El Ministerio de Salud cuenta con una variedad de modelos del comportamiento del virus según las medidas de confinamiento. La situación en la Unidad de Cuidados Intensivos y la disponibilidad de respiradores no serán suficientes según los algoritmos
El Instituto Gorgas, especialistas internacionales y el Ministerio de Salud (Minsa) elaboraron diferentes diagnósticos del comportamiento del Covid-19 en Panamá para proyectar la capacidad de respuesta del sistema sanitario.
Mediante la aplicación de distintos algoritmos basados en cifras reales, pero con distintos porcentajes de contagios, contemplan un modelo en el que los casos positivos se elevan exponencialmente sin tomar ningún tipo de medidas restrictivas de movilidad. Bajo esta ecuación se contarían más de 176 mil positivos alcanzando el pico el 26 de abril, situación que desbordaría el sistema de salud, la disponibilidad de camas en sala y en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
En este modelo irreal descrito arriba, en Panamá se podrían contar más de 2 mil muertes a causa del Covid-19 si se calcula una tasa de mortalidad de 1.4%.
Estos modelos se revalúan a diario según el comportamiento del virus y las medidas sanitarias aplicadas. Lo que es un hecho es que la pandemia estará por aproximadamente dos meses más –si la población sigue las instrucciones de las autoridades–, hasta alcanzar mayo, siendo abril uno de los episodios más críticos que pondrá a prueba al sistema de salud y a la población si no coopera con el confinamiento.
En este momento, dijo a La Estrella de Panamá el director del Instituto Gorgas, doctor Juan Pascale, nos encontramos en un escenario con medidas de confinamiento intermedias a estrictas. Es decir, a pesar de que las autoridades han solicitado a la población que permanezca en casa y no salir a menos que sea necesario, las personas pasean, incluso se han registrado amotinamientos para asaltar supermercados.
¿Qué nos espera entonces? Que a mediados de abril se presente un clímax crítico de la pandemia, y luego se registre una meseta en la que se cuenten pocos nuevos casos diarios. Todo depende, y son enfáticos los científicos, del comportamiento de la población y qué tan serio se tomen las directrices del Minsa. Pues aún se contempla incrementar las medidas de confinamiento, como el ejemplo de China.
“Si aplicamos medidas estrictas, podemos cambiar el escenario dramáticamente y disminuir considerablemente la cantidad de infectados y pacientes con necesidad de ser hospitalizados o que requieran cuidados intensivos”, expresó Pascale.
El prototipo predictivo, elaborado por los médicos, que toma en cuenta diferentes factores para reducir la epidemia, basa sus proyecciones en las situaciones siguientes: que el 85% de los pacientes estarían en aislamiento domiciliario; un 10% de hospitalizados en sala y un 5% en la UCI; 685 camas disponibles en la UCI en el imaginario de que todas estarían destinadas para pacientes con el virus; 700 ventiladores disponibles que para su uso no requieren necesariamente una cama en cuidados intensivos.
Se maneja el supuesto de que el 80% de los casos en la UCI requerirán de ventiladores, y que el tiempo de estadía en una cama de la UCI, conectado a un ventilador, es de 14 días, mientras que el tiempo de estadía con el equipo de ventilación para alguien que fallece es de siete días.
El ejercicio que proyecta el comportamiento del Covid-19 en Panamá describe que para el 23 de marzo, la cantidad de casos que se habían presentado en esa semana fue superior a la que los médicos pronosticaron inicialmente. El 24 de marzo, el Ejecutivo amplió a 24 horas el toque de queda en todo el territorio.
En dichas gráficas llaman la atención los números a partir del día 16, desde la aparición del primer positivo, el 3 de marzo (fecha de referencia del estudio).
Según el reporte dirigido al doctor Julio Sandoval, coordinador nacional del Covid-19 y director de cuidados intensivos del Ministerio de Salud, para el 29 de marzo se proyectaron 1,423 casos positivos (en esa fecha se contaron 989 positivos y 24 fallecidos), de no haber acatado las medidas de confinamiento. En la misma línea, empleando las cifras estadísticas del 27 de marzo, para el 6 de abril se registrarían 3,451 contagios, de los cuales 173 requerirían cuidados intensivos.
En un ambiente en el que una persona contagie a dos y estos lo hagan exponencialmente a otros, sin contar con las limitaciones de movilidad planteadas, la estimación del pico del virus se presentará el día 49, es decir, el 26 de abril con 176,119 casos positivos, situación que sería inmanejable para los doctores del sector público y privado. En este escenario, si un 5% de los 176 mil enfermos requiere de cuidados intensivos, se contarían casi 9 mil pacientes. Si de ellos, la mitad logra librar la batalla, sobrevivirían 4,402 pacientes.
En otra tabla, suponiendo que los médicos logren reducir al 5% los contagios, y tomando como datos reales los registrados el 27 de marzo, calculan que para el 6 de mayo habría aproximadamente 125-130 muertes acumuladas, se registrarían 90 rechazos acumulados de pacientes en la UCI, siendo los puntos más críticos a mediados de abril y a principios de mayo (ver gráfica).
¿Qué significan estos números? Que al menos hasta mayo la curva empezará a descender y después “se podrán tomar medidas intermitentes de mitigación para que no ocurran repuntes de casos”, expresó el infectólogo Xavier Sáez-Llorens a este diario.
“La idea es tratar de ganar tiempo para recibir tratamientos verdaderamente eficaces que mejoren el pronóstico y prevengan la infección en la población remanente”, añadió Sáez-Llorens.
Al mismo tiempo, se busca que no se congestione el sistema de salud, como ha ocurrido en otros países
CAMAS EN UCI
Otro cálculo contempla una proyección de la UCI al 7 de mayo, en la que se usan datos reales al 27 de marzo con un factor del 5% según límite de capacidad de 685 camas. En esta gráfica se presentan picos que exceden la capacidad disponible de camas en cuidados intensivos a partir del día 49 desde el inicio de la enfermedad (26 de abril) hasta el día 60 (7 de mayo). En este periodo se podrían registrar 585 casos acumulados de pacientes rechazados en la UCI dado el exceso de positivos que coparían las camas disponibles. En el modelo que mejor aproxima el comportamiento de los datos reflejados en el análisis, se estima que habrá 123 pacientes en UCI.
A modo de comparación con los casos reportados actualmente por el Minsa y los reflejados en la gráfica que refiere las cifras del párrafo anterior, el pasado 29 de marzo se reportaron 36 pacientes en la UCI.
EL RETO DE LOS RESPIRADORES
En cuanto al uso de ventiladores, si se lograra reducir el contagio en un 5% (que no corresponde a la realidad actual) empleando datos reales al 27 de marzo, la proyección que registra el informe al 7 de mayo, según límite de capacidad de 700 unidades, no se podrá atender a todos los enfermos.
El Minsa ha manifestado desde la aparición del virus que cuenta con 500 ventiladores, sin embargo, en el modelo supuesto contemplado abarca 700 aparatos. En el peor de los casos, 263 pacientes (acumulado) no podrán contar con uno de ellos en la sala de cuidados intensivos ya que estarían en uso por otros 578 pacientes, tomando en cuenta que cada enfermo tendría una estadía de 14 días en esta sala. Los números representan supuestos de proyección basados en capacidad agregada en todo el país. En esta gráfica se proyecta un acumulado de fallecidos con ventilador de 731 pacientes, mientras los ingresos con ventilador se estiman en 115 para la misma fecha.
En cambio, si el contagio se reduce en un 80%, tomando los mismos datos reales del 27 de marzo pasado, para el 6 de mayo aproximadamente 200 pacientes estarían conectados a los ventiladores. Sin embargo, casi 300 pacientes no lograrían vencer al virus y fallecerían a pesar del respirador. Aún en esta gráfica se aprecia que 100 pacientes acumulados serían rechazados para el uso de ventilador.
Basado en una ecuación en la que se reduzca el contagio a un 80%, en un escenario intermedio, para el 7 de mayo se contarían 115 pacientes ingresados conectados a ventiladores en la UCI con un tiempo de estadía promedio de 14 días. Cifra que se agregaría a los 578 pacientes que estarían en uso.
No obstante, antes del 7 de mayo, los últimos dos días de abril ingresarían 101 y 107 nuevos pacientes, respectivamente. Los días subsiguientes se reduce la cantidad de enfermos que requerirían un ventilador a 83 (1 de mayo), 82 (2 de mayo), 89 (3 de mayo), y 94 (4 de mayo) para después escalar nuevamente los días 5, 6 y 7 de mayo con 101, 108 y 115, respectivamente. En este modelo se registrarían 263 pacientes rechazados para recibir un ventilador y fallecería el 48% de los internados.
La cantidad de contagios que se reportan diariamente refleja cómo se comportó el virus siete días antes bajo las medidas sanitarias impuestas en ese momento. De esa manera, los médicos basan sus algoritmos en diferentes días, con distintos escenarios que prevén el uso de camas, ventiladores y la cantidad de contagios que pueden esperar en los próximos días. Un dato importante es que la cuarentena total podría reducir aproximadamente el 50% de los contagios, resultados que se reflejarán en una semana. Doctores consultados por este medio calculan que el 15 de abril conoceremos si se aplana la curva, de qué forma, y qué nuevas fórmulas se deben adoptar.
Este diario se comunicó con el doctor Sandoval, pero no pudo atender las llamadas.
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