Alejandro Santos, jefe de misión del Fondo Monetario Internacional para Panamá explicó en una entrevista publicada por la institución el uso de la línea de liquidez precautoria de dos años por $2,700 millones que se abrió para Panamá.
De acuerdo a Santos, el apoyo del FMI ayudará al gobierno a combatir el “shock económico, pero ante una segunda ola de contagios potencialmente en camino, el país usará la línea de liquidez precautoria como póliza de seguro frente a nuevos shoks”, se lee en un artículo publicado por la organización financiera.
Panamá ha registrado un crecimiento sin precedentes por dos décadas, no obstante, enfrenta una fuerte contracción económica tras meses de confinamiento relacionado con la pandemia.
Esta línea de crédito se trata de un seguro contra riesgos, lo que puede ayudar a la confianza de los inversionistas. FMI advierte que una segunda ola de Covid podría desatar una recesión más profunda en el país y alterar los flujos de capital privado presionando aún más las finanzas públicas. Si esto ocurre, el gobierno podrá recurrir a este dinero para obtener liquidez. Pero para acceder a él, el país debe contar con políticas sólidas.
Estas prioridades inmediatas consisten en facilitar la vacunación, promover un nivel de gasto social y sanitario, fortalecer las políticas institucionales, como la integridad financiera y el mejoramiento de la infraestructura estadística, así como preparar la economía para la recuperación posterior a la pandemia.
La pandemia aumentó la presión sobre el gasto social y en salud. Panamá tiene una de las tasas de letalidad por Covid más altas del mundo pese a contar con un sistema de salud relativamente bueno.
El FMI explica que siendo Panamá un centro financiero, comercial y de transporte para la región, es un país sumamente integrado a la economía mundial, hecho que lo afectó por la contracción global. Esto se reflejó en una disminución de alrededor del 10% en el tráfico de buques por el Canal de Panamá y otro 7% en el consumo de electricidad.
La pandemia aumentó la presión sobre el gasto social y en salud. Panamá tiene una de las tasas de letalidad por Covid más altas del mundo pese a contar con un sistema de salud relativamente bueno. El contagio no cesó en las áreas de mayor densidad de población a pesar de las medidas de confinamiento implementadas. Esto incidió directamente en la actividad económica, y se estima que el producto cayó 9% en 2020. De igual forma, se ha profundizado el déficit fiscal y se elevó la deuda pública.
Panamá ha registrado un crecimiento sin precedentes por dos décadas, no obstante, enfrenta una fuerte contracción económica tras meses de confinamiento relacionado con la pandemia.
En el pasado, se han contemplado 20 programas con el apoyo del FMI, dos tercios de ellos son de carácter precautorio, que se han empleado en reformas con medidas que incluyeron el refuerzo de los controles sobre el gasto, el fortalecimiento de la recaudación, la privatización de empresas, lucha contra el lavado de dinero y transferencias focalizadas para reducir la pobreza.
Santos añadió que el FMI está prestando asistencia técnica al país para poder salir de la lista de países como no cooperantes contra el blanqueo de capitales. En este sentido, se han contratado expertos internacionales altamente calificados en esta materia que guiarán el proceso y garantizar el cumplimiento de las más estrictas normas internacionales.
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