El magistrado Harry Díaz, fiscal en el caso de pinchazos que se sigue contra Ricardo Martinelli, respondió a Sidney Sittón que la investigación cerró el 8 de octubre 2015, y que no forma parte del proceso de extradición
No parecen buenas noticias para la defensa del expresiedente Ricardo Martinelli que el juez Edwin Torres no haya llamado a una audiencia después de 10 días de haberse celebrado el último encuentro entre las partes en la Corte del Distrito Sur de Miami, Florida.
En aquel momento, justo al concluir la audiencia en la que la defensa de Martinelli solicitaba una fianza y había hecho un inédito paquete al juez, Torres dijo: “si considero que este caso es "afianzable" llamaré a una audiencia a principios de la semana entrante (lunes o martes pasado), si no, participaré para que el proceso de extradición del expresidente sea lo más rápido posible”.
Lo más reciente que ha ocurrido en este caso emana del fiscal Harry Díaz, no del juez Torres. Díaz respondió una misiva a Sidney Sittón, abogado de Martinelli, sobre el informe del testigo protegido (affidavit) Ismael Pitti incorporado al expediente -supuestamente- en enero de 2017.
Sittón ha indicado que este recurso se introdujo en forma extemporánea al expediente, por eso, entre sus inquitudes pregunta al fiscal si el cierre de la investigación se dio el 8 de octubre de 2015.
A esto, Díaz contesta afirmaivamente, reconfirma la fecha de cierre del expediente.
Sidney también solicita que el fiscal le indique, si dentro de la acusación formulada aportó el affidavit suscrito por Pitti, el cual fue rendido en Estados Unidos y aportado al Departamento de Estado. En caso cierto pide que le señale si se cumplió o no con lo dispuesto en el artículo 340 del Código Procesal Penal. Este artículo establece que “no se puede condenar a una persona hasta que el tribunal adquiera “más allá de la duda razonable, la convicción de que realmente se hubiere cometido el hecho punible objeto de la acusación”.
Díaz le responde que el proceso de extradición no es competencia del magistrado fiscal, por lo tanto, le solicita que se remita al Tratado de Extradición firmado en 1904 entre Panamá y Estados Unidos, artículo 545, 548.
Díaz adjuntó a su respuesta la providencia de cierre del término de la investigación, y observó que el solicitante hacía referencia a los artículos 418 y 430 del Código que refieren a la acusación y el anuncio de testigos que deben ser presentados en el juicio, pero reitera a Sittón que en este momento el proceso de los pinchazos que se le sigue a Martinelli se encuentra en su fase intermedia y cuenta con su respectivo escrito de acusación en espera de la comparecencia del señor Martinelli.
Sittón ha manifestado que el testimonio de Pittí se incorporó al expediente de forma ilícita en la embajada de Panamá en Washington y luego enviada al Departamento de Estado. Según Sittón, Díaz estaba consciente de que esta prueba se metió al expediente de forma ‘ilícita’, por se extemporánea.
En este sentido, aplicaría la teoría del fruto prohibido en el expediente. Sittón dice que ese testimonio se ‘fabricó’, y no era parte del affidavit original que envió el fiscal Harry Díaz.
Los abogados panameños que son parte de la defensa del expresidente manifestaron esta semana a los medios la posibilidad de que se celebrara una audiencia, pero esto no ocurrió y se esperan días de asueto la próxima semana por el aniversario de independencia de Estados Unidos el 4 de julio.
El exmandatario se encuentra privado de libertad temporalmente desde el 12 de junio pasado y pasa los días en la prisión Federal de Miami, ubicada a un costado de la Corte donde sesiona Torres. Un edificio gris de más de 15 pisos que aloja a más de 1,500 prisioneros.
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