Desde ayer es un hombre libre. El exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, Alejandro Moncada, sentenciado por falsificación de documentos públicos y enriquecimiento injustificado cumplió su término en la cárcel
Tres años y cinco meses han sido suficientes para transformar física y mentalmente al exmagistrado Alejandro Moncada Luna, que parece irreconocible.
Ayer, el Tribunal accedió a otorgar libertad controlada después de haber cumplido dos terceras partes de la condena acordada de 60 meses de prisión acordada con la fiscalía el 20 de octubre de 2014. En esa fecha, la Asamblea Nacional celebró un juicio en su contra por los delitos de falsedad de documentos y enriquecimiento injustificado.
Para llegar al trato hubo algunas escaramuzas de las que hoy prefiere ya no acordarse. En un principio, según allegados del exmagistrado, se había pactado que cumpliría la pena en casa, con una medida de arresto domiciliario. “Todo marchaba conforme a lo que se había cuadrado, pero después se rompió el trato porque la Fiscalía, afectada por la presión mediática, cambió de parecer y le propuso verbalmente -con la presencia de un testigo- que pasara 4 meses en el centro penitenciario El Renacer y después le concederían el arresto domiciliario”. Pero ésto nunca se cumplió.
Por eso los otros privados de libertad que convivían con Moncada Luna lo escuchaban quejarse constantemente de que “no le cumplieron el trato”, aunque nunca lo hizo ante los medios de comunicación. Se encerraba en su celda y pocas veces la abandonaba. Se sumergió en una depresión que requería controlar con medicamentos y ansiolíticos.
Ayer por primera vez se le escuchó la voz en la audiencia celebrada a las 9:30 de la mañana. Ramiro Yarvis, defensa de Moncada Luna, solicitó por tercera vez al Tribunal una medida distinta a la detención preventiva. Había sido negada consecutivamente, pero en esta ocasión le favorecían varias atenuantes. El exmagistrado había cumplido con los requisitos que la ley exige para tal fin: haber cumplido dos terceras partes de los 60 meses a los que fue condenado, contaba con una oferta de trabajo de una firma de abogados, había sido evaluado por el Comité Interdisciplinario del Sistema Penitenciario que determinó que se encontraba en el periodo de ‘pre libertad’, además mostraba buena conducta. Otro de los aspectos que consideró la juez fue que no había sido condenado por delito doloso en los cinco años anteriores al hecho por el cual se le juzgó.
La Fiscalía, representada por Jacinto Pérez, no objetó ninguno de los principios anteriores. Solo solicitó al Tribunal se tomen las medidas pertinentes para tener un registro de las horas que laborará a diario el exmagistrado. Para asegurarse de lo anterior, la juez solicitó un informe los días 30 de cada mes.
Los vaqueros le bailan en la cintura, el saco azul marino parece tres tallas más grande de la suya, sus ojos se ven caídos, semillorosos, cansados, y su mirada abatida.
En el salón de audiencia número 2, del Sistema Penal Acusatorio le acompañaban 8 de sus familiares entre los que se encontraban sus hermanos, sobrinos, primos y la esposa.
Frente a la juez de cumplimiento Elizabeth Berroa, aceptó con voz muy tenue las condiciones impuestas para su liberación. Dijo: sí, estoy dispuesto.
Moncada Luna tiene impedimento de abandonar el país; debe conservar un registro verificable de las horas que preste como asesor a la firma de abogados de su colega Alejandro Pérez, quien le ofreció un contrato por servicios profesionales como consultor por el cual devengará al mes $600 más 25% de bono de éxito. Moncada Luna deberá presentarse en su nuevo empleo a partir del lunes 26 de marzo.
El hombre que además fungió como Director de la Policía Técnica Judicial (2000-2005) salió ‘limpio’ de la cárcel. Su abogado dijo que como parte del acuerdo firmado correspondía la entrega de bienes, ahí se incluía el departamento que tenía en el sector de Coco del Mar, los autos, cuentas bancarias, etc.
Su nueva casa es la que le prestó el ‘tio Boby’ como se describió su cónyuge María del Pilar, a la residencia que habita. “El señor Roberto Tzanetatos nos la prestó por tiempo indefinido”, dijo la esposa a la juez. Se encuentra en la “calle de los millonarios” en el sector de Betania, añadió la mujer al detallar el punto exacto en donde se ubica el inmueble.
Unos minutos antes, Inés Vega, socia de la firma Alejandro Pérez Saldaña, Co. explicó en que consistía la oferta de trabajo.
“Se trata de un contrato por servicios profesionales con fecha de vencimiento en diciembre de 2019. Yo misma analicé la hoja de vida. Se tomó la decisión de contratarlo por sus conocimientos en el tema contencioso administrativo que requiere de asistencia para otros abogados de la firma, y será un asesor”, dijo Vega.
Aunque el contrato no está sujeto a horarios específicos, la juez prefirió que Moncada Luna cumpla sus tareas en la oficina de la firma, y que se lleve un detalle las horas de trabajo, así como las posibles salidas y entradas que hiciera del despacho en caso de visitar a algún cliente.
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