Rafael Valdivieso Miranda.
La Iglesia católica urgió al gobierno un procedimiento ético en la distribución y aplicación de las vacunas que están próximas a recibirse la semana entrante, y temen que no se vele por el recto uso de los protocolos o que se convierta en una “fuente de enriquecimiento desmedido”. Razón por la que solicitan a las autoridades vigilar por la administración prioritaria de la vacuna a la población de riesgo y asegurarse que llegue a las poblaciones marginadas del país, antes que cualquiera.
Los religiosos hicieron un llamado al gobierno a rendir cuentas en el uso de los dineros públicos, especialmente en momentos de pandemia cuando se hace más necesario para retomar la confianza de la población, evitar “morbo y malas prácticas políticas que tanto daño hacen a la institucionalidad del país”, expresó el obispo Rafael Valdivieso Miranda.
Los prelados hicieron alusión a uno de los mayores “pecados sociales”, el abandono escolar como el primer obstáculo para alcanzar una vida digna. En esta era digital que evidenció la pandemia, expresó Valdivieso, ha dejado claro que es necesario un nuevo orden económico que incluya a los más vulnerables.
El Diálogo es una oportunidad para hacer aportes, no hacerlo es desperdiciarlo, sin que después haya derecho a quejarse.
“La pandemia ha puesto a prueba nuestro sistema educativo, con resultados adversos para una parte de la población escolar que no tiene acceso a ellas ni cuenta con los recursos, en sus hogares y escuelas, para instruirse a través de un sistema que, en lo sucesivo, y más; allá de la pandemia”, comunicó Valdivieso.
La situación que vive el país se enmarca en una “economía enferma” como la ha llamado antes el Papa Francisco, con un crecimiento injusto”; que “prescinde de los valores humanos fundamentales y es indiferente a los daños infringidos a la casa común”, citó el obispo.
La pandemia ha puesto a prueba nuestro sistema educativo, con resultados adversos para una parte de la población escolar que no tiene acceso a ellas ni cuenta con los recursos, en sus hogares y escuelas.
Razón por la que hacen un llamado urgente a acciones para la recuperación económica que garantice un nuevo modelo económico que en su aplicación permita un desarrollo más equitativo, seguro y eficaz.
Finalmente invitaron a la población a participar en el Diálogo por el Bicentenario que recibe propuestas a través de la plataforma Ágora. Pidieron dejar a un lado intereses sectarios y cualquier gesto amenazante, para dar paso a la tolerancia, el respeto y la confianza entre unos y otros. La violencia no es el camino, subrayaron los religiosos.
La situación que vive el país se enmarca en una “economía enferma” como la ha llamado antes el Papa Francisco, con un crecimiento injusto”; que “prescinde de los valores humanos fundamentales y es indiferente a los daños infringidos a la casa común”, citó el obispo.
El Diálogo es una oportunidad para hacer aportes, no hacerlo es desperdiciarlo, sin que después haya derecho a quejarse.
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