Un 5% de la población mundial, que equivale a 250 millones de personas, consumieron drogas por lo menos una vez en 2015. De ellos, 29 millones padecen trastornos provocados por las drogas, siendo los opioides, entre ellos la heroína, las sustancias más perjudiciales, según el reciente informe mundial de Drogas efectuado por la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito.
El informe detalla que el daño que ha causado la heroína se acentúa en Estados Unidos donde el uso indebido de fármacos y el consumo de heroína ha desencadenado una epidemia y el aumento de morbilidad y mortalidad relacionada con estas sustancias.
En Estados Unidos se registra una cuarta parte del número mundial de decesos relacionados con las drogas, la mayoría provocados por sobredosis, que se han triplicado en los últimos 15 años.
Los trastornos de esta sustancia constituyen un porcentaje considerable de la morbilidad ocasionada por el consumo de drogas en general. Ocupa el segundo lugar después de los opioides. El consumo de metanfetaminas se va extendiendo, así como su mercado que se ha expandido en Asia oriental y sudoriental además de Oceanía, en Norteamérica y Europa, por lo que la preocupación es cada vez mayor.
El número de consumidores de cocaína se estabiliza, aunque en algunas regiones está en aumento. Un análisis de las aguas residuales revela que el Norteamérica, y en algunas partes de Europa, se incrementa. En la primera región, los casos de sobredosis se intensificaron entre 2012-2015. Sin embargo, el consumo está vinculado a la combinación con opioides. A nivel mundial los casos imputables a trastornos relacionados con el consumo de cocaína aumentaron de 729 mil en 2005 a casi un millón en 2015.
Los consumidores de drogas por inyección, son los que pasan las peores consecuencias; hepatitis C, infecciones por el VIH entre las enfermedades adquiridas. En el mundo hay 1.6 millones de consumidores por inyección que viven con VIH, 6.1 millones con hepatitis C y 1.3 millones que padecen ambas enfermedades.
MOCHILEROS Y LANCHAS EN LA FRONTERA
Colombia, país vecino, y uno de los principales productores de clorhidrato de cocaína, triplicó el cultivo de hoja en los últimos dos años. La proliferación de cultivos ha forzado a los estamentos policiales de Panamá a fortalecer la vigilancia en las fronteras, especialmente en Darien, que colinda con Colombia.
Oriel Ortega, subdirector Nacional de Servicios de Fronteras (Senafront), indicó a La Estrella de Panamá, que los narcotraficantes han mutado la forma de transportar la droga. Nada raro en este negocio. Según explica, los narcos envían mochileros, la mayoría colombianos, que cargan de 20 a 25 kilos de droga. Otras rutas son por lanchas rápidas o artesanales que ocultan la droga en doble fondo, y también han detectado personas que llegan a los puertos con maletas de doble fondo.
Las autoridades están preocupadas por la colaboración de la comunidad panameña fronteriza con los grupos de narcotraficantes, les brindan comida y les buscan sitios para hacer las transacciones. En este sentido explica el subcomisionado, que se trata de una población mínima, pero apoya en logística a los narcos.
Según Ortega no se ha judicializado a los colaboradores porque no los han detectado “infragantis”. El trabajo de Senafront se limita a dar charlas de prevención de drogas y se les invita a cultivar la tierra.
No hay comentarios
Publicar un comentario