y 30 y 32 del Código Electoral, que establecían prohibiciones de lo que se estaba haciendo, se demoraron un poco de tiempo. Tuve que ir a insistir, porque no lo hicieron desde el primer momento. En tercer lugar, muy recientemente dijo que su periodo culmina en enero cuando vence en octubre, él entró el19 de noviembre de 1999 y ese día le entregué el despacho.
¿Debería vencer en octubre, entonces?
De acuerdo con una opinión de la Procuraduría de la Administración, el término de los magistrados vence el 11 de octubre del año correspondiente. Entonces, después que yo dije que eso existía, él ha dicho que vea cuándo salió publicado su nombramiento en la Gaceta Oficial, porque fue en enero.
¿Cuál puede ser su intención de quedarse un mes más?
Eso es lo que me molesta. Por qué no se ciñe a lo que dice la ley.
¿Qué gana entonces quedándose un mes más?
Es que no se trata de ganar o no ganar, él tiene que hacer lo que la ley dice, que se respete la norma.
¿Hubo fraude en la elección de 2014?
No, de ninguna manera. Yo no sé en los casos de diputados, en esos sí hubo fraude. Pero en el caso del Presidente de la República, no creo que hubo fraude.
Entonces, ¿hubo o no ‘hackeo’?
Puede que haya habido hackeo pero eso no cambia los resultados porque los resultados que cuentan son los que están en las actas y ningún hacker se puede meter en las actas de papel, con tinta y con las firmas de los representantes de los partidos políticos y del presidente, secretario y vocal de cada mesa de votación a alterar los resultados en ella sin que nadie se dé cuenta. Lo que cambien en el sistema no es lo que cuenta, lo que cuenta es lo que está en las actas.
¿Es un riesgo modernizar la votación hacia la digitalización?
Sí, claro que es un riesgo, la mejor prueba son las elecciones venezolanas. Yo estoy convencido de que es un riesgo que nos digitalizamos, no estamos maduros para eso.
Del 1 al 10, ¿qué tan independiente es el Tribunal Electoral?
(Tarda en responder, piensa y se anima a decir) Frente al gobierno podría decir que 6 o 7, pero riesgo de que vuelva a caer como en otros tiempos bajo la influencia de algún poder podría bajar hasta un 30%.
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