La supuesta existencia de un centro clandestino de vacunación, en un local ubicado en el sector de Coco del Mar, es motivo de preocupación y desconcierto para la Sociedad Panameña de Obstetricia y Ginecología (SPOG) que califica como posibles hechos de corrupción se hacen presentes en los diferentes sectores del país e incluso en las coyunturas en las que los esfuerzos deberían estar dirigidos a ayudar o beneficiar a la población, sin discriminación alguna.
La sola existencia de un centro clandestino de vacunación representa una burla para la sociedad, para cada una de estas personas que esperan esa vacuna y para los profesionales de la salud que abogan por ella; así como una prueba de la falta de seguimiento de diferentes autoridades nacionales respecto a la procedencia de las vacunas que se estaban aplicando en este local.
Al mismo tiempo, nos preocupa cómo un sector de la población aceptó ser parte de esta iniciativa cladestina, que no garantiza que la vacuna aplicada sea realmente contra la Covid-19, poniendo en peligro su vida y la de los suyos y, en el mejor de los casos, haciendo un gasto económico innecesario.
En diversas ocasiones, la SPOG ha hecho público su conformidad e inconformidad con las medidas establecidas por el Minsa en el marco del manejo de la pandemia de la Covid-19 en Panamá, incluyendo la vacunación. Asimismo, ha realizado puntuales esfuerzos para asegurar la inclusión de las embarazadas en las fases del plan nacional de vacunación, como una política sistemática de salud pública, siempre respetando las decisiones del Minsa y reiterando que esta institución es la regente de la salud en el país.
Bajo esta misma premisa de respeto y como sociedad médica garante del derecho a la salud de la población, principalmente de la mujer panameña, solicitamos a las autoridades que se investigue con la urgencia y prioridad que este tema merece; y se establezcan los correctivos y las sanciones contra todos los involucrados.
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