El Sistema Penal Acusatorio formuló cargos por tráfico ilícito de drogas, asociación ilícita para delinquir y corrupción de servidores públicos a un agente, dos cabos, un subteniente y un sargento de la Policía Nacional que servían a grupos delictivos del narcotráfico para trasegar droga y cuidar los cargamentos desde Panamá hacia Costa Rica.
En la misma audiencia, celebrada ayer con una duración de más de tres horas, se le imputaron cargos a la madre de uno de los implicados por el presunto delito de blanqueo de capitales. En un allanamiento efectuado a su residencia, la señora no logró justificar sus bienes, entre ellos una cuenta del Banco Nacional por $122 mil.
Entre las diligencias que se desarrollaron para desarticular esta red, a la que se le incautaron $615 kilos de cocaína y $168 mil, se incluyen 4 allanamientos, tres en Chiriquí y uno en la capital panameña que respondían a la operación "Denver".
También se formularon cargos por tráfico internacional de drogas y asociación ilícita para delinquir a dos particulares que servían como unidades de logística para los narcotraficantes que trasegaban la droga desde el puesto fronterizo de Guabalá, Chiriquí, hacia Costa Rica.
Estas personas, 8 en total, estaban siendo investigadas desde finales del año 2016 por la Fiscalía Especializada contra la Drogas. En la audiencia, la fiscalía argumentó que la banda era liderada por el sargento Carlos Batista Morantes, quien se encuentra detenido por un caso previo.
Los grupos delictivos utilizan a uniformados para facilitar el paso de la droga a otras fronteras. Ajustan horarios y rutas, los seducen con gruesos sobornos que les permiten trasegar la droga en el camino hacia Estados Unidos.
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