Uso del FAP como posible alternativa para mitigar la crisis económica del Covid-19

El Fondo de Ahorro que crea una cobertura en casos de emergencias, podría ser una alternativa para subsanar la crisis del coronavirus que azota a la economía nacional, nadie ha calculado los daños aún

El uso del Fondo de Ahorro de Panamá (FAP) que tiene un saldo de aproximadamente $1.3 billones, parece una alternativa a considerar por parte de los gremios empresariales como un intento de palear la crisis económica del Covid-19, que ha golpeado a varios sectores que empiezan a demostrar desesperación y nerviosismo.

Nadie sabe qué tan hondo será el hueco, por ahora parece algo infinito que no toca fondo. Desde su aparición en la capital el lunes pasado empezó a paralizar todas las actividades y en poco tiempo se extendió a nivel nacional (en el sector educativo) debido a las medidas sanitarias adoptadas por el Ministerio de Salud (Minsa).

Este detenimiento de todos los sectores hundirá aún más a la insípida recuperación económica que se asomaba a principios de año.

El uso del FAP que está destinado para casos de emergencia nacional tiene otros filos: ¿cuánto será suficiente?, ¿cómo se recuperarán los fondos?, y si se usa el dinero, ¿en qué se empelará?. Por otra parte es casi inminente que el gobierno tendrá que discutir con el sector privado medidas extremas en varios temas: laborales, bancarios, comerciales, educativos, y una larga lista.

Si el trabajador no asiste al trabajo por incapacidad, o si la empresa no genera ingresos para pagar las planillas, aún deben mantener los puestos de trabajo antes que dejar sin salario a los empleados. En este renglón se buscan implementar decisiones que no afecten a la masa obrera, una conversación entre el Ministerio de Trabajo y algunos gremios.

El Consejo Nacional Para la Empresa Privada (Conep), liderado por Julio De La Lastra, se encuentra en sesión permanente desde ayer con el objeto de elaborar un documento para presentarlo al Ministerio de Economía y Finanzas la próxima semana para aportar algunas ideas sobre lo que se podría hacer para reflotar la situación.

Los afiliados al Conep están conscientes que si bien es cierto que el gobierno ha tomado acciones pertinentes en materia sanitaria, se debían haber consultado con los sectores involucrados. Por ejemplo, en materia laboral “hay muchos grupos que tienen relaciones laborales distintas, como la construcción o el comercio, y queremos ser parte de las decisiones que adopte el Minsa por las medidas sanitarias impuestas”.

El sector privado entiende la crisis sanitaria, pero busca varias medidas salomónicas para mitigar la pérdida.

Uno de los sectores con los que se debe conversar es la banca. Los deudores están preocupados de cómo cancelarán sus hipotecas y préstamos si no tienen a quien venderles sus productos o servicios.

En este sentido, De La Lastra adelantó que conversaron con los banqueros para saber si era viable tomar medidas como en Italia, donde el gobierno ordenó congelar los intereses por 18 meses. “Ellos respondieron que los fondos de los bancos no son de ellos, sino de los cuenta habientes, y cualquier decisión debería ser consultada. Con esto podrían ser solidarios con las ganancias pero no con los fondos de los clientes”, contó De La Lastra.

Hasta el momento ningún sector, incluyendo el turismo primera puerta de entrada del coronavirus, ha cuantificado pérdidas. Una tarea pendiente para los gremios que se centraron en contener el impacto a nivel sanitario.

Ayer el Minsa y Migración decretaron que en el sector marítimo no puede haber intercambio de marinos en Panamá. “El intercambio de tripulación es positivo porque promueve el sector hotelero, muchos vienen de oriente a Panamá en no menos de 18 días, si hablas del tiempo de incubación del virus el mismo debería de evidenciarse en alta mar. Por eso es que esto a veces no hace sentido, y pedimos que consulten a los gremios respectivos”, manifestó De La Lastra.

Es urgente adoptar medidas económicas, aunque hasta el momento el MEF no ha anunciado en qué consistirán ni cuáles serán hasta no culminar los estudios que realiza el equipo de asesores económicos sobre los diferentes escenarios que pueda dejar el virus que ha causado estragos en todo el mundo.

Ayer la bolsa de Nueva York vivió su peor jornada desde 1987. Se desplomó 2,352 puntos ignorando prácticamente las inyecciones de la Reserva Federal de Estados Unidos por un valor de $1.5 billones para detener la caída libre de Wall Streat.

Rosario Turner, ministra de Salud sostuvo una reunión con la Cámara de Comercio en la que explicó cómo trabajará la entidad en los certificados de incapacidad. Dijo que dará un certificado a las personas que están en observación que debe ser entregada a la Caja de Seguro Social, para luego ser transcrita como certificado de incapacidad.

También se trató el tema de la importación de insumos, medicamentos, productos de higiene, alimentos y control de precios debido a la forma en que algunos ciudadanos nerviosos han acaparado estos productos de los supermercados.

REDACCIÓN
Adelita Coriat e Ismael Gordón

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