El uniformado denunció atropellos de sus superiores. Alegó falta de vacaciones, horarios prolongados de trabajo y condiciones insalubres en el cuartel de Colón
Este viernes, el subteniente Sergio Cochez, con arma en mano, se atrincheró en la armería del cuartel de la Policía de Colón por espacio de tres horas. La unidad exigía que cesaran los abusos de sus superiores. Entre estos enumeró que tiene que trabajar 12 horas diarias, que no ha tomado vacaciones y que el cuartel se encuentra en condiciones insalubres. Un hecho inusual, tal vez inédito en la institución desde la era democrática del país.
Ante la negativa del uniformado a entregar las armas, miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta acudieron al sitio para tomar control de la situación. Luego de tres horas, con la intervención de sus familiares, el agente se entregó a las autoridades.
En medio del conflicto, el subteniente intentó que se permitiera el acceso a los medios para expresar sus insatisfacciones que no parecían ser producto de un mal día, sino del cúmulo de situaciones que le dieron ‘razón’ al argumento.
El incidente podría permanecer como un tiro al aire sin mayores consecuencias que el estruendo, “pero los mandos no se han dado cuenta que el disparo hizo bulla en la tropa para que desoiga al mando superior y observe la corrupción, el llamamiento al pueblo para alzarse”, manifestó un especialista en seguridad que pidió reserva de su nombre.
El hecho ocurre el mismo mes en que tres policías se quitaron la vida que ha generado preocupación entre los mandos.
El diagnóstico, según un comisionado retirado de la Policía, “es parte de los síntomas de descomposición a lo que les ha llevado la corrupción y la politización dentro de la Policía”.
El oficial observó que pasada una hora desde que el subteniente se tomó la armería ningún mando de la Policía se acercó a hablar con los medios.
En cambio, la institución envió un escueto comunicado mientras se buscaba retomar el control de la situación en el que se leía que personal especializado se encontraba en la sede de la Zona Policial, controlando la situación que se registra con una unidad policial”.
En el siguiente párrafo, la nota de prensa describía que “no se habían reportado personas heridas, ni rehenes, por lo que solicitaban a la ciudadanía no divulgar información falsa”. No obstante, posterior a este comunicado, la entidad no emitió un seguimiento sobre las investigaciones o correctivos internos que se siguieron en la entidad.
El ministro de Seguridad entrante, Rolando Mirones, solicitó a través de un twitt confianza en el trabajo que realizará la administración entrante para devolver la paz a la institución.
Por su parte, el diputado independiente electo, Juan Diego Vásquez, manifestó por la misma vía que “se debe crear una Comisión de investigación que pueda determinar la situación a lo interno de la Policía Nacional y el delicado estado de salud mental de sus integrantes”.
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