Observan con preocupación los índices inflacionarios importados principalmente por el alza en los fletes de contenedores y de la economía estadounidense que se ‘calentó’ por los estímulos fiscales. Temen escasez de mercancía
Para finales de este año se espera que la inflación en Panamá alcance “un 5% o 6%”, una cifra histórica según los cálculos del economista Adolfo Quintero, quien recordó que tradicionalmente el país ha mantenido una inflación del 1%, o menos.
A mayo del corriente -señala Quintero - “ya se había registrado una inflación de 3% (no en la medición de la canasta básica), en comparación al mismo periodo del año pasado”, que lo está percibiendo el consumidor en su bolsillo, con el mismo dinero compra menos de lo que adquiría meses atrás.
La inflación que experimentamos, no obstante, es exógena, ocasionada principalmente por los exagerados precios de transporte de carga marítima por contenedor desde China a cualquier parte del mundo, pero también la importamos de Estados Unidos. Situación que se agrava con el reciente puerto de Ningbo-Zhoushan, situado a 250 km al sur de Shanghai, debido a un caso de Covid.
Por ejemplo, explicó Larry Berger, gerente General de Supro, “un contenedor de carga con un valor de $50 mil, el flete antes de la pandemia era de $2 mil, pero ese mismo contenedor hoy cuesta $10 mil o más, lo que representa un 20% del embarque”.
Por otra parte la importación de inflación de Estados Unidos, es consecuencia de dos impulsores. El primero, de acuerdo con el economista Eddie Tapiero, responde al programa de ayuda del gobierno a sus ciudadanos, que ha mantenido la demanda para activar la recuperación económica. Esto “calentó la demanda y aumentaron los precios”, explicó Tapiero. En junio la inflación en ese país se situó en 5,4%.
Otro aspecto es que, a pesar de la pandemia, en Estados Unidos no hubo una “destrucción del capital de las empresas” apoyadas por los estímulos fiscales del gobierno. A diferencia de Panamá donde la pandemia ha causado el cierre de miles de pequeñas y medianas empresas que emplean el 90% de la masa laboral.
La gran interrogante en nuestra economía “es la capacidad del consumidor final para absorber el impacto de la inflación que se refleja desde productos de primera necesidad a consumo discrecional”, señaló Berger. Con la pandemia -añade- no se sabe cuando habrá resistencia a los costos reflejados por la inflación y la demanda eventualmente caerá hasta alcanzar un equilibrio más razonable. Siendo China la fábrica del mundo, será difícil mover la producción a corto plazo a otros mercados, por lo que “tendremos que lidiar con la falta ee cierta mercancía o producción limitada que anuncia que es el momento para comprar a pesar de los precios impactados por la inflación”, añade Berger.
Panamá ha sido impactada en los precios de los fletes marítimos, y “vamos a importar inflación en la manera en que compremos más productos más caros”, analiza Tapiero. Por ejemplo, el acero se refleja en el precio de los proyectos de infraestructura y de vivienda que están en proyecto. Al final, a medida que los precios se incrementan, las cosas se van a encarecer y el salario real se va a reducir el mismo porcentaje en que se calcule la inflación.
Aunado a lo anterior, el precio del petróleo que responde a la activación de la economía mundial, se sitúa arriba de los $70 el barril y los especialistas estiman que puede escalar a los $100. Nada parecido a la caída que experimentó el crudo, del 70%, durante la pandemia que llegó a mostrar precios negativos.
En este contexto de ideas, la relación entre importación y exportación de productos de Panamá es desproporcionada. Según datos del Observatorio de Complejidad Económica, en 2019 Panamá exportó $4,9 mil millones e importó $38,2 mil millones, lo que nos hace un país sumamente dependiente del exterior en la alimentación, medicamentos, fertilizantes, maquinaria, acero, combustible, ropa, por citar algunos. Los principales países de importación son China y Estados Unidos, lo que explica en parte la razón de los precios que experimenta el país.
A diferencia de Estados Unidos donde los cheques de estímulo equivalen a un mes de salario, en Panamá la ayuda se traduce en el bono Solidario ($120) -que se suma a otros subsidios conocidos- y para las empresas, en financiamiento a través de la banca. Hay una falta de liquidez.
“El gobierno empezará a pagar las deudas internas. Hasta ahora muchas empresas no han podido cobrar y no tienen liquidez para reactivarse a pesar de que tienen cuentas por cobrar, lo que impacta en capital”, indicó Tapiero. La idea es seguir impulsando los préstamos a las empresas para fortalecerlas.
¿Qué hacer?
Tomando en cuenta lo anterior, una idea para amortiguar el precio de los fletes es aprovechar la plataforma logística para ayudar a los importadores y exportadores. Así lo está haciendo Corea del Sur, con subsidios a los exportadores para mitigar la inflación y los fletes y preservar el capital de sus empresas. Otra fórmula es bajar el arancel de importación a “cero”, sugiere Tapiero. “Aunque perdemos ingresos fiscales, beneficia al consumidor y al importador”, dice.
Muchas empresas han asumido el alza de la materia prima para mantener los precios en sus productos conscientes de que el bolsillo del panameño está afectado. El más reciente informe del Índice de Precios al Consumidor que emitió el Instituto de Estadísticas y Censo (Inec) de la Contraloría registró un incremento de 0,4%. Los grupos en aumento fueron transporte; vivienda; agua; electricidad; alimentos y bienes y servicios.
“Nuestra recuperación tiene forma de ‘K’ porque quienes tienen dinero y acceso a tecnología, que no requieren contacto físico para comprar sus productos, crecen. Pero no así las requieren de presencia física”, esas no se están recuperando, reflexionó Tapiero. Como consecuencia, la brecha entre los que tienen, y los que no, crece.
En Estados Unidos persiste el debate sobre cuánto tiempo durará la inflación y qué cifras alcanzará. Una corriente piensa que será algo temporal hasta fines de 2021, pero otros vaticinan que la inflación permanecerá hasta mediados del 2022.
La Reserva Federal anunció que la inflación es provocada por factores no-recurrentes como la reapertura de la economía, determinados cuellos de botella (precio containers), el alza de las materias primas y estímulos fiscales.
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