Ante el vertiginoso aumento de casos de Covid-19, el Ministerio de Salud analiza la posibilidad de incorporar médicos extranjeros, por un periodo de tres meses, ante la falta de personal humano panameño. La idea fue consensuada con los diferentes gremios con especialidades
Las estimaciones indican que, si durante el mes de diciembre los contagios por Covid-19 continúan al ritmo registrado de dos mil casos nuevos diarios, al final de diciembre contaremos más de 40 mil nuevos positivos. De ellos, basados en una letalidad del 2%, como se ha mantenido hasta ahora, 800 pacientes tal vez no logren librar la batalla contra el virus y semen a la lista de más de 3 mil muertes acumuladas hasta ahora, a causa de la enfermedad.
“No hay país que pueda con la avalancha de pacientes que significan para los hospitales 2 mil casos diarios, no hay capacidad para eso, estadísticamente hablando cada día significan 1600 pacientes enfermos, de ellos 400 probablemente van a requerir hospitalización y de ellos 50 requerirán intensivos por día”, exclama el intensivista David Villalobos, que no ha cesado de trabajar desde marzo, cuando se presentó el primer caso en el país, en el Complejo hospitalario de la Caja de Seguro Social.
Ante la falta de personal para atender a los enfermos, el Ministerio consensuó con los representantes médicos de varias especialidades, retomar la idea de contratar médicos extranjeros para nivelar la carga.
Desde que Panamá se sumergió en la pandemia, aclaró Ruíz, se han contratado a 1800 personas entre médicos, enfermeras, técnicos.
Eyra Ruíz, ministra consejera del Ministerio de Salud, dijo a La Estrella de Panamá que ya se han efectuado contactos con la Organización Panamericana de la Salud, que mantiene contacto con los pares de Panamá, para explorar la idea de traer los galenos. “Todo depende de los números de contagio, pero el plan de contingencia es contratar médicos extranjeros por un periodo de tres meses, la decisión no está tomada aún, pero quisimos consensuar”. Aún no hay números claros sobre cuántos especialistas serían o lo que le costará al país.
La ministra consejera, añadió que los galenos cuentan con un estimado de la cantidad de especialistas faltantes. Desde que Panamá se sumergió en la pandemia, aclaró Ruíz, se han contratado a 1800 personas entre médicos, enfermeras, técnicos.
“De los médicos generales se han nombrado 400. Además, la generación que está a punto de recibir su idoneidad en esta rama, que son 200, se van a contratar en el sistema”, explicó Ruíz, en el marco de una complicada situación en la que cada día el Minsa aplica miles de pruebas. El escenario se debate entre la avalancha de contagios, el personal de salud disponible, la disponibilidad de camas hospitalarias y de Cuidados Intensivos y una economía que empieza a respirar.
Todo será evaluado según la cantidad de casos que se presenten. Ruíz estima que si se concreta la idea, en tres semanas se podrá empezar a contratar al personal. Si disminuyen o se controla la situación, entonces tal vez no surja la necesidad de integrar a especialistas en neumología, intensivistas, medicina interna, cardiólogos, entre otros.
Desde el inicio de la pandemia, el Minsa ha lanzado seis convocatorias, la última este sábado, para integrar a más personal a la batalla, pero solo tres médicos respondieron al llamado.
La consejera manifestó que para el primer trimestre del 2021 esperan la vacuna para lo cual se adelanta la infraestructura y logística necesaria para mantener a -70 grados centígrados las dosis que adquirió el país de la empresa Pfizer, 3 millones en total.
David Villalobos, intensivista de la Caja de Seguro Social, asegura que en el complejo ya no hay camas disponibles. Al ritmo que se mueve la pandemia se les hará imposible atender a tantos pacientes, pues reitera que no hay camas.
¿CERRAR ES UNA OPCIÓN?
La posibilidad de volver a restringir las actividades podría ser contemplada, pero al parecer no de momento, a juzgar por las palabras de Ruíz. “Si la cosa se pone muy fea...Pero por ahora el país necesita trabajar. Nosotros estamos agachando el lomo para no tener que cerrar el comercio, hay más de 160 mil empleos suspendidos, pero tenemos que bajar los números y apelamos a la consciencia de la ciudadanía para que coopere. Hay un grupo que no le importa, anda sin mascarillas y no tiene consciencia del problema”, zanjó la doctora.
Por otro lado, quienes viven en la primera línea de batalla, los intensivistas, están sumamente preocupados por la situación.
David Villalobos, intensivista de la Caja de Seguro Social, asegura que en el complejo ya no hay camas disponibles. Al ritmo que se mueve la pandemia se les hará imposible atender a tantos pacientes, pues reitera que no hay camas.
Hasta la semana pasada había a nivel nacional un 43% de disponibilidad de camas en sala y un 30% aproximadamente en Cuidados Intensivos. En el centro de convenciones Figali, habilitado para la ocasión, hay cuatro salas, cada una con 40 camas. Tres de ellas para pacientes leves, y una cuarta para cuidados especiales respiratorios, lo que hace un total de 160 camas.
La idea del Minsa es trasladar de los hospitales al Figaly a los pacientes con síntomas leves para dar espacio a los pacientes más delicados en el hospital, que corren el riesgo de entrar en cuidados intensivos.
Pero a pesar del esfuerzo de las autoridades, en los hospitales se vive una cruda realidad.
“Si es que hay camas, ¿quién va a ver los pacientes?, ¿qué bombas de infusión van a tener?, ¿qué médicos van a ver a los pacientes y qué enfermeras?”, se pregunta el intensivista David Villalobos.
Hasta la semana pasada había a nivel nacional un 43% de disponibilidad de camas en sala y un 30% aproximadamente en Cuidados Intensivos. En el centro de convenciones Figali, habilitado para la ocasión, hay cuatro salas, cada una con 40 camas. Tres de ellas para pacientes leves, y una cuarta para cuidados especiales respiratorios, lo que hace un total de 160 camas.
Afirma que en este momento ya sufren una escasez de insumos, respiradores y otros equipos esenciales para los pacientes Covid-19.
El director de la CSS, Enrique Lau, avanzó que hoy se recibirán las ofertas de una docena de empresas para habilitar un segmento de la Ciudad de la Salud para adicionar 300 camas, que se dividen como sigue: 84 camas de Cuidados Intensivo, 48 cuidados respiratorios especiales y 154 para pacientes moderados a severos. Lo que se pregunta Villalobos es dónde sacarán al personal para atender a los pacientes.
“Una cama de cuidados intensivos no es una cama como en una mueblería. Si el concepto que tenemos camas es el parámetro de seguridad es un concepto errado. La cama de intensivo va aliada de insumos, personal de salud, ventiladores, enfermeras, no sabemos físicamente donde van a estar”, puntualizó el intensivista.
Diciembre pondrá a reto a la sociedad y a las familias. Las fiestas del día de la madre, Navidad y Año Nuevo tendrán que ser distintas este año si los parientes no desean que sus familiares formen parte de la lista de más de 3 mil muertos que cobrará el virus al ritmo que circula.
Para los galenos hay cuatro parámetros básicos en este tema: monitorear el índice de Reproducción del virus o RT, que aumentó a 1.3 o 1.4; mantener las camas de intensivos con 20% y las de salla al 15% y que la letalidad que se mantenga por menos de 2%. “En el Complejo estamos llenos”, señala el doctor.
Enseguida recuerda que estos tiempos son muy similares al inicio de la pandemia.
“Entre mayo y abril, tuvimos 19 mil casos en un mes. La semana pasada tuvimos 10 mil casos en una semana. Si ese ritmo continúa, son 40 mil a 50 mil casos en un mes. No hay forma de que las instituciones de salud puedan con semejante carga de pacientes y de casos. No hay sistema que lo pueda aguantar, lo hemos repetido y la gente no lo entiende”, se lamenta el galeno quien atribuye gran parte de la responsabilidad de la ola de positivos a los grupos que se la pasan de fiesta, bebiendo y en peleas de gallos.
Aunque parezca una grabadora sonando la misma canción, la solución es la misma, usar la mascarilla, distanciamiento, lavarse las manos.
MES DE FIESTAS
Es una situación crítica. Primero porque el país viene de una paralización económica de casi seis meses que afectó severamente la economía, y se seguirá ahondando a medida que el virus salga de control. Segundo, los empresarios intentarán recuperar en el mes de diciembre lo que no han vendido en tiempos de pandemia y ya adelantaron que no aguantan un nuevo confinamiento.
Diciembre pondrá a reto a la sociedad y a las familias. Las fiestas del día de la madre, Navidad y Año Nuevo tendrán que ser distintas este año si los parientes no desean que sus familiares formen parte de la lista de más de 3 mil muertos que cobrará el virus al ritmo que circula.
“Cuando algún familiar de estas personas les de Covid y tenga un desenlace fatal, lo entenderán, no antes de echarnos la culpa a nosotros”, dice tajante Villalobos.
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