Un documento entregado hace meses al equipo presidencial advertía sobre la carencia de cámaras en la zona de carga del aeropuerto. El robo ocurrido en el hangar de DHL, evidencia la vulnerabilidad en la seguridad portuaria
El robo ocurrido la madrugada de este miércoles a la 1:30 am en el área de carga del aeropuerto Internacional de Tocumen, específicamente en el hangar de la empresa DHL de recepción y retiro de mercancía “pudo haber ocurrido con complicidad interna”, afirmó una fuente relacionada al tema de seguridad.
Al momento de redactar esta nota, las autoridades aún determinaban cuántos hombres protagonizaron el robo y la cantidad de dinero, sin marca, del que se hicieron los ladrones. El fiscal a cargo de la investigación dijo que se habla “de muchos millones y que estas personas se llevaron una parte de ese dinero”. No obstante, la fuente consultada calculó que se trata de 10 bolsas de dinero de descarte, suma que podría superar el millón de dólares. Según confirmaron fuentes del Ministerio Público, al no tener marca, la plata puede introducirse en el mercado o el sistema financiero de Panamá o de cualquier otro país.
Se trata de un hecho planificado “porque hubo logística desarrollada, de un pick up robado hace varios meses al que le colocaron distintivos de seguridad para identificarlo. Las personas sabían como manejarse al desplazarse en la zona de carga”, señaló el fiscal.
Sin embargo, lo más relevante del hecho es que evidencia la vulnerabilidad de la infraestructura en materia de seguridad que persiste en el aeropuerto.
Mientras el Ministerio Público ayer efectuaba diligencias de inspección a las cámaras de seguridad para descifrar la forma en que ingresó un auto robado, rotulado como parte de la flota de seguridad aeroportuaria, la falta de estos equipos ya era conocida por un asesor del equipo presidencial.
Este medio tuvo acceso a un informe redactado por Emilio Pezantes, entonces Director de Seguridad de la Aviación Civil Internacional de la Autoridad de Aeronáutica Civil, quien renunció al cargo recientemente, pero que hace unos meses entregó dicho informe a un asesor presidencial con el objeto enterar a la Presidencia sobre dichas precariedades para ser subsanadas.
El parte de Pezantes señala claramente que la “falta de equipos de vigilancia en el área de pasajeros está huérfana de supervisión en la plataforma de estacionamientos de las aeronaves por parte de la Seguridad del Aeropuerto y los estamentos de Seguridad de la Policía Nacional como el Servicio Aeronaval”. Los dos últimos, agrega, desconocen el modus operandi de los grupos criminales mientras se concentran en rutinas de trabajo que evitan detectar los detalles en este tema”, se lee.
El documento alertaba sobre la falta de cámaras en puntos clave, necesarias para detectar el modus operandi en el trasiego de drogas: “En nuestras inspecciones o vigilancia hemos detectado que no existe un cambio en la introducción de drogas hacia los vuelos que se dirigen hacia los Estados Unidos o Europa. Sigue la poca vigilancia y falta de cámaras en algunos lugares importantes entre la terminal de carga y la de pasajeros”, advertía el documento.
No fue el único que lo reportó. Este medio efectuó un trabajo de investigación publicado en 2016 titulado: “Zona de carga del aeropuerto Tocumen es tierra de nadie”. En dicho reportaje se informó sobre la facilidad de realizar casi cualquier actividad en la zona de carga forma impune: “Durante años ha sido un área facilitadora del crimen organizado, en la que es posible transportar cualquier mercancía a plena luz del día, o bajo el amparo de la noche”, reportaba La Estrella de Panamá.
El autor expone que al inicio de la administración de Laurentino Cortizo logró hacer un ejercicio para evaluar la seguridad del aeropuerto y logró llegar fácilmente al ingreso de una aeronave con destino a Estados Unidos sin ser detectado absolutamente por nadie, “y menos por el sistema de visualización del aeropuerto ya que las cámaras no están dirigidas a lugares específicos que permiten el ingreso fácil de cualquier persona o artículos que pudiesen ser contra actos de interferencia ilícita o sustancias prohibidas como las drogas”.
Otro señalamiento que cita el informe es que a pesar de que las unidades policiales reciben instrucciones precisas de sus superiores “vemos muchas unidades que hacen recorrido en las áreas públicas sin tener idea de sus responsabilidades para mantener una buena vigilancia y prevención contra actos de interferencia ilícita, como el combate al narcotráfico”.
Es enfático, el exdirector de Seguridad de la Aviación Civil Internacional, en que se debía reforzar la seguridad en las áreas de la plataforma de los terminales de carga y pasajeros con un pie de fuerza que efectúe recorridos permanentes a pie como en vehículos.
Ambos lugares, plataformas y terminales -continúa el documento-, así como la vía que conecta a ambas terminales “no mantienen vigilancia permanente por ningún sistema de seguridad, sus recorridos son muy pobres y menos sin sistema de visualización que pueda dar mejor apoyo a estas áreas. En los únicos puntos que se pueden observar algo de control son en las posiciones donde se ingresan las maletas y carga a las bodegas del avión”.
Además del informe en cuestión, en el relevo de gobierno se entregó al nuevo director de Aeronáutica Civil, Capitán Gustavo Pérez Morales, un balance de gestión (2014-2019) sobre los aspectos relacionados a seguridad de aviación civil y las herramientas solicitadas en diferentes administraciones, como equipo rodante y de rayos “x”, que no fueron atendidas.
No hay comentarios
Publicar un comentario