A pesar del llamado del presidente a la Junta Directiva de la Caja de Seguro Social a no tomar decisiones que afecten a los asegurados, la falta de liquidez ha obligado a explorar nuevas ideas como el uso de las reservas de la entidad en el Banco Nacional o una línea de crédito respaldada con bienes o valores
En tiempos normales, utilizar los activos de la Caja de Seguro Social (CSS) para hacer frente a una situación de arrastre, no parecería anormal. Pero momentos en que primero es necesario estabilizar al paciente para someterlo a cirugía, la idea requiere de un análisis más profundo.
En este momento la institución enfrenta un déficit en el programa Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) que se sumó a la falta de ingresos de la cuota obrero-patronal producto de la crisis de Covid-19, que ocasionó la suspensión de actividades en la empresa privada. Al corte del 10 de mayo, ya había suspendido los contratos de 170,562 trabajadores y contando.
A pesar de que se han propuesto varias alternativas para inyectar liquidez a la entidad, todo parece regresar al mismo punto: no hay estados financieros auditados desde 2017, lo que ha puesto una camisa de fuerza a la CSS ya que al no contar con cuentas claras, se le dificultará implementar algunas opciones.
Por ejemplo, sin un informe de la Junta Técnica Actuarial, a la CSS le será imposible hacer uso del fondo del fideicomiso que se encuentra en el Banco Nacional en beneficio del IVM, creado en 2008, y que según el balance general publicado por la entidad en 2016, totalizaban $939,427,250.
El blindaje legal que reviste a este dinero vs la necesidad de liquidez, deja como opción la modificación el artículo 215 de la Ley Orgánica de la CSS (Ley 51) que establece que para acceder a los fondos del Fideicomiso, se requiere de un informe anual de la Junta Técnica Actuarial, que sustente la necesidad de dicho acceso.
El economista Felipe Argote, miembro del Comité Asesor de Alto Nivel para la CSS, consultado por este medio, expresa que a través del Ejecutivo se puede solicitar a la Asamblea Nacional el cambio -con todo el tema político que puede acarrear esta petición- y que en un tiempo máximo de 3 meses la CSS se comprometa a entregar al Banco Nacional los estados financieros auditados.
Ayer el Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (Conato), apoyó la idea de emplear las reservas del fideicomiso que se encuentran en el Banco Nacional, no obstante, como ya se dijo, tienen una limitante legal para su uso.
Luisa Turola, quien también es miembro del mismo Comité Asesor para la CSS que se instaló por primera y única vez en enero pasado, propone como oportunidad para tener en cortísimo plazo liquidez para dar tranquilidad a la CSS, tramitar una línea de crédito con el Banco Nacional mientras surjan resultados para el diálogo convocado ayer por el mandatario Laurentino Cortizo mediante un tuit. El Presidente instruyó a la directiva de la CSS no tomar ninguna decisión que afecte a la población asegurada hasta encontrar la solución integral, producto de un gran diálogo nacional, tal como lo anunció en la Asamblea Nacional el pasado enero.
Los economistas saben que este tipo de convocatorias toman tiempo, y más los resultados que emergen de ellas, pero las pensiones no esperan. El problema de falta de liquidez que enfrenta la entidad no se resuelve por ahora con un diálogo nacional, sino con propuestas viables que den tranquilidad a los pensionados que recibirán su dinero mensualmente.
La idea de una línea de crédito ha calado en varios miembros de la Junta Asesora.
Sin embargo, lo primero que alertan es conocer con certeza cuánta plata hay y cuánta hará falta para enfrentar los compromisos financieros. Este análisis se ha postergado por años, gobiernos enteros, pero en este momento hay un paciente que requiere estabilizarse para entrar al quirófano. En este renglón hay algunas otras cosas que afinar, por ejemplo, a qué interés prestaría el Banco Nacional el dinero, si está en capacidad de hacerlo, qué garantía pondría la CSS como aval, y si existe alguna limitante legal que impida esta estrategia para la CSS.
Turola añade que la idea propuesta por el subdirector de la entidad, Francisco Bustamante, de tomar recursos de las reservas por el orden de 1,100 millones de dólares; y en el mejor de los escenarios, que se requerirían alrededor de 540 millones, todo para cubrir las pensiones en su totalidad hasta finales del año 2020, no le parece buena. Ella utilizaría estos valores como un colateral para un préstamo, "desprenderse de un bien no es lo mismo", afirma la especialista.
El faltante motivó al subdirector de la entidad, Francisco Bustamante, a buscar alternativas que otorguen liquidez inmediata a la institución para afrontar el pago de pensiones del programa solidario Invalidez, Vejez y Muerte.
La propuesta que asumía uno de los peores escenarios en materia financiera, posteriormente fue rechazada por la Junta Directiva de la CSS.
Asumir que las empresas retomarán el personal de trabajo una vez se reactive la economía, y que de esta forma se nutrirán los ingresos de la CSS es algo idealista. Aún el gobierno no ha liberado el plan económico que implementará para salir de la crisis, esa es una de las cosas que más le molesta al economista Felipe Argote.
"No puede haber un diálogo como lo cita el mandatario sin un plan económico, no existe tal, estamos a dos meses de haber declarado el primer caso del virus y aún no vemos claros los pasos del Ministerio de Economía y Finanzas. Cuando se publique esto, entonces podrán discutir los empresarios y trabajadores que integran la Junta Directiva de la CSS", alega Argote.
Analiza que la CSS tiene varios problemas: el paramétrico, o la falta de ingresos en el sistema de pensiones subdividida en el programa solidario y mixto; el flujo de efectivo por la falta de pago de la empresa privada en tiempos de Covid-19; la mala idea de vender bonos para compensar la falta de liquidez, y que el efectivo se encuentra en el Banco Nacional y no puede acceder a él por lo citado anteriormente.
"Lo que me suena mejor es que haya un plan económico, o se comprometan a entregarlo, cambiar la Junta Directiva de la CSS, y que se nombre a alguien con mando y términos de ejecución. Todos los sectores representativos en la mesa y que tengan un término sobre esa base sacar el dinero para pagar a los jubilados", asegura Argote.
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