La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, ha excluido a Norman Castro, abogado del empresario Nidal Waked, de la Lista Clinton.
El anuncio del Departamento del Tesoro, que se reduce a dos líneas que mencionan el nombre, apellido y el número de pasaporte de Norman Castro, pone fin a un amargo año. Quien aparece en esta inmensa lista puede sentir en vida la muerte civil. En el caso del abogado sufrió un daño imenso en su carrera profesional por las repercusiones que implica ser parte de esta lista.
En mayo de 2016, la familia de Abdul Waked, en la que se incluyó a su sobrino Nidal Waked y 60 de sus empresas, fue acusada de pertenecer a una de las organizaciones más importantes de lavado de dinero producto del tráfico de armas y drogas. En ese momento, Castro Montoto prestaba sus servicios profesionales como abogado de Nidal Waked.
Charlie Carrillo, defensa de Castro en Estados Unidos, indicó a La Estrella de Panamá que a través de varios escritos logró que la OFAC cambiara su posición frente a su cliente. El Departamento del Tesoro alegaba que Castro era un asociado de un grupo organizado de lavado de dinero formado por la familia Waked, sin embargo, su equipo legal logró demostrar que solo prestaba servicios profesionales.
Cada persona es tratada independientemente en la participación que le da la Lista Clinton. A principios de enero, Lucia Touzard, abogada del grupo Wisa perteneciente a la familia Waked, fue excluida de la lista.
Carillo miró con mucho positivismo el hecho de que su cliente fuera eliminado de esta lista a un año de haber sido considerado parte de esta supuesta red organizada. Por lo general, es un proceso de años para salir, y cuando finalmente se logra, la gente está acabada económicamente y civilmente.
La decisión del Gobierno norteamericano en incluir o excluir a alguien no tiene una razón pública detrás, y quienes han logrado salir por lo general no toman acciones por los daños causados, pues sería improcedente legalmente.
En diciembre pasado, Nidal Waked, sobrino de Abdul, fue condenado por un juez a 27 meses de prisión. Detenido en mayo de 2016, sobre Waked pesaban delitos de blanqueo de capitales producto del tráfico de drogas y dos cargos por fraude bancario. Todos delitos relacionados al narcotráfico fueron desestimados, acusaciones débiles de la fiscalía, lo que redujo el caso a una confesión del empresario de fraude bancario sin lesión económica al sistema financiero.
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