Rolando López, Secretario del Consejo de Seguridad Nacional emitió un comunicado en el que desmiente al testigo Jaime Agrazal, en el caso que se le sigue a Alejandro Garúz y Gustavo Perez, exjefes del Consejo de Seguridad, por supuestos pinchazos telefónicos ilegales ocurridos en la pasada administración gubernamental.
López rechazó y desmintió categóricamente por falsas las afirmaciones de Agrazal quien el martes pasado, dijo bajo juramento durante la audiencia de presentación de pruebas, que López y el subdirector del Consejo, Jacinto Gómez, lo visitaron en la cárcel de David, Chiriquí, donde purgaba condena por delito de narcotráfico, para pedirle que mencionara "a los exdirectores del Consejo y al expresidente Ricardo Martinelli como autores o responsables de los pinchazos telefónicos ilegales", indicó la defensa de Alejandro Garúz, exdirector del Consejo.
"Es falso que el Secretario Ejecutivo del Consejo de Seguridad, Rolando López, y Jacinto Gómez, subsecretario, insinuaran a personas dentro de este proceso penal hacer declaraciones a favor o en contra de la libertad", indica el comunicado.
A renglón seguido, el comunicado del Consejo manifiesta que las "investigaciones relacionadas a este caso de escuchas ilegales han sido realizadas por autoridades judiciales competentes y no por el Consejo de Seguridad".
La contradicción entre ambos deja un manto de duda sobre quién dice la verdad. El juez decimosexto, Eduardo López, al escuchar el cambio de versión del testigo, compulsó copias del expediente para que se investigue el hecho.
Cristóbal Arboleda, abogado de Alejandro Garúz, dijo que el Consejo no el cumplió al testigo lo que le cumplieron, que le ayudarían con el caso que lo tenía preso por tráfico de drogas, razón por la que habría decidido revelar otra historia muy distinta a la versión original que declaró un 9 de enero de 2015. En la audiencia del martes pasado, el testigo Agrazal narró con detalles cómo fue contactado por los responsables de la entidad de seguridad. Dijo que lo habían transportado a Panamá en un helicóptero del Servicio Nacional Aeronaval y que una vez en la ciudad se entrevistó con el Ministerio Público para otorgar su versión.
La Fiscalía pretende probar la existencia del equipo de escuchas en el Consejo. Agrazal dijo tener conocimiento sobre un equipo de escuchas telefónicas de fabricación israelí, el cual se mantenía en el Consejo de Seguridad Nacional. En 2015, el exagente también declaró ante la Fiscalía Auxiliar, que conocía sobre seguimiento a políticos.
"Frente a lo que ocurrió amerita una profunda investigación, rara vez, ante la preponderancia que ha tenido el caso ante la opinión pública, se retracta una persona desmintiendo la versión inicial en torno que había presenciado o había sido obligado a acusar a alguien", indicó el vicepresidente del Colegio de Abogados Alfonso Fraguela.
Añadió que en este caso, "hay que tomar en consideración que las personas que involucra el testigo tienen grado de injerencia en el Estado, por lo tanto, hay que dilucidar quién dice la verdad. Si el testimonio fue amañado, simular un hecho punible es un delito. No puede quedar como la palabra de uno contra el otro. Hay personas con nombre y apellido que son señaladas".
La nota emitida por el Consejo está firmada por el secretario, Rolando López. Un agente de inteligencia internacional consultado por La Estrella de Panamá, se mostró sorprendido que el jefe de este organismo de inteligencia del Estado firmara la nota. "Yo nunca había visto a un jefe de inteligencia hacer eso. En Panamá es peor, porque en otras partes del mundo existe un vocero", exclamó la fuente.
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