EN 2019 ROZARON EL MILLÓN DE VISITAS
En el país existen 320 infoplazas repartidas todas las provincias y comarcas. Este programa requiere de un presupuesto de $4.3 millones anuales que se tramita a través de la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt). No obstante, para el año 2021, debido al recorte presupuestario, disminuyó a $3.8 millones, a pesar de que se tiene programado abrir 40 infoplazas más, de acuerdo a Luis Cisneros, director de la asociación de infoplazas. El año pasado las Infoplazas recibieron casi un millón de visitantes.
En tiempos en los que la tecnología juega un papel importantísimo en la educación a través de las infoplazas se intenta dar un beneficio a la comunidad. En este sentido, para abrir un local es necesaria la participación de una autoridad local, como alcaldía, junta comunal u otras organizaciones sin fines de lucro.
Lo ideal es contar con más de mil Infoplazas a nivel nacional. No obstante, parte de los obstáculos en su instalación recae en los costos. Una Infoplaza puede operar con un promedio de $16 mil anuales, aunque algunas tienen un presupuesto mayor en caso de zonas apartadas sin señal de Internet que requieran señal satelital para operar y elevan los costos.
Para su funcionamiento es necesario un local de aproximadamente 30 metros cuadrados con accesibilidad y seguridad, equipo informático, electricidad, un plan de Internet y que operen de al menos 40 horas por semana gracias a un dinamizador, es decir, una persona que realiza servicios y actividades de la Infoplaza.
“Todos quieren una infoplaza pero cuando se dan cuenta que hay que poner los costos de operación no es tan fácil. En los pueblos no hay muchas organizaciones que puedan sufragar los gastos”, manifestó Cisneros.
La operatividad se divide de la siguiente forma, Senacyt proporciona el equipo, los programas y el Internet y la organización con las que hacen alianzas el local y mobiliario.
“Realmente las infoplazas son de nuestros asociados”, explicó Cisneros.
Ante la pandemia, se analiza la posibilidad de instalar las Infoplazas en los centros escolares. Pero es una idea que debe mirarse con lupa, ya que las escuelas por lo general son instalaciones cercadas y las infoplazas fueron creadas para todo el público. Esto riñe con la idea de que cualquier persona pueda ingresar al plantel y cruzarse con los alumnos. “La disyuntiva es quién se queda después de horas de clase, de ser así, el Ministerio de Educación tendría que proporcionar a un dinamizador después de horas de clase”, concretó Cisneros. En experiencias pasadas, cuando algunas Infoplazas funcionaban desde los colegios, hubo quejas por el deterioro del plantel y temor a los horarios nocturnos.
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