La encuesta de Fedecámaras refleja una profunda falta de confianza en las medidas económicas adoptadas por el gobierno. El 91% de empresarios considera que "el país va rumbo al despeñadero", pide un golpe de timón y permitir abrir los negocios para evitar peores escenarios
Casi la totalidad de las empresas encuestadas (91%) por la Federación de Cámaras de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (Fedecámaras) considera que el país va rumbo al despeñadero. Han perdido la confianza en las políticas gubernamentales, porque estiman que no serán de utilidad para reactivar sus negocios.
La gravedad sobre la situación del problema socioeconómico no parece comprenderla el gobierno, a juzgar por las declaraciones de los representantes de Fedecámaras. Se percibe un cortocircuito entre las propuestas presentadas por los gremios y la reacción del Ejecutivo, ente que debe liderar las políticas de reapertura y el cronograma que estas deben seguir.
Los resultados de la encuesta, que se realizó entre el 24 de julio y 5 de agosto pasado, fueron revelados este martes por la doctora Alicia Jiménez, representante del gremio que agrupa a 2,881 empresas y que muestra un panorama sumamente oscuro en el sector comercial, laboral y socioeconómico, que urge un giro de timón del gobierno en las acciones adoptadas para combatir la pandemia. En total se encuestó a 817 empresas, de las cuales 95% son micro y pequeñas empresas (Mipymes), el 91% tiene aviso de operación formal y un 70% son independientes o microempresarios con menos de 10 empleados.
“El 80% de los consultados considera que el plan de reactivación económica anunciada por el gobierno no ayudará a la recuperación de sus empresas. El 70% dijo estar en desacuerdo con los planes sanitarios, enfocándose principalmente en las restricciones de movilidad y el cierre de comercios”, explicó Jiménez.
Luego de seis meses de haberse detectado el primer caso del SARS-CoV-2 en el país, la población aún tiene restricción en la movilidad y la gran mayoría de los negocios permanece cerrada. El 96% de los encuestados por Fedecámaras no está operando, la mayoría es micro y pequeñas empresas.
Peor aún, los empresarios no ven un panorama claro sobre los programas de reapertura. A pesar de haber presentado su plan de reinicio de actividades al gobierno, este ha hecho caso omiso a sus propuestas, que aseguran podrían sacar adelante al sector, cumpliendo con las reglas biosanitarias.
El ambiente de incertidumbre abunda en el sector comercial y de servicios. El 49% de los consultados dijo que cerró temporal o definitivamente; 42% redujo su personal, los salarios, y aplicó el teletrabajo; un 9% despidió a todos los trabajadores y solo el 4% opera normalmente.
Un 47% de los consultados indicó que abrirá su empresa con menos trabajadores y el 37% se está reiventando, principalmente con la transformación digital. Solo el 15% manifestó que abrirá sus puertas con el personal acostumbrado. No obstante, un porcentaje similar (15%) manifestó que se encuentra en quiebra, no tiene liquidez para reiniciar actividades.
La mayoría de los comerciantes (el 83%) percibe que la economía no se va a reactivar, y que los planes del gobierno tampoco servirán para este propósito.
No son los únicos que se quejan de la sordidez del aparato burocrático. Empresarios de la Cámara de Comercio manifestaron a La Estrella de Panamá que en dos ocasiones se han acercado al gobierno a presentar propuestas, pero no han respondido ni una sola de ellas. “Nada ha prosperado”, exclama el señor Jacky Eskenazi, dueño de almacenes departamentales.
El gobierno ha hecho muchos esfuerzos para controlar el virus, pero por diferentes razones que recaen en responsabilidad de todos, no lo ha logrado; la pandemia parece incontrolable en términos sanitarios.
Los comerciantes de la Cámara de Comercio emplean a más de 200 mil trabajadores, cuyos salarios se traducen en $1.3 billones de dólares anuales, y las contribuciones al Estado en materia de tributos directos se calculan en $983 millones anuales.
La crisis ha obligado a aplicar medidas laborales imprescindibles para evitar el colapso inmediato de los negocios, que combinan la suspensión de salario, el bono solidario que otorga el gobierno de $100 mensuales, y otras medidas que contribuyen al beneficio compartido, pero no han sido suficientes. Prácticamente se escucha un clamor al unísono, de parte de los empresarios al gobierno, para levantar las restricciones y reactivar el movimiento comercial.
Algunos consultados para este reporte manifestaron que las medias del gobierno parecen estar descoordinadas entre las instituciones, por ejemplo, entre el Ministerio de Salud (Minsa), el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) y el Ministerio de Comercio e Industrias (Mici).
Resumen que hay sectores que pueden reactivarse, ya sea para descongestionar los supermercados que venden otros artículos, además de alimentos, o las tiendas que no tienen un gran flujo de personas en sus instalaciones, lo que les permitiría abrir sin causar un gran riesgo de contagio del virus.
El sector automotriz tiene aproximadamente $370 millones en inventario. ¿Cuantas personas pueden ir al mismo tiempo a comprar un auto? Se pregunta uno de los comerciantes consultados. Son instalaciones que pueden adaptarse a las medidas de bioseguridad.
“El gobierno está más preparado para atender la pandemia por la experiencia que ha adquirido; están aplicando otros tratamientos médicos que pueden ayudar a la recuperación de los positivos”, manifestó Eskenazi.
Sugiere la apertura en un horario más adaptable, por ejemplo, de mediodía en adelante para no congestionar el transporte público. Para ello es necesario que el gobierno extienda el horario del toque de queda impuesto a partir de las 7:00 de la noche y tener transporte disponible.
Añade el empresario que abrir los comercios con el 20% de capacidad no sufragaría los gastos, pero es peor tenerlos cerrados porque las instalaciones se dañan, los productos se deterioran, la mercancía pasa de moda y lo peor es que tienen dudas de si vale la pena arriesgarse a hacer nuevas compras para Navidad, por decir lo menos.
Es cierto que tal vez el primer mes no registre tanto movimiento, pero la experiencia internacional refiere que en el tercer mes se mejoran las ventas, pero antes el gobierno debe dar luz verde para abrir las puertas de los almacenes, las mipymes y los servicios.
El presidente de la Cámara Panameña de la Construcción, Jorge Lara, indicó a La Estrella de Panamá que para poder arrancar el sector, las empresas deben cumplir con la conformación de los comités de higiene, según se establece en las resoluciones número 154 y 155 del Mitradel y cumplir con las medidas de bioseguridad dictadas por el Minsa (Resolución 405).
Pero hasta el lunes pasado, el gobierno no había comunicado al sector sobre la reapertura. “No sabemos si vamos a regresar con el 100% de los trabajadores a las obras, puesto que ni siquiera nos han anunciado apertura. No obstante, siempre han mencionado un retorno gradual y eso implica que no serán todos a la vez”, concluyó Lara.
No hay comentarios
Publicar un comentario