Durante el juicio contra el expresidente Ricardo Martinelli, se vive una pugna entre la defensa y la fiscalía por el estado de las pruebas digitales e impresiones en papel que guardan la información sensitiva de las víctimas de los pinchazos
Hay una lucha entre la defensa y la fiscalía durante las sesiones de juicio oral, porque la defensa intenta desacreditarlas alegando que han sido vulneradas, que no guardan mismisidad, que no fueron preservadas apegadas al protocolo de cadena de custodia. Mientras la fiscalía defiende que el perito Luis Rivera Calles -que efectuó las diligencias de inspección ocular relacionadas a los temas informáticos- jamás ha dicho que las evidencias han sido vulneradas y que mientras se reprodujeron las grabaciones y los videos durante la audiencia éste reconoció que se trata del material que volcó en los dispositivos digitales mencionados.
Ayer la defensa practicó en el contra interrogatorio a Rivera Calles, un ejercicio con el perito en el que dejó constancia de varias situaciones: dijo que la fiscalía nunca le solicitó que corroborara con gmail la autenticidad de los correos electrónicos que aparecen en [email protected] para que esta empresa proporcionara las generales de los dueños de las cuentas de correos.
Indicó que no leyó todos los correos que entraban o salían de la cuenta antes mencionada y por lo tanto no estaba en capacidad de garantizar la autenticidad de dicho archivo. En este punto la defensa ha alegado que hubo selectividad en las evidencias que la fiscalía decidió llevar a juicio. Durante el desarrollo de la sesión salió a relucir un USB marca Kingston de 16 Bb que la defensa sostiene guardaba información relacionada al presidente Juan Carlos Varela y el político Jimmy Papadimitriu.
Este USB se registra en la diligencia de inspección ocular efectuada en septiembre de 2014, y según el acto de apertura a juicio contiene archivos de audio y video que se grabaron en un DVD.
El testigo Rivera Calles, jefe de informática forense del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, habló también de la entrega a la Fiscalía de los discos compactos y los DVDs; casi no me dejan ponerle ’tape’ yo le puse el ‘tape’ de embalaje pero no alcancé a hacer la cadena de custodia (de las evidencias). Declaró que existe forma de alterar la fecha que se registra al grabar el material en los discos compactos y después describió el método para establecer la veracidad de los correos electrónicos.
A continuación indicó que tampoco está en capacidad de garantizar la autenticidad de los 7 cuadernillos (que refiere a la transcripción de todo el material sensitivo recopilado de las víctimas) porque al momento de la diligencia no se le presentaron las originales, sino copias.
Las declaraciones de Rivera Calles desconcertaron a los querellantes.
El vocero, abogado Carlos Herrera Morán, reafirma que a pesar de lo dicho por Rivera Calles, éste nunca ha manifestado que las pruebas han sido vulneradas, ni se ha dudado de la integridad de las mismas.
“Se ha dicho que pueden ser vulnerados, en efecto, pero en este caso se ha acreditado que ninguna de las evidencias presentadas hayan sido adulteradas, por lo tanto son intactas y pulcras”, aseveró el abogado querellante.
Renglón seguido indicó que el perito incurre en contradicciones inexplicables y que él deberá aclarar estas situaciones más adelante.
“Rivera Calles, tendrá que explicar por qué en otros procesos, y durante 5 años, no dijo lo que ahora está tratando de insinuar. ¿Qué le ha pasado a este señor? Por qué ahora sale con unas declaraciones contradictorias que antes produjeron condenas. Aquí no se ha probado ni manipulación ni alteración de las pruebas”, insistió Herrera Morán.
La Fiscalía por su parte, dijo haber salido bien librada en cuanto al testimonio de Rivera Calles. La fiscal Diana Callender reiteró que no hubo selectividad en las evidencias que se introdujeron al juicio. Exclamó que cuando se hace una inspección, en este caso al correo que se halló en el Consejo de Seguridad, no se tiene que guardar toda la información, sino la relacionada al proceso, pertinente y relevante.
Defendió la libertad probatoria en el caso de la verificación de la autenticidad de los correos gmail. No se pueden hacer conjeturas de lo que hubiera pasado si se practica alguna u otra diligencia. “La manera que se hizo es la correcta porque no hay ningún tipo de vicio ni vulneración. Es más, cada víctima ha reconocido que se trata de su correo, y el correo fue examinado y en un acta se estableció que el perito, hoja por hoja fue revisada, ahora él no ha sido tan consistente en decir cómo fue que se volcó la información” reiteró Callender.
Se refirió a la estrategia de la defensa para tratar de sembrar la duda sobre las pruebas, pero recordó que las mismas deben ser razonables, es decir, que haya una buena razón para dudar y enseguida dijo que no hay ninguna razón para dudar de la integridad de los documentos cuando el propio Rivera Calles los selló.
Consideró que cuando llegue la oportunidad de la Fiscalía para volver a preguntar al perito, se aclararán las contradicciones que salen a relucir durante la sesión.
El perito mencionó que la diligencia de inspección ocular al correo [email protected] duró un día. La defensa atacó el hecho de que el perito no pudo haber escuchado y revisado los audios y videos que se han reproducido durante la audiencia por semanas para agotar todo el material que se surtió mientras se desarrollaban las audiencias a puerta cerrada. Al respecto, la fiscalía aclaró que no todos los audios y videos que se analizaron en las sesiones se hallaron en el correo. “En ese correo habían solo 3 audios y en el acta durante la duración revisaba hoja por hoja. El resto de los audios se hallaron en el disco duro de Toshiba”, señaló Callender.
En horas de la mañana la defensa centró sus preguntas en aspectos técnicos sobre las diligencias de inspección ocular que había realizado el perito Luis Rivera Calles, jefe de informática forense del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
En este sentido, la defensa intentó demostrar contradicciones con respecto a la velocidad del Internet contratada en el Consejo de Seguridad y plantear si era apta o no para la operación del sistema Pegasus, utilizado para espiar a docenas de figuras empresariales, periodistas, sindicalistas y otros.
Uno de los puntos que la defensa buscó dejar por sentado, fue la diferencia en las fechas registradas en un correo, supuestamente enviado por la periodista Siria Miranda de TVN al correo brad.Pry507@gmail, correo donde se halló la información producto de las intervenciones telefónicas.
Al respecto la defensa planteó, en voz del abogado Alfredo Vallarino, que dicho correo se imprimió en el año 2014, sin embargo, mantiene fecha del 2015. Lo que al equipo de abogados le interesaba dejar por sentado era que “se tienen documentos alterados y por lo tanto, no existe garantía de que no se haya manipulado la evidencia”, según el abogado Alfredo Vallarino.
ES ADMIRABLE LA DESTREZA DE LOS ABOGADOS DE LA DEFENSA AL TRATAR DE REVOLVER EL RÍO PARA OBTENER ELLOS GANANCIA. ESTÁN TRABAJANDO EN FORMA TAL DE QUE JUSTIFICAN EL PAGO QUE SE LES ESTÁ DANDO. SI MARTINELLI ES INOCENTE PORQUE ESTÁ DETENIDO TANTO TIEMPO POR EL MINISTERIO PÚBLICO ?. NO CREO QUE SEAN TAN MALOS.
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