"Preocupa que se firme el TLC con China antes de que termine este Gobierno"

Los empresarios consideran que esta negociación debe hacerse con calma pues se trata de aspectos sensitivos que pueden traer consecuencias para la economía panameña si no se logra un acuerdo satisfactorio

El 2018 cierra con un sabor amargo. Los negocios al detal han pasado uno de los peores momentos de su historia y con miras a que al menos los primeros meses del año entrante la situación se mantenga. Severo Sousa, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), que reúne a casi todas las organizaciones empresariales del país, detalla las preocupaciones del sector y pide cautela a la hora de negociar el Tratado de Libre Comercio con China.

¿Cómo evalúa el año 2018?
Ha sido un año muy complicado para el país en todos los sectores. Independientemente de credo, religión, partido político, todos hemos estado afectados con la situación. Es un tema que viene de arrastre, no ha sido de pronto, tiene como dos años que hemos venido comentando la desaceleración comercial que ha vivido el país y que ha afectado diferentes sectores. Se ve reflejado en el sector comercial al por mayor y al por menor, pocas ventas en los almacenes y mucha gente esperanzada que a finales de año, que van a circular aproximadamente $300 millones producto de bonos y salarios, sirva para inyectar un aire a la economía. Se está viendo que hay un crecimiento en el desempleo y estamos viviendo el año electoral, que tradicionalmente no es el mejor para el país.

¿Encuentra usted un perfil político capaz de poner orden en el país?
Yo creo que como persona, no. Hay que ver como equipo. Entonces, en esta forma, creo que el del PRD es el que está más organizado, ellos tienen 50 equipos trabajando en diferentes sectores, eso no lo tienen los otros partidos.

¿Los empresarios creen que el cambio de gobierno mejorará la situación del país?
No, simplemente porque los empresarios sabemos que el cambio de gobierno no genera los cambios, sino cómo actúa el que gane, sea quien sea. Además de eso, el próximo año, la última mitad le corresponde al partido entrante y todo mundo sabe que en ese tiempo están calentando la silla, en la curva de aprendizaje y los correctivos que puedan tener no se verán de inmediato. De tal forma, considero que el 2019 seguirá siendo un año complicado, ta vez un poco menos porque se van a aclarar las expectativas de la gente en cuanto al tema político.

¿Hay ambiente de invertir en la empresa privada en este momento?
No.

¿Para cuándo lo ve?
A finales del 2019, porque la gente está muy preocupada con la desaceleración comercial, la situación política, las persecuciones que percibe la gente. Este es un país muy chiquito, todos nos conocemos, la gente se aguanta mejor ante la incertidumbre y las persecuciones que hay.

¿En cuanto a la inversión extranjera es el mismo clima?
No, eso sigue funcionando, siguen llegando.

Pero ha bajado por la falta de competitividad...
Es verdad. Tenemos además un tema importante con el asunto logístico. La huelga de aduanas lo que demostró fue que nuestro famoso sector logístico, que no nos cansamos de vender afuera, no tiene base y cualquiera lo tumba en un instante. Es sencillo, cuántas veces se ha detenido el hub logístico este año por protestas de los puertos, de aduanas, de Autoridad Panameña de Sanidad Alimentaria, en la frontera de Paso Canoa, etc. De la de aduana la gente se enteró por el impacto que provocó en la producción de donas que se afectaron por la falta de ingredientes.

¿Qué se ha negociado en el Tratado de Libre Comercio con China?
Hasta ahora hay avances en temas puntuales. Por ejemplo, los chinos no manejaban desde un principio el tema del cuarto adjunto, donde permanecen los empresarios para enterarse de lo que pasa. Esto a falta de un sector privado en China, hasta ese punto se tuvo que negociar y creo que el gobierno panameño lo supo hacer. Se ha avanzado en temas de origen, intercambio de bienes. Hay temas cruciales que se refieren, por ejemplo, al capítulo de inversiones; en esto hay que tener cuidado porque radica en la amenaza que tanto se escucha de que puedan venir los chinos y nos “invadan” porque la realidad es que en China se hace de todo y hay inversionistas muy grandes que no tienen reparo en salir e invertir grandes sumas de dinero. En ese sentido, el TLC es muy importante para establecer cómo se pueden dar las inversiones.

¿Qué es lo que Panamá ha reservado como no negociable dentro del TLC con China?
Hay temas como bienes, algunos no se pueden importar, sobre todo con los que tienen que ver con alimentación Panamá no ha permitido. A su vez, los chinos pondrán otras restricciones. En este momento se habla de los servicios marítimos y la propuesta panameña es que se excluyan estos servicios del TLC, las cosas pueden cambiar porque no han sido cerradas.

¿Cuál ha sido la reacción de China sobre la exclusión de los servicios marítimos?
De buenas a primeras, hasta donde uno se entera, entiendo que ha habido receptividad y está en la mesa de discusión. Debemos tener cuidado porque no podemos pretender negociar con un gigante como éste, la segunda potencia comercial del mundo, y decir no te doy nada y tú me das todo. Ahí es donde puede haber un desbalance.

¿Cuántos contenedores de piña somos capaces de producir para satisfacer el mercado de China?
Debemos recordar que hemos firmado 19 o 20 acuerdos de esta naturaleza con varios países, pero nosotros no tenemos la capacidad de suplir los preexistentes. También hay que considerar que Panamá es un país de servicios y no productor de bienes. No obstante, los mercados que se abren también le dan opción al productor de escoger cuál es su mejor oportunidad.

El balance de los TLC que ha firmado Panamá parece negativo en nuestras exportaciones. ¿En qué se beneficia el país con el TLC con China?
Es un defecto de Panamá, no ha sido falla de los TLC o de las negociaciones, sino que no hemos podido implementar las herramientas para sacar adelante las exportaciones. Creo que todo lo que venga enmarcado de forma legal y que ponga las reglas claras del juego es beneficioso. En la medida de que esto no ocurra estamos expuestos a que los políticos de turno negocien puntualmente lo que les conviene con la otra nación.

¿Cree que los convenios que firmó Panamá son complementarios al TLC?
Son acuerdos de intención. La conveniencia es que facilitan su implementación de una forma más rápida de lo que se puede hacer con un TLC, que tiene muchos procesos. Los acuerdos permiten llegar a un objetivo de forma rápida. Lo único que yo veo criticable con este tema es que nos enteremos después que se firman.

Son muy generales...
Es verdad, pero para mí, es más beneficioso que perjudicial porque no compromete a Panamá en cierto detalle a un gobierno que está de salida y da un marco de cosas para hacer después. Tiene que ver mucho la parte política, que es importante para este gobierno y el de China, que hay una buena intención en las relaciones y se traducen a través de acuerdos y visitas.

¿Cree que se ha dado con rapidez la relación entre ambos gobiernos?
Sí, hay una preocupación en eso también en el sentido de que el TLC se firme antes de que termine este gobierno porque estos tratados deben ser negociados con cautela. Al final tiene que primar el interés de la gente. Yo recuerdo, cuando fui viceministro de Comercio Exterior, que estaba encargado de las negociaciones, nosotros, en la postrimería del gobierno de Martín Torrijos dejamos inconcluso el tratado con Canadá y con el Sistema de Integración al Sistema Centroamericano de la Unión Europea, porque en ese momento no era conveniente firmar el tema agropecuario. Luego, la siguiente administración lo firmó.

Algunos comerciantes importadores están preocupados por la competencia directa de los chinos en el comercio al detal...
Ahí es donde viene el tema de inversión, es importante que se regule bien quiénes invierten en el país. Tendrá que regularse. En otros TLC se ha regulado que no puedan venir y hacer inversiones a lo loco. En el sector marítimo, por ejemplo, se tendrá que regular cómo debe ser la participación china y la panameña. Eso es parte de la globalización. Lo hemos vivido los que estamos en el comercio, la entrada de nuevas marcas y la adaptación de estas nuevas relaciones que cambian según la protección que haya en el TLC. Esto todavía no está en el proceso.

¿Cuál es el remedio para Zona Libre?
Necesita a gritos una remodelación, mucha promoción, reconstruirla. Ahora tiene que competir con todo mundo. Incluso la gente quiere ir a Panamá Pacífico antes que a Zona Libre, que se ve mal. La infraestructura hay que reconstruirla, meterle interés al tema. Hay que promocionarla afuera, hay gente que no conoce de qué se trata y con todos estos temas de los organismos internacionales que la han puesto como un lavadero de plata, la gente tiene miedo a hacer negocios aquí. Hace mucho tiempo que por Zona Libre no pasa plata en efectivo, y aún así sigue teniendo esa fama. Eso el gobierno no lo ha explicado afuera y crea aprehensión en el comprador. También hay que bancarizar la Zona Libre. La banca decidió que no daría crédito a Zona Libre. Empezó con el gobierno de Ricardo Martinelli, cuando los bancos pusieron la alerta producto de las regulaciones internacionales. No se va a desarrollar una Zona Libre sin banco. Le hicimos la propuesta al Banco Nacional de que hiciera algunas líneas de crédito, pero no les dio la gana. No digo que no tengan que hacer plata, pero no concibo que sean un banco privado.

¿Puede revivir la Zona Libre?
Yo creo que sí, lo que no estoy seguro es que no creo que sea por parte de panameños. Veo a Zona Libre como un centro de distribución de compañías internacionales manejado por extranjeros. Eso lo lamentamos porque no veremos a los panameños en ese trabajo. Puede ser que algunos se vuelvan inversionistas y pueden reinventarse.

¿Cómo evalúa la investigación del caso Odebrecht? ¿Es pulcra o sesgada?
Yo creo que los empresarios la ven sesgada porque no hay una buena explicación de por qué figuras del partido político del gobierno actual no están en el mapa, siendo que participaron y admitieron haber recibido dinero. Entonces, la gente siente que a todos los panameñistas los sacaron y metieron al resto.

¿Cómo mira el Conep la retención de impuestos de bienes patrimoniales que deben hacer los bancos?
Lamentablemente se manejó muy mal la información por parte del gobierno cuando sacaron el decreto. Lo digo porque es una ley que se discutió durante casi dos años, el Conep lo hizo de forma muy activa y al final se consiguió un proyecto de ley bastante bueno. En un momento determinado, el gobierno reconoció que el mayor problema que tenían era la recolección de impuestos. Parte del problema es la falta de información y el tiempo en que se publica. No es posible que algo que va a entrar en vigencia en enero lo publiques 20 días antes, especialmente cuando estamos en un mes en el que todo mundo está en otra cosa. Para mí eso es lo criticable, terminarán dando un extratiempo.

¿El banco cobrará al usuario por ese servicio?
No debería.

Pero eso genera un gasto para ellos...
Pienso que si eso tiene un cargo extra, debería ser para el gobierno, no para el usuario porque no es algo que escogió él. Es una herramienta de cobro del gobierno, los bancos dijeron que les representaba un trabajo adicional y que tenían que contratar gente para realizarlo, a lo mejor tecnología también. Pero eso va dirigido a tu segunda casa.

¿No hubiera sido mejor modernizar la Dirección General de Ingresos?
En este caso, el gran problema es con la Autoridad Nacional de Tierras, donde el trámite toma tres semanas y no hay tiempo de aquí a diciembre para culminar con los trámites que exige el gobierno. Si no se inscribe en Anati, no se puede reconocer como patrimonio familiar.

¿Las complicaciones que se han visto este año son producto de un mal gobierno o de qué?
Definitivamente, muchas cosas son imputables al gobierno y su ejecución. La mayoría de los casos es un mal manejo de la comunicación, de los tiempos, etc. Esto sale y se entera la gente de que salió, no informaron de qué se trataba. Estamos firmando un convenio de migración y la gente se entera por alguien que posteó algo en las redes. Entonces, creo que el mayor problema de este gobierno, fuera de la ejecución en algunos casos, ha sido la mala comunicación. La ejecución no ha sido la más apropiada, por ejemplo, en los pagos a proveedores.

¿Cuánto han pagado de la deuda?
En la última reunión se habló de $600 millones, eran como mil y han hecho unos planes de ejecución.

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