Carlos Duboy, gerente de Tocumen S.A., debe separarse del cargo hasta que culminen las investigaciones que realiza el Ministerio Público sobre los sobornos que entregó la empresa Odebrecht al partido oficialista.
Tras haber admitido que su empresa, Strategic Management, fungió como intermediaria entre la constructora y el partido panameñista para canalizar los dineros para el movimiento político, diversas figuras coincidieron en que Duboy debe renunciar.
“Hay un conflicto de intereses en la posición de Duboy, y no puede seguir al frente de Tocumen, S.A.”, manifestó Annette Planells, del Movimiento Independiente (Movin). De acuerdo a la abogada, las explicaciones que brinda el panameñismo respecto de las donaciones que recibió de Odebrecht son insuficientes. Añadió que aún queda pendiente el informe sobre el detalle de las donaciones que se efectuaron a través de las sociedades anónimas del médico panameñista Jaime Lasso. “Más allá de pedir que se investigue, hay un tema de confianza ciudadana que se ha perdido”. Si Duboy recibió dinero de la brasileña, añade Planells, debe abandonar el cargo para que continúen las investigaciones. La líder de Movin reconoce que este gobierno inició las pesquisas para conocer sobre los sobornos, pero deben continuar, aunque aparezcan figuras de otros partidos.
Para Roberto Troncoso, miembro del Foro Ciudadano pro Reformas Electorales, el hecho de que algunos miembros del Panameñista hayan sido señalados como intermediarios en las donaciones de la brasileña abre una oportunidad al Ministerio Público. No solo para mantener la transparencia, sino para informar a la ciudadanía. “Pero pareciera que ahora que toca un nervio del gobierno que la nombró, se percibe una limitación”. Troncoso alienta a la procuradora Kenia Porcell, para que muestre independencia, coraje y fortaleza, y que independientemente de quién la haya nombrado, debe estar dispuesta a que rindan sus declaraciones.
Entre sus recomendaciones, Troncoso sugiere “solicitar la lista de donantes del panameñismo al Tribunal Electoral para que se aclaren estos donativos y se despejen las dudas, pues ante la duda siempre habrá morbo”, dijo.
Hay quienes no conciben cómo se ha negado cualquier vínculo con la constructora, pero cada vez hay más indicios de que sí hubo pagos o transferencias al colectivo. Es el caso de Severo Sousa, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep). “Alguien no está diciendo toda la verdad, o no quiere que se sepa. El pueblo quiere conocer la verdad, si eso amerita que exista algún tipo de sanción, pues que la haya, y si pueden demostrar que esa donación fue legal, pues que lo diga.
No puede ser que haya muchas versiones, la única fuente de referencia que tenemos son los medios, y debería ser el Ministerio Público”, indicó el empresario.
Más allá de ver si se trata de una acción de “ataque” -como calificó el Ejecutivo las publicaciones de este medio-, “el gobierno debería ver que el problema existe. Además, no sabemos qué compromisos tiene el Gobierno con el sector que representa Duboy en el aeropuerto, como para saber si existe la posibilidad real de que lo remuevan del cargo”, manifestó Sousa.
“Si yo fuera Duboy, me separo del cargo hasta que culminen las investigaciones. Me parece que es una persona honesta y trabajadora, si cometió un error, le tocará reconocerlo ante la justicia”, exclamó el diputado panameñista José Antonio Domínguez.
El diputado considera que Duboy no debe esperar a que el presidente le pida la renuncia; en su lugar, “seguiría a mis principios morales que me dicten lo correcto, de cierta forma, el presidente también es responsable por la gestión de su gabinete”, dijo Domínguez.
REDACCIÓN
Adelita Coriat y Marlene Testa
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