Gabriel Medina: "Hablar de qué tan penetrado está el crimen organizado sería referirme a una especulación"

El director de la Policía Nacional, Gabriel Medina, asegura que quien manche el uniforme de la institución pagará las consecuencias. La Dirección de Responsabilidad Profesional inspecciona 500 denuncias. El trabajo 'se está haciendo', asegura Medina, quien apuesta a la fórmula autoridad, ciudadanía y Policía, para bajar los índices delincuenciales  


Gabriel Medina.


El presidente de la República, Laurentino Cortizo, removió del cargo al director de la Policía Nacional Gabriel Medina, el pasado viernes 21 anunciando su reemplazo por el subdirector de la entidad Rafael Álvarez. Unos días antes, el 11 de mayo,  Medina otorgó su última entrevista a Ecotv Canal 28 de Tigo y El Polígrafo en la que se abordaron varios temas de seguridad que afectan al país. A pesar de que el comunicado del Ministerio de Seguridad que notificó la remoción no especifica las causas, el único hecho público conocido que ocurrió entre ambas fechas y que apunta a una decisión de esta naturaleza es la emisión de un video de los uniformados panameños mostrando un mensaje de solidaridad con sus homólogos colombianos para controlar los disturbios en ese país momentos en que en varios escenarios internacionales se criticaba una violencia policial sin control sobre la población. En esta entrevista, Medina, quien asumió el puesto en enero pasado, analizó la violenta situación en Colón, provincia que ha superado los 44 homicidios entre enero y mayo, la mayoría relacionados al crimen organizado. Paradójicamente, Colón es la ciudad con más cámaras de reconocimiento facial instaladas, y con la tasa más alta de policías por habitante. Para Medina, esta contradicción se basa en los múltiples factores sociales y la dejadez de políticas públicas de los gobiernos a lo largo del tiempo. Habló sobre la trilogía comunidad-policía-autoridad como la indicada para superar los índices de criminalidad. Pero en general, el sistema se enfrenta a un subregistro en delitos de alto impacto por la falta de denuncia de la población que impiden generar políticas contra el crimen. Una cifra que no parece aclararse en un futuro inmediato, lo que conllevará a las autoridades a continuar con estrategias casi a ciegas.

Hay muchos casos en la Dirección de Responsabilidad Profesional (DRP) que quedan totalmente en secreto entre las paredes de la institución, ¿cuántos casos tiene en este momento en la DRP y por qué no son públicos?
La DRP como organismo de investigación y garantía de la credibilidad, recibe denuncias y quejas a diario, tanto externas como internas que son observadas en el campo, y que se encarga de llevar una investigación objetiva e imparcial a los tribunales o régimen de disciplina de la Policía. Hablamos de las juntas disciplinarias locales como las superiores, que son los entes encargados de llevar a valoración y remitir sus recomendaciones, en este caso sanciones que fija el reglamento como medidas de arresto domiciliario, hasta la destitución. Para responder su pregunta, a la fecha se han podido concretar más de 56 destituciones en lo que va del año y hay una serie de investigaciones que se desarrollan sin perjuicio y sin mención del resto de las consecuencias que han tenido, llámese el día de arresto cuando no es finalmente la decisión o la alternativa.

De esos 56 casos, en general, ¿cuál fue la causa de las destituciones?
La mayor causa que ha sido producto de investigación que llevó a las destituciones se basó en observar una conducta indecorosa, denigrar la buena imagen de la institución, consumir drogas prohibidas, abusar de su cargo con civiles, esas son las conductas más recurrentes que han arrojado las pesquisas.



Otro de los errores institucionales fue en 1997 cuando se formaliza la ley de la Policía Nacional y se establece la carrera policial, no se desarrolló al cabo de estos años la plataforma académica que diera sustento al desarrollo de la carrera.


¿Cuántos casos están en investigación en este momento?
En este momento tenemos 510 denuncias presentadas en la DRP que están en proceso de investigación. Entre estos se cuentan las destituciones que le mencioné.

¿Ve en este momento un tránsito de las pandillas a convertirse en carteles?
Realmente nuestra observación no es esa. Tradicionalmente nuestras pandillas han servido a las organizaciones criminales. Lo hacen en el sentido de protección, custodio, transporte, pero al extremo de llegar a ser carteles no existe información al respecto. Eso obedece más que todo a que las actividades económicas que desarrollamos en el país también pueden ser atractivas para el crimen organizado que emplea la infraestructura del país.

Sabemos que las pandillas no operan solas y requieren en muchas ocasiones de la ayuda de los policías, ¿cuál es la penetración del crimen organizado o de las pandillas en la Policía?
Yo no diría que solamente en la Policía, inclusive en otras profesiones, y en personas que en un momento determinado puedan influir en la opinión pública. El crimen organizado permea todas las instituciones.

Pero en sus filas, ¿qué tanto ha penetrado el crimen organizado?
Hablar de qué tan penetrado está el crimen organizado sería referirme a una especulación. Lo que le puedo garantizar es que toda persona que ultraje y manche el uniforme, será sancionada ejemplarmente y eso lo hemos demostrado con las acciones propias que le mencioné con las personas que han sido destituidas, lo probamos también con hechos claros y notorios, como los hechos recientes de conocimiento público que han ocurrido, que en estos momentos se encuentran en el lugar que ellos escogieron, que es la cárcel.

Podría ser para usted una especulación, pero debo entender que en la Policía debe haber una contrainteligencia que haga esta labor y en ese caso no sería una especulación...
Sí se está haciendo el trabajo y le hablé de la estrategia en que la fundamentamos, que es la integración. En el trabajo que se desarrolla con el Ministerio Público fundamentamos el trabajo de seguimiento y vigilancia que arrojará en su debido momento ese producto al que usted se refiere. Eso es permanente, la búsqueda y la lucha y la garantía de la integridad es una tarea permanente, de todos los días, en la que el empeño y el compromiso está enfocado.

Me llama la atención que no tenga una cifra al respecto, eso habla de la salud de la organización...
Créame que el trabajo se está realizando, la Policía se fortalece cada día y se compromete con la misión, y lo estamos demostrando con resultados.

¿Cuál es el tiempo de respuesta de la Policía desde que el ciudadano pide ayuda hasta que llega la unidad?
Es variable, buscamos mejorar esos tiempos de respuesta. Invitamos a la ciudadanía a que utilice los mecanismos y los medios existentes, como es el 104, de manera que podamos en un tiempo oportuno dar respuesta, y si se ha cometido algún delito, responder. Va a depender de la situación, del lugar dónde esté el ciudadano y de la ayuda que pide o los mecanismos que utilice. Las cifras muestran en muchos casos efectividad, buscamos mejorar la efectividad, pero no la lograremos si no es con el trabajo conjunto de todos.

¿Usted cree que la efectividad policial está relacionada con el aumento de salario?
Recuerde que históricamente si analizamos la evaluación nuestra en el tema que menciona, el hecho de mejorar las condiciones de vida del funcionario en el tema de salarios y beneficio público busca tratar de blindar esa tentación a la cual en el día a día, en el contacto de las tareas de lucha contra la criminalidad se busca garantizar la integridad y la eficacia. Esa es parte de la tarea. La otra es la capacitación constante que debemos llevar, de manera que podamos fortalecer los aspectos en los que hemos tenido algún grado de deficiencia y que van tendientes a ser más eficientes. La otra parte es la formación moral y de valores, que viene desde el hogar, uno que hoy vemos en crisis y nos corresponde hacer esfuerzos integrales para fortalecerlo.

En la Policía existen 319 entre comisionados y subcomisionados cuando deberían ser 71, ¿cuál será la estrategia a seguir en esta línea?
Las cantidades de oficiales que usted menciona son producto de un caminar histórico. Tendríamos que partir de los tiempos de las Fuerzas de Defensa cuando los oficiales eran formados en el extranjero, y que existía para ese momento un compromiso nacional que era la defensa del Canal. Posterior a ese momento, en 1989 con la invasión estadounidense, esos planes cambian totalmente, nos concretamos a una seguridad pública y que la cantidad de oficiales que estaban en proceso de formación ingresaron a las filas de la Policía Nacional. A partir de esa fecha se siguen generando procesos en el extranjero y en 1990 se funda la Escuela de Oficiales, a partir de ahí es que la oficialidad se forma en Panamá a pesar de que aún existe un porcentaje de formación en el extranjero. Eso es importante porque los niveles de proyección son producto de los errores históricos que como institución no logramos cumplir. La academia de Policía tiene formación local y hoy se están dando las primeras jubilaciones de estos procesos. Ese recorrido natural es parte del engranaje que llevará junto al cumplimiento de las proyecciones a compensar el desnivel y suplir el error histórico.

Se percibe ante la sociedad que el beneficio que perciben estos oficiales no está acorde con el que recibe la comunidad, ¿por qué no crea un plan que rinda frutos para la ciudadanía?
Lo interesante se está haciendo, hay algunos planes que buscan aprovechar la experiencia y el cúmulo de especialidad y capacitación. No pudimos desarrollar el tema de la carrera policial y que va muy ligado a lo que explicaba en cuanto a la variación de las necesidades del pie de fuerza institucional después de la invasión y que no cumplimos con las proyecciones. Otro de los errores institucionales fue en 1997 cuando se formaliza la ley de la Policía Nacional y se establece la carrera policial, no se desarrolló al cabo de estos años la plataforma académica que diera sustento al desarrollo de la carrera. Esto motivó que la mayor parte de los procesos de formación se realizara en el extranjero. El desarrollo que se pretende hacer en esta administración es continuar el proyecto de la universidad de la fuerza pública, que permita desarrollar la ausencia de la plataforma académica y que podamos lograr los grados en el escalafón policial para desarrollar competencias en técnicas, licenciaturas, postgrados, o doctorados dentro de la universidad con especialidades de la fuerza pública donde se aprovecharía la experiencia de las personas que llegan a la edad de jubilación.

¿Qué pasa con las cámaras de Colón, no están aportando en la estrategia contra el crimen?
La ciudad más segura del país, si lo analizamos desde el punto de vista tecnológico y de recursos humanos, es Colón. Tiene un centro de videovigilancia con 170 cámaras.  En la ciudad de Panamá, donde se concentra la mayor cantidad de población, no hay esa cantidad de cámaras. Dependemos mucho de la integración de otras instituciones que fortalecen el centro de operaciones nacionales. Pero Colón tiene esa cantidad de cámaras e inclusive de reconocimiento facial en algunos y de placas. En cuanto a personal, de igual forma, con el replanteamiento operacional que se ha invertido en Colón, si sacáramos la tasa de policías a nivel nacional, Colón sería el lugar más privilegiado en todo el país.

¿Entonces por qué vemos esa contradicción en las calles?
Porque estamos hablando de un problema multidimensional, un problema estructural. Parte cultural, las condiciones de las necesidades sociales existentes, la crisis que encontramos en la base de la familia, los grados de disfuncionalidad, los consumos de droga, los embarazos precoces, el abandono y la deserción escolar, falta de empleo. Todos estos elementos se conjugan y abonan en la situación de la provincia.

¿Qué tanta efectividad han proveído las cámaras en la captura de criminales?
Claro que sí ayudan. En Colón el mes pasado la tasa de captura en homicidios superó el 62% de efectividad, eso significa que han ayudado dos elementos, la presencia policial y la tecnología.

Es la boca de entrada de mucha droga proveniente de Colombia, y a eso se suma la penetración de las pandillas en el poder político, ¿cómo se lidia con eso?
Recuerde que Colón es una ciudad importante, económicamente hablando; si vemos su infraestructura portuaria es el puerto en el Atlántico del Canal, tenemos la Zona Libre, y otros elementos que contribuyen al desarrollo, pero también son plataformas que el crimen organizado emplea, eso es parte de la rivalidad, del fraccionamiento que han tenido los grupos delictivos de Colón y que han llevado en algún momento al incremento de la violencia que termina con el delito de homicidio. Precisamente tratando de controlar los puertos, un  punto de partida hacia un mercado más lucrativo que el tradicional, que es el norte del continente. En Europa hoy es más lucrativo el aspecto de narcotráfico y es un punto importante que buscan las organizaciones criminales para controlar.

La única encuesta de victimización realizada en 2017 reflejó que el 90% de las personas no reporta que fue víctima de un delito, ¿qué están haciendo ustedes para bajar ese porcentaje?
Las cifras ocultas en algunos delitos como hurto, robo, e inclusive violencia doméstica son altísimas. Si nos vamos al tema del delito de consumo de drogas, no hay una institución que pueda dar certeza de las cifras en consumo de droga. Entonces manejamos muchas cifras ocultas que nos impiden tener una radiografía exacta de la realidad para poder diseñar políticas o acciones que sean efectivas en cuanto al combate. Sin embargo, somos conscientes de que gran parte de estas denuncias no son presentadas, no solamente por la duda que se tenga sobre la efectividad, sino también por los deberes que tenemos que cumplir. El aspecto de poder probar la preexistencia de su bien, muchas veces, cuando observan los requisitos que tienen que completar para presentar la denuncia, los priva. Hablamos de muchos factores, confianza, efectividad, requisitos legales, e incomodidad también, evitan acudir a la autoridad a denunciar y eso contribuye al tema de la impunidad y las cifras negras.

¿Cuál es el mapeo registrado con respecto a las pandillas actualmente?
El mapeo se tiene en alguna medida. Ese trabajo del día a día requiere de inmediación en este fenómeno. La principal tarea que tenemos y que es producto de ese fortalecimiento con el Ministerio Público es el ir sustanciando todas esas investigaciones que permitan en el menor tiempo posible respuestas a través de acciones operativas como las que se ven a diario. Se trata de ir sustanciando, a través de la investigación judicial la persecución que se necesita.

¿Qué ha ocurrido en la pandilla Bagdad luego de la captura de sus principales cabecillas?
Esa estructura tiene que seguir combatiéndose. Nosotros no desarticulamos la estructura y logística de una pandilla si no logramos aprobar la extinción de dominio. Ese proyecto de ley que presentó el ministro de Seguridad, Juan Pino, recientemente en la Asamblea Nacional permite consolidar una ley de extinción de dominio que permita una herramienta necesaria contra el crimen organizado. Si nosotros no gozamos de esa herramienta, el trabajo se hace más difícil y a veces parece que el crimen toma la delantera. Es importante que se apoyen esos instrumentos para que los organismos encargados del combate criminal sean más efectivos. El trabajo continúa con todas las organizaciones criminales. Estamos fortaleciendo ese trabajo en equipo, lo está palpando la ciudadanía.

¿Me puede dar una cifra de cuántas personas considera que están metidas en pandillas en este momento?
No te puedo dar un número ahora mismo que aglutine eso. Lo que te puedo decir es que, independientemente de la calidad y cantidad de personas que integran estas organizaciones, seguramente la justicia les caerá. El resultado llegará en su momento, la cárcel o culminar con una cifra trágica de violencia con un muerto más. Ese es el resultado.

¿Esa cifra no la puede proporcionar porque no la tiene a mano o no la sabe?
Porque es variable. En alguna forma indeterminable porque son muchos elementos los que se conjugan en el accionar de una organización de esta naturaleza, es muy dinámico.

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