"La convocatoria a una Constituyente es una soberana irresponsabilidad"

El aspirante independiente a la Presidencia, Marco Ameglio, asegura que el llamado para una reforma originaria a la Carta Magna paralizará la economía del país que ya atraviesa bajos índices de desempeño


Marco Ameglio.

Si llegara a ser Presidente de la República cada discurso podría durar entre dos a tres horas. Ama escucharse a sí mismo, y habla hasta por los codos. Marco Ameglio, exdirectivo del Canal de Panamá, se lanzó como candidato independiente y está en pleno proceso de recolección de firmas. Dice estar calificado para el cargo basado en su trayectoria política primero como diputado (electo por 4 periodos consecutivos) y luego como ejecutivo del Canal. Su discurso es el de un típico político convencional que pretende conquistar a los ciudadanos decepcionados.

Usted ha pasado por tres partidos políticos y ¿ahora dice que es independiente?
Yo esa trayectoria puede indicar que soy independiente, no de una persona que me encajan en parámetros que amarran a la gente en los partidos. A mi no me amarran los partidos si encuentro que no hay sintonía en concordancia con los principios que yo busco. He militado solamente en dos partidos, como Arnulfo Arias, fui liberal auténtico y después panameñista.

También se puede interpretar que usted escoge el escenario en el que tiene más chance y se postula...
Eso indica independencia. Es discutible, pero así es.

¿Por qué no corrió con el Partido Panameñista?
Porque no considero que tiene derecho a aspirar ni que sintoniza con mis principios. Me parece que no es el partido en el que yo me inscribí. Siento que representa a una secta de hermanos que se intercambian la presidencia del colectivo y yo no pertenezco a esa secta. Honestamente cuando uno no se siente cómodo en un entorno es mejor tomar su propio camino.

¿Usted se peleó con el presidente Juan Carlos Varela?
Nos hemos enfrentado varias veces, no hemos caminado nunca en el partido dentro de la misma línea. Yo salí del partido.

Si pierde como independiente, ¿va a regresar al colectivo Panameñista?
No, ¿ por qué?

¿En otro entonces?
Mira, uno puede tener ese derecho pero no está dentro mis objetivos. No es un plan, me lo dices como que si pierdo lo hago, pero no es así. Creo que llegó el tiempo en este país en que los ciudadanos tienen que tomar riendas y separarse de la tutela de los partidos políticos tan cuestionados que han tenido sobre todo el proceso político. Antes no había forma de aspirar a un cargo independiente, por lo tanto, el reclamo de que si no estoy ahora en un partido para pelear por el país como en la época de la libre postulación, es una completa novedad. Nunca hubo esta oportunidad y me siento cómodo aspirando como independiente porque considero que ningún partido político representa lo que los panameños demandan de la política. No están en sintonía con los problemas y las esperanzas de los panameños.

¿Por qué usted sí esta en sintonía?
Porque tengo una visión, tengo objetivos y principios, por eso me propuse ser aspirante. Yo le ofrezco a los panameños una opción de tener un gobierno que sienta y proyecte el interés nacional y no de un grupo ungido o de quienes tienen una camiseta puesta. La camiseta nuestra en esta es la de los panameños que queremos al país.

Yo vi su página y noté algunos ejes principales, pero en todos los párrafos mete una queja: ¡basta ya! Ese slogan...

¿No le gusta? Hicimos una canción y todo, debiera gustarte al menos la canción.
Suena a propaganda...
No es necesariamente lo mismo porque los político trasciende y es lo que vivimos y no tiene que ver con que alguien haga las cosas mal después. Estamos en un proceso político y uno tiene principios y consignas que representan lo que uno siente, y yo siento, basta ya. Si tu no lo sientes y quieres más de lo mismo, no pienses en basta ya! Te comprendo. Pero lo que yo creo es que mi sentimiento y el de muchos panameños es de que esto no puede continuar, de que hemos llegado a un punto en que cinco años más de lo mismo puede crear un accidente en la vida política.

Nada garantiza que con usted cambie el panorama...
Ya eso es discutible. Estoy explicando el mensaje de basta ya! Aquí hay los que quieren que esto siga y los que decimos basta.

Algunos empresarios han emitido una voz de alerta en cuanto a una paralización económica si se llama a una Constituyente originaria. ¿Cuál es su parecer?
La convocatoria a una Constituyente es una soberana irresponsabilidad. Lo digo con sinceridad y de forma directa y clara. Este país no se puede someter a un proceso que accidente más la vida de los panameños. Lo que necesitamos es certeza y dirección. Sí se necesita una constitución nueva pero una constituyente no es un fin, es un medio accidentado. Generalmente producto de la ruptura de un orden constitucional, de una situación de confrontación y prácticamente de guerra civil. Esa situación ni existe ni la queremos.

¿Qué propone?
Un entendimiento nacional. Un diálogo que produzca otro pacto, un diálogo convocado por quien dirige el país. En este caso, como aspirante a la Presidencia me propongo convocar un pacto inmediatamente para lograr un entendimiento pero que llevemos a un referendum posteriormente. Hay otra cosa, esa constitución defectuosa que tenemos, tiene la garantía de blindar al Canal de Panamá. Cuando convocas a una constituyente suspendes el orden constitucional y creas un verdadero vacío institucional en la protección del único bien que produce y funciona bien en este país. No podemos olvidarnos de esto. Tampoco garantizaríamos a los panameños que en una Constituyente se va a proteger el régimen que protege al Canal que es producto de un consenso nacional. Cuando uno cuestiona si el Canal pudiera ser mejor o si el título Constitucional que lo contiene se puede mejorara, es verdad todo puede ser perfectible, pero yo no lo puedo poner por encima de lo posible. Y eso que ha funcionado hasta ahora es producto de un consenso y entendimiento de fuerzas políticas y sociales del país. Por eso es fundamental garantizar que el orden constitucional no sea afectado.

¿Un diálogo abierto?
No, uno que dure 60 días. Hemos hecho proyectos de Constitución. El antiguo presidente hizo un proyecto con el que se puede trabajar. En pocas palabras, ya existe un borrador.

¿Sometería esas propuestas o les haría otras reformas?
Hay que someterlas a un diálogo nacional. Hay que llamar a toda la sociedad para tener un proyecto de país y producir las bases de un nuevo Estado. Eso mediante un diálogo con tiempo definido que produzca un documento final que llevemos a referendum.

Los independientes que buscan llegar a la presidencia como usted, ¿con qué brazo político pretenden interactuar con la ciudadanía para lograr transformaciones armónicas?
Primero es importante no equivocarse de piloto. Se necesita experiencia y trayectoria, capacidad comprobada para ofrecerle a los panameños un buen gerente. Yo creo que ningún partido político va a controlar la Asamblea, si me preguntas a mí, yo creo que no tener una mayoría en la Asamblea refuerza la idea de convocar a un gobierno de unidad nacional. Yo pienso hacer un gobierno de panameños, de ciudadanos para ciudadanos. El gobierno de clientelismo no es el que yo apelo. Hay que integrar que no es lo mismo que matraquear entre fuerzas políticas.

¿Cuántas firmas tiene en sus libros?
Debo haber presentado más de 40 mil.

¿Cuántas le han depurado?
Muy pocas. Me han revisado muy pocas y me han depurado muchas. De las que revisaron fueron 40% y tengo entendido que a medida en que revisen un mayor número de firmas el porcentaje va a ir bajando. Así ocurrió con varios colegas que aportaron un número alto de firmas aportadas ese número se ha bajado. Pero yo estoy en un ritmo de búsqueda de firmas creciente. Cuando empezamos estábamos en 1,500 y fuimos aumentando.

¿Cuánto tiempo tiene de estar en recogiendo firmas?
Ya llevamos 12 semanas. Los demás tienen 11 meses y llevan una diferencia grande con respecto a mi. Cuando me propuse entrar, 9.6 de 10 ciudadanos no habían firmado. Todavía hoy hay un ritmo más rápido de todo y es natural. Aún hoy el universo de personas que no han firmado es muy alto, superior al 90%. También la organización mata tiempo. Por lo tanto, si entramos de último hay mucha diferencia de tiempo, pero recorrimos el país, organizamos comités provinciales y hoy puedo decir que gracias a esa estructura y a un gran respaldo de la gente, estamos recogiendo muchas firmas.

¿Cuánto dinero ha invertido y de dónde proviene?
En esta etapa es difícil que te lo aporte. Pero hay restricción. Te puedo decir que no me gasto más de dos dólares por firma, así que cumplo con la ley. Si yo tengo 42 mil firmas me he gastado $84 mil.

¿Usted lo financia de su bolsillo?
Por supuesto, no me queda otra. Pero si me preguntas si es suficiente te diría que no.

¿Cómo pretende financiar la campaña política?
En la siguiente fase el techo salta a $10 millones, con eso se funciona. Yo diría que no es tan ridículo como lo que han hecho en la etapa de búsqueda de firmas que es ridículo, prácticamente imposible y tratando de controlar el gasto.

¿Tiene fe en los magistrados del Tribunal Electoral?
La ley no fue toda producto de ellos (diputados) sino de los que cambiaron en la Asamblea, así que eso no es lo que determina mi fe en los magistrados del Tribunal. Yo creo que por 28 años seguidos el sistema electoral nos ha dado muestras de su trabajo y que podemos confiar en ellos. Me niego a pensar de manera distinta. Puedo tener diferencias de criterio, aspirar a cosas distintas, pero en general creo que me uno a los que creen en el TE.

Está haciendo una matemática, ¿esa es realmente la cifra?
Es que es absurda la Ley, pero este es un medio público y segundo no te puedo decir que estoy haciendo las cosas de otra manera a la que me permite la Ley, estoy cumpliendo con ella. El contacto directo con las personas es lo que anima a la gente a firmar. Estamos recorriendo el país. No hemos podido poner propaganda en las calles. Lo único que nos hemos podido gastar es lo que nos permite la Ley, y es verdadera la cifra. Es para logística.

En educación propone la construcción de nuevos planteles, pero lo que buscamos es más calidad...
Lo primero es que yo acojo el pacto del Estado por la Educación, si yo digo eso significa que es acoger un modelo de educación moderno que propone transformación en el sistema educativo desde los educadores, integrándolos. Algunos se niegan y que lamentablemente tendremos que tener la valentía de amarrarnos el pantalón y enfrentar esa realidad. El modelo que propone el Estado por la Educación es un consenso y yo respeto los consensos. En este tema, así como en el de justicia donde hay un pacto y que tampoco se respeta. Yo en lo que a educación se refiere, lo que está contemplado en el pacto, concibe el cambio a partir de los propios educadores quienes tienen que ser sometidos periódicamente a evaluaciones de modernizaciones al igual que los alumnos. Ha habido falta de voluntad de los gobiernos quienes se asustan a la hora de implementar el pacto porque están en otras cosas. Se distraen, se debilitan en el camino y llega un punto en que dicen, yo en esa no me meto. Hay que saber que todas las cosas tienen su momento. Por ejemplo el actual gobierno en su postrimería, en qué capacidad se encuentra de proponer algo.

Ha sido parte de la Junta Directiva del Canal. Me gustaría conocer ¿qué pasó con el Puerto de Corozal, era necesario o era un buen negocio para un grupo económico en particular?
Es un puerto necesario. Panamá tiene que fortalecer su oferta portuaria porque tiene competencia en la región y tenemos el tránsito del Canal ampliado. Tenemos volumen de carga y lo lógico es hacer más competitivo el ‘closter’ de Panamá. El proyecto, como el desarrollo de las 1,200 hectáreas que están en frente de Corozal son de expansión que van a generar progreso y puestos de trabajo para los panameños. Lo que pasó es que fue boicoteado. Tenía nombre propio el proyecto? De ninguna manera, fue una licitación.

¿Boicoteado por quién?
Por intereses particularmente de competidores que no querían que el puerto les restara negocio. Como país ganábamos.

¿El proyecto está detenido?
No se paró, simplemente el proceso de licitación llegó al punto en que se tiene que replantear. La necesidad de mejorar la eficiencia y la capacidad portuaria existe, el proyecto es conveniente para el país. Atraería inversión que es lo que necesitamos ahora, además de mejorar la competitividad en el sector marítimo portuario. Creo que no va a ser planteado igual cuando salga la licitación. Llegó hasta el punto en que la licitación quedó desierta por falta de interés de los participantes. Cuando eso ocurre uno tiene que ver cómo mejora la oferta. Te puedo decir que el proyecto puede hacerse como el de expansión, es decir, que el Canal sea el que invierta en la primera parte, que tenía construcción, concesión y operación. El Canal tiene la capacidad financiera para hacerlo, construiría el puerto y simplemente subcontrataría la operación mediante una licitación. Ese no fue el modelo original, pero puede ayudar a mejorar. En esa primera etapa en que se licitó, fue obligante una mezcla de operadores con constructores que no siempre sale bien, eso hizo que la gente pierda el interés. Son procesos separados la construcción y la operación del puerto, yo pienso que por ahí eventualmente debe hacerse la distinción.

Si usted llega a ser presidente, ¿cómo manejaría las relaciones diplomáticas con China y Estados Unidos?
Hay una metida de pata que no tiene remedio y que no hay forma de arreglarla, me refiero a que la decisión fue sorpresiva y no se preparó al país para un paso importante que requería no hacer una sorpresa. Estas cosas sí s pueden anunciar. No es verdad que un cambio de relaciones exteriores se pueden sacar como el conejo del sombrero de un mago. Acá el país no estaba preparado, los sectores económicos no saben cuál es la agenda del gobierno. Conozco aquellos que han ido a las dos rondas que han ido a las rondas de negociación a China, y uno de ellos me comentó que los dejaban afuera del salón y luego los llaman y los consultan. Los chinos tienen su agenda, nosotros no. Me parece que el gran misterio es cómo se adoptar una decisión de tanta trascendencia sin haber preparado, definido una agenda. O en todo caso, no habiéndose reunido con los probables afectados o empresarios en esta relación para preparar al país. No se trata de continuar o no, uno no puede romper relaciones diplomáticas por razones de diferencia política con el gobierno anterior. Pero no se debe manejar de la forma en que se hizo. Lo que toca ahora es una manera improvisada para hacer rondas de negociación.

¿Qué es lo que debería tomar en cuenta el gobierno con respecto a esta nueva relación comercial?
Es muy diferente a que los chinos quieran cogerse todo, o a que los panameños les estén entregando todo. Que ellos tengan ese interés es comprensible, nosotros también queremos lograr buenos tratos. Pero hay cosas que uno se pregunta, como si acaso hay un trato detrás de esto que no conocemos. Ya se le pidió al gobierno que publicara los acuerdos y tuvieron que publicarlos. Esos acuerdos estaban listos cuando el presidente hizo el anuncio? Esos acuerdos probablemente fueron redactados por chinos y traducidos al español y puestos para que los firmáramos así. Esos acuerdos tienen que ir a la Asamblea. Ahora hay unas palabritas que se llaman convenios y protocolos que no tienen que ir a la Asamblea.

¿Revisaría los acuerdos firmados con China?
Sí, tienen que ser revisados.

¿Cancelaría algunos?
Bueno tenemos que revisarlos. No podemos tomar como bueno todo lo que se ha firmado. No tenemos que estar obligados a eso, y si no han sido ratificados para eso sirven estas instancias y si son figuras que no van a la Asamblea es más fácil prescindir de ellas.

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