Los 9 fetos encontrados ayer en una casa ubicada en el sector de Panamá Viejo contenían formalina, una pista para los investigadores que intentan establecer una hipótesis sobre lo que ocurría en el inmueble cuando era habitado por una pareja de cubanos de los que las autoridades aún no logran determinar el perfil.
Por ahora, fuentes del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses han descartado el hecho de que los fetos sean producto de actos tenebrosos o rituales, "sino que son el resultado del entierro ilegal de productos humanos", se indicó a melodijoadelita.com.
Los forenses han enviado la información a los fiscales que surgió producto de los análisis efectuados para así esbozar una hipótesis de la investigación.
El formaldehído es un producto químico que se utiliza ampliamente como bactericida o conservante. En el tejido humano también actúa como conservante, lo que le hará difícil la labor a los médicos forenses para establecer con certeza el tiempo que tenían esos productos enterrados en el patio del inmueble, pues las piezas fijadas en formalina duran años.
Los nuevos inquilinos de la casa hicieron el hallazgo luego de que intentaban hacer unas remodelaciones. Al ver los productos llamaron a las autoridades que acudieron en forma inmediata a la escena para recoger pistas y testimonios. No obstante, la pesquisa está incipiente, apenas inicia y el fiscal a cargo, Julio Villareal, responsable de la Fiscalía Primaria de Atención intenta descifrar qué ocurrió, por el momento tiene pocas novedades.
El formol o formaldehído es un compuesto químico muy volátil que presenta unos niveles de toxicidad e inflamabilidad muy altos.
Se caracteriza por su olor penetrante y altamente irritante. Actúa mediante reacción con las proteínas, volviéndose insolubles. Por ello, también es utilizado para la conservación de elementos biológicos en sanidad, por eso es una sustancia que se emplea para embalsamar un cuerpo.
Se trata de un elemento químico fundamental en la producción de cientos de artículos que mejoran la vida cotidiana. Solo permanece una mínima cantidad, o nula, de formaldehído en los productos finales que usan los consumidores.
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