El querellante Carlos Herrera Morán asegura que se reunió con un abogado de la defensa de Ricardo Martinelli para buscar un acuerdo de pena en el que se declararía culpable y pagaría siete años de prisión
Carlos Herrera Morán, representante legal del doctor Mauro Zúñiga, víctima de los pinchazos telefónicos, asegura que tuvo una reunión de acercamiento con un abogado de la defensa del expresidente Ricardo Martinelli para explorar la posibilidad de un acuerdo de pena en el caso que se le sigue al exmandatario por cuatro supuestos delitos cometidos durante su administración, entre los años 2012 y 2014.
El acercamiento, que según Herrera Morán es otro más de los siete u ocho encuentros previos que apuntan al mismo objetivo, se produjo el miércoles 11 de julio en una oficina de la ciudad capital y estuvieron presentes, además, Marta Linares de Martinelli, esposa del exgobernante; y un abogado de la defensa (Carlos Carrillo, según otras fuentes). Este medio no ha podido contactar al jurista para conocer su versión de los hechos.
La expectativa de Herrera Morán, según dijo a La Estrella de Panamá, era lograr que Martinelli se declarara confeso y pactar una pena de prisión de siete a ocho años. Es decir, una tercera parte de la pena de 21 años de prisión que solicitó el fiscal de la causa, Harry Díaz, al juez de garantías, Jerónimo Mejía, en la acusación contra el exgobernante.
‘La reunión duró unas dos horas. Ellos (la defensa) querían explorar un acuerdo de pena', pero sin éxito, dijo Herrera Morán.
Al día siguiente de la reunión, apenas dio inicio la audiencia que se había programado el jueves en la Corte Suprema de Justicia, circuló un manuscrito de Martinelli en el que dejaba claro que no aceptaría un acuerdo de pena y sostenía su inocencia.
Herrera Morán asegura que contaba con la venia del resto de los querellantes para este acercamiento. ‘El que diga que no sabe, miente'. Añadió que la reunión se centró en el tema jurídico y que no tocó la indemnización, ‘no se habló de una suma', agregó Herrera Morán.
El fiscal Díaz corroboró a La Estrella de Panamá que Herrera Morán le informó sobre una cita convocada por el abogado de la defensa, Carlos Carrillo, acompañado de Linares de Martinelli, para explorar la posibilidad de un acuerdo de pena, pero no se habló nada de fondo. La indemnización en este caso, añadió Díaz, se debe convenir con los querellantes. ‘Lo que siempre ha mantenido es que ningún acuerdo de pena puede ser menor a cinco años de prisión. Siempre y cuando los querellantes estén de acuerdo con estos principios, el acuerdo de pena puede contemplarse como una posibilidad', manifestó el fiscal.
Sin embargo, Rosendo Rivera, querellante autónomo en el caso, indicó que hasta el día de hoy no ha autorizado a Herrera Morán a que realice ninguna reunión en su nombre. ‘Los hechos como los señala, no fueron de esa forma. No me dejarán mentir el resto de lo querellantes que no es, sino hasta después de que supuestamente Herrera Morán se reúne con Carlos Carrillo, Marta Linares, que nos informa que se había llevado a cabo la reunión. En ese momento, mis palabras y las del resto de los querellantes fue que no era correcto reunirse unilateralmente con la contraparte para tratar temas que inciden en todos ', indicó Rivera.
El tema trascendió luego de que se difundiera en redes sociales una conversación entre la joven María Cecilia Jiménez y Herrera Morán.
Jiménez, de nacionalidad colombiana, es conocida de Herrera Morán y de la señora Linares. En el audio difundido, la joven Jiménez dice que sirvió como puente entre las partes que buscaban un acuerdo. ‘Marta no te conocía (a Herrera Morán), si no tienes nada que perder, habla', reclamaba Jiménez, quien se presentó al penal la semana pasada para hacer una visita a Martinelli.
Mitchell Doens, también querellante en el caso, consideró que los acuerdos se hacen con el fiscal únicamente. Cuando Martinelli pide un acuerdo, es porque está dispuesto a declararse culpable, y una vez que lo hace, se discute el tema de las penas, resarcimiento al Estado y las víctimas. Él no ha hecho ningún acuerdo, mal se puede hablar de eso', manifestó Doens. Si la defensa no concreta sus intenciones con el fiscal es por gusto hablar de supuestos acuerdos, es perder el tiempo, acotó el también político.
Aunque a la fecha cualquier arreglo entre las partes ha sido infructuoso, sigue siendo una posibilidad en el caso.
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