Felipe Rodríguez, miembro del Consejo Consultivo del Pacto del Bicentenario, estima que el diálogo es una plataforma para decidir los cambios constitucionales
La sociedad tiene una oportunidad de comunicar a los gobernantes, sin importar el partido de turno que ostente el poder, las propuestas con las que vislumbran un mejor país. Habilitar una plataforma digital, a través de la plataforma Ágora,; para este propósito es lo más democrático que se ha ensayado hasta el momento. Nadie puede sentirse excluido de exponer su punto de vista y la solución que estima pertinente. La voz emana de abajo hacia arriba, y los veedores de que en esta ocasión se implemente lo acordado serán los propios ciudadanos. Los ensayos previos en este tipo de ejercicios no han sido los más alentadores, dejan en el tintero propuestas interesantes, tal vez, porque estamos acostumbrados a que alguien más las resuelva. No velamos por nuestras propias decisiones. Quizás, este comportamiento nos ha dejado presos de nuestro propio pasado, razón por la que muchos sectores miran con cierto escepticismo esta oportunidad.
Felipe Rodríguez, miembro del Consejo Consultivo del Pacto del Bicentenario, manifiesta que de este diálogo pueden salir las bases para una reforma constitucional, respetando los canales que la carta magna propone para los cambios. Todos los integrantes de estos equipos consultivos forman parte de la sociedad, recoger las sugerencias de la ciudadanía, clasificarlas, mirar su viabilidad y posteriormente, entre todos, exigir al gobernante de turno su implementación, es la tarea de todos. El país debe avanzar hacia la transparencia, digitalización, competitividad, educación de calidad, proveer servicios eficientes, y una larga lista de pendientes. Es un esfuerzo conjunto, no solo del gobierno en turno, sino de todas las actividades, grupos económicos o profesionales, que así como exigen cambios, deben estar abiertos a transformaciones internas para poder alcanzar soluciones pacíficas y evitar movimientos violentos como han ocurrido en naciones hermanas que pueden llevar al país a una inestabilidad política que ponga en riesgo nuestro nombre en la palestra internacional.
¿Cómo construir confianza en un ambiente en el que la situación política y la situación económica pasan por una situación vulnerable?
Es un trabajo de todos los sectores. No solo le toca a la clase política, que de alguna manera no inspira esa confianza. Yo creo que el elemento clave ha sido la amplitud en la convocatoria a los actores incluyendo a todos los partidos políticos, la sociedad civil, los trabajadores, gremios empresariales. Pero hay un componente que es el Consejo Ejecutivo, del cual formo parte. Una de las funciones de este Consejo es ayudar a construir confianza siendo veedores, cerca de 25 personas, de la transparencia del proceso y de ayudar a hacerlo efectivo. Ahora, hay mucha desconfianza de los resultados, eso es otra cosa.
¿Cómo garantizarán que se ejecuten los resultados?
Una nueva gobernanza para el país, ahí es donde vienen los cambios fundamentales. Eso tiene que ver con una nueva constitución. De aquí debe emanar un acuerdo para modificar la constitución, y resolver problemas que pueden provocar una explosión social como lo es el problema de la Caja de Seguro Social que debate el programa de Invalidez, Vejez y Muerte, que dicho sea de paso tendrá una mesa paralela a partir del 18 de enero de 2021. Ese es otro gran reto que tenemos.
Una nueva gobernanza para el país, ahí es donde vienen los cambios fundamentales. Eso tiene que ver con una nueva constitución.
Luego del borrador, ¿se dará paso a un cambio constitucional?
Definitivamente aquí puede haber un acuerdo del cambio constitucional e incluso la metodología puede emanar de este acuerdo. No vamos a hacer el cambio a la constitución en el diálogo porque no es la instancia, pero sí pueden salir los acuerdos para hacer los cambios a la constitución.
¿Cómo se va a discernir qué propuestas se tomarán en cuenta y cuáles no, quiénes harán esa tarea?
Este es un diálogo diferente a los 19 que hemos tenido desde 1990 a la fecha, destacando el de Bambito, la Visión 2020, Diálogos educativos y otros. La plataforma tecnológica, Agora, será clave para recibir las propuestas que a nivel individual o grupal deseen hacer los ciudadanos. No va a discriminarse entre el tipo de propuesta sobre la temática que se propone y el periodo para recibirlas será hasta el 28 de febrero. Esto está conectado con la segunda fase, en el sentido de quién va a discernir sobre esas propuestas. Un equipo técnico que va analizarlas científicamente y clasificarlas dependiendo la temática. Se han establecido once temas básicos, con subtemas, y una categoría titulada "otros", que lo que se desee presentar fuera de los temas establecidos, se va a recibir. La clave está en la segunda fase, que es el análisis que realizará un equipo de expertos, un Víctor Sánchez, Harry Brown, por ejemplo, gente de un nivel importante en conocimientos y habilidades para hacer ese trabajo. ;Una vez clasificadas y analizadas las propuestas, se van a referir a las mesas regionales. Habrá cuatro territorios donde se van a instalar las 11 meses y se analizarán las propuestas, que de ahí serán transferidas a las mesas nacionales. Así sigue el proceso hasta que la redacción del propio Pacto lo tendremos para septiembre u octubre en borrador para ser publicado y criticado, opinado, y una vez que se tengan las opiniones se elaborará el final para noviembre de 2021.
¿Estas personas que revisarán las propuestas ya están escogidas?
Ya hay una lista preliminar. La coordinadora, la doctora Paulina Franceschi y el equipo que está acompañando al Programa de Naciones Unidas Para el Desarrollo, van a estar elaborando mucho más en esa lista que será clave. Los nombres que nos han dado inspiran confianza.
Tal vez surja emoción de la ciudadanía para presentar las propuestas, ¿qué pasa si rebasa la capacidad de acción de los intelectuales que revisan las mismas?
Casualmente la tecnología ayuda. El equipo de clasificación empieza a funcionar desde ya. Puedes entrar y leer las propuestas que ya se han hecho. Hay un buen indicador y es que han sido muy respetuosas. Obviamente se eliminarían las que no son propuestas, sino insultos, que puede ser que eso se de.
Digamos que una propuesta que tuvo acogida entre los participantes, finalmente no fue ponderada por el equipo de intelectuales, ¿habrá una explicación para ese ciudadano que sugirió la idea del por qué no se tomó en cuenta?
Hasta el momento va a ser imposible eso, considerando las miles de propuestas que se esperan. Imagina que tenemos más de 3 meses en los que vamos a recibir las propuestas y es casi imposible dar respuesta a cada uno. Eso se va a notar en la clasificación y en lo que salga para las mesas en donde se van a debatir las mismas. Obviamente habrán algunas parecidas.
Hay grandes desafíos sobre este Pacto, para quienes reciben las propuestas, ¿cuáles son los principales retos?
Lo principal es que la participación se de. El que las personas que tengan algo que decir lo digan. Para ello debe haber esa confianza de la que hablábamos anteriormente. Creo que la forma en cómo se ha convocado el diálogo va a inspirar esa confianza que necesitamos. Hay algo importante, gran parte del trabajo se ha hecho. Nos hemos sentado a dialogar y nosotros también en el sector privado hay grandes propuestas como la visión de país 2050 y las visiones regionales. El trabajo está hecho. Lo que vamos a hacer es visibilizarlo en esta plataforma. No me preocupa la cantidad de propuestas que vayan entrando, existe la metodología para analizarlas y clasificarlas, no me importa tampoco que se reitere sobre temas que son obvios. Hablábamos antes de la entrevista que es obvio que hay que resolver algunos problemas sociales, como el acceso al agua, que no se han hecho. Ese es uno de los problemas. Cómo lograr que se hagan las cosas que son obvias.
Hay temas que forman parte de políticas públicas estatales que son obvias a considerar, como acceso al agua, al Internet, ¿por qué se incluyeron en el diálogo?
Algo que nos debe ayudar a identificar es por qué no se han implementado estas cosas obvias. Cómo está operando el país, cuál es ese marco o convenio o pacto social que no está dando resultados porque se agotó. En ese sentido, qué cambios debemos hacer para que esas obvias se cumplan, esa es parte de la expectativa, al menos yo la tengo. Ahora, qué sucede cuando termina el diálogo y conozcamos la hoja de ruta en la que veamos lo que hay que hacer y cómo. Pero la voluntad para hacerlo puede ser que falle.
¿Qué hay del presupuesto que debe acompañar a estas propuestas?, sin dinero todo queda en letra muerta...
En las prioridades, si seguimos dando prioridades a recursos que la Asamblea Legislativa utiliza para planillas hasta cierto punto no transparentes, es ahí donde debemos priorizar. Esos recursos se necesitan para cosas obvias. Y es lo que debe salir a relucir, dónde estamos usando los recursos.
¿Por qué eso debe ir a un diálogo cuando se sabe que esos recursos no deberían emplearse en esos renglones? ¿Qué hace a esto diferente en el diálogo? Temas como transparencia y corrupción no están señalados como tal...
Aparecen como el Panamá Justo y Ético, que forma parte de los temas. Cualquier otro que no esté señalizado se puede proponer. El secuestro en el que se encuentra la sociedad por intereses particulares, que no permiten que se resuelvan los problemas más agobiantes de la sociedad es parte de la discusión que se va a tener. Ese nuevo sistema que se va a tener debe emanar de esto. No vamos a poder resolver los problemas en cinco años. Este gobierno terminará con sus planes. Como dijo el presidente Laurentino Cortizo, yo asumo lo que me toca hacer en este periodo, que será poco, pero sí hay una expectativa de 15 a 20 años.
El procedimiento toma sus meses, me preocupa que para noviembre la gente no le dé importancia al ejercicio...
Aquí es donde vamos a ver la madurez de la sociedad en el sentido de que los ciudadanos organizados debiéramos ser parte en este proceso como en efecto hemos sido invitados. De que no hagamos nuestra labor, entonces será nuestra responsabilidad si eso sucede. Yo no tengo expectativas de que los gobiernos que vienen van a ser lo correcto si nosotros no estamos inmersos en el seguimiento a todo esto, así que la culpa también será de la sociedad organizada.
¿Cómo van a equilibrar las propuestas de los ciudadanos con los actores que están sumergidos en la actividad?, por ejemplo, en educación, justicia...
La madurez de nosotros se va demostrar en la capacidad de comunicarnos, de abrirnos. Aquí también hay que entender que se trata de compartir el poder, quienes lo manejan deben entender que en este diálogo deben escuchar. Estoy hablando no solo del poder político, sino el económico. Así que la madurez nuestra es la que está a prueba.
En varios sectores económicos parece haber un secuestro de la actividad, ¿cómo el diálogo ayudará a romper con esta práctica?
Yo creo que la mayoría queremos un cambio positivo para este país. La oportunidad está en el consenso al que podemos llegar para hacer cambios estructurales en este país y hacer un pacto social, eso es lo que debemos hacer. De lo contrario vamos a sufrir. Por qué esperar a que los cambios se den al estilo Chile, con violencia, o al estilo Guatemala, o Perú. Señores, reflexionemos. Yo diría que la gente decente en este país no puede permitir que los indecentes nos manejen. Organicemos, hay una responsabilidad de la sociedad, que si no toma estas oportunidades y participa, e incide en un mecanismo para ver que esto se ejecute, entonces sí vamos mal. Seríamos parte del problema si no participamos.
¿Cómo evita que el diálogo no se convierta en una gran decepción?
Participando, organizándonos. Yo creo que la doctora Franceschi es la mejor coordinadora que han podido escoger para este trabajo. Acompáñemela. Démosle todo el apoyo. Yo convoco a toda la sociedad organizada que ha hecho trabajos a que los eleve como propuestas pensadas, que ya existen. Hemos hecho un trabajo, es un tema de voluntad, para ello podemos incidir muchísimo.
¿El tema de la CSS, es un diálogo paralelo o incluido en el Pacto del Bicentenario?
A mi me preocupa que está dentro del propio diálogo, aunque va a manejarse con una metodología diferente, va a estar dentro del proceso del propio diálogo. Ojala que no empañe una situación como esta. Los resultados de esa mesa, aunque se pretende evitar las medidas paramétricas que sabemos que puede causar más inquietud como subir la edad de jubilación o la cuotas obrero patronales, la creatividad se verá a prueba para ver hasta donde se puede actuar sin tocar eso.
Cuando se publique el borrado del Pacto y los ciudadanos hagan sus observaciones, ¿se acogerán o no?, ¿cómo será ese procedimiento para lograr el documento final?
La comisión de redacción final tendrá que observarlas y dependiendo del nivel de esas recomendaciones, podrán hacerse parte del documento final. Pero ya se ha consensuado el proceso y será difícil, tengo que reconocer, hacer ajustes que impliquen cambios sustanciales. Tengo algo que decir, lo que está dañando este país es la falta de ética y transparencia. Estos temas están en el renglón Estado Justo y Transparente.
La implementación de los resultados del diálogo, ¿para cuándo se tienen contemplados?
Para este gobierno, inmediatamente los asuntos que tienen que ver a corto plazo, que muchos serán reiteración de las cosas que ya sabemos que hay que hacer. A mediano y largo plazo tocan esas bases para que emanen esas políticas de Estado. La gran madurez que debemos demostrar, es que los gobiernos que vengan, deben tener como base este pacto al que vamos a llegar.
PACTO DEL DIÁLOGO
El reto de generar confianza en la población
- Nombre completo: Felipe Ariel Rodríguez.
- Nacimiento: 31 de octubre de 1955, David, Chiriquí, Panamá
- Ocupación: empresario
- Resumen de su carrera: Empresario con licenciatura en Química y Administración de Empresas de la Universidad de Panamá.; Ha sido presidente de importantes gremios empresariales y cívicos. Actualmente es Presidente del Centro de Competitividad de la Región Occidental, miembro del Consejo Nacional de Turismo por el sector privado y Gerente General del Grupo de Empresas Felipe Rodríguez fundadas en 1954.
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