Según la Asociación Bancaria de Panamá el total de préstamos de hipotecas de vivienda en riesgo de recuperación equivale a $1,800 millones que se desprenden de los $3,200 millones en préstamos modificados catalogados como dudosos e irrecuperables. Carlos Berguido, miembro de la Asociación, asegura que la banca tiene reservas suficientes para absorberlos, aunque no hay duda que sentirán la pérdida
Unas 30 mil hipotecas que suman un aproximado de $1,800 millones en préstamos están clasificadas como préstamos dudosos o irrecuperables, informó a La Estrella de Panamá, Carlos Berguido, de la Asociación Bancaria de Panamá. La cantidad que están en la peor clasificación, como irrecuperables, son 4,900 préstamos de hipotecas.
Recientemente el regulador bancario calificó aproximadamente un 25% de los créditos modificados durante la pandemia como créditos “modificados dudosos e irrecuperables”. En números este porcentaje equivale a $3,200 millones de los $12,843 millones de los préstamos modificados, según cifras preliminares hasta el 30 de septiembre pasado que proporcionó a este diario la Superintendencia de Bancos de Panamá. De este monto se desprenden los $1,800 millones que encierran las hipotecas de clientes que no han podido ponerse al día, que aún no han cerrado un acuerdo con el banco, o habiéndolo hecho no lo han cumplido. Algunos de ellos, añadió el banquero, van a terminar sin problema. “Esperaría que la mayoría, pero hay un núcleo que no van a poder pagar”, indicó Berguido.
El resto de los préstamos, como personales, comerciales y tarjetas de crédito, “se irán arreglando”, dijo.
Una de las fórmulas que ha implementado la banca con las deudas de las tarjetas es convertirlas en nuevos préstamos personales para facilitar el pago. “Eso está andando bastante bien, seguro que quedan algunos, pero es relativamente bajo”, señaló el ejecutivo.
El 45% de todos los problemas de los préstamos eran hipotecas, los demás son saldos de tarjeta de crédito, préstamos comerciales, el saldo es “poco”, “no es de preocupación”, indicó.
Berguido considera que “los bancos en su mayoría no van a tener problema en absorber estos préstamo”. “Cuando hablas de 30 mil viviendas representa una cifra bastante pequeña. Por supuesto que sentirán la pérdida, no hay duda”.
Lo que implica acumular más reservas que cubran, no solo las hipotecas irrecuperables, sino un monto que sea suficiente para el 25% de los préstamos en riesgo de recuperación.
Hasta el 30 de septiembre pasado las reservas que había destinado la banca para este propósito totalizaron $952 millones en provisiones, “eso es cargo contra ingresos, pérdidas”, señaló Berguido.
Son 42 bancos, algunos lo absorben con mucha facilidad, a otros les costará un poco más de trabajo. Pero en realidad la banca tiene la solvencia, liquidez y capacidad para asumirlo. “El problema gigante que teníamos hace unos meses se ha ido manejando”, informó Berguido.
Cada banco tendrá que hacer sus propios números y efectuar los respectivos trámites con sus clientes. Pero una vez más, insisten, su negocio no es el de quedarse con la casa de nadie. “Lo último que se quiere es sacar a la gente de la casa”. “Que habrá algunos que van a terminar en esa medida, sí, seguramente sí. Un banco que tiene una situación con un cliente que no ha podido pagar y que llega al punto de ejecutar la garantía es porque no tiene absolutamente nada”, reconoció el ejecutivo, pero ningún cliente que tenga la posibilidad para pagar llegará a ese momento, añadió.
Es muy probable que la presión de los bancos empiece por los clientes que no han dado señales de acercarse a la sucursal para iniciar el acuerdo de pago.
El golpe que arrastró la pandemia al sistema bancario, según Berguido, se podrá asumir sin contratiempos. Hasta el momento ningún banco ha necesitado dinero de la línea de crédito que estableció el Gobierno panameño con el Fondo Monetario Internacional (FMI), de $515 millones como un respaldo al sistema bancario para cualquier contingencia eventual que resulte de la desaceleración de la economía.
“Los bancos tienen liquidez muy por encima de la requerida, eso ha sido el éxito del sistema bancario, por eso es catalogado como uno de los más fuertes del mundo”, aseveró Berguido.
Sin duda estas pérdidas afectará a ciertos bancos más que a otros, pero “no los pondrá en apuros”, tal vez habrá fusiones, una estrategia para manejar la competitividad como ha ocurrido en el sistema panameño. La Superintendencia de Bancos se encuentra próxima a publicar un balance del año transcurrido con datos actualizados a los proporcionados hace unas semanas atrás a este diario.
A Berguido se le escucha optimista cuando se refiere a los signos de recuperación que ha mostrado la economía tras haber completado las fases de apertura comercial.
No obstante, la estabilidad sanitaria que ha logrado Panamá con más de 6 millones de dosis contra Covid aplicadas, de las cuales 2,7 millones son segundas dosis, se ve amenazada con la nueva variante africana, Ómicron, con un poder de mutación multiplicado en comparación con las variantes anteriores (Delta). En Europa, Ómicron ha provocado el regreso a nuevos confinamientos, cierres de fronteras y restricciones a viajeros procedentes de África.
De continuar a buen ritmo en Panamá, para los bancos “lo peor ya pasó”, sienten que el país empieza a arrancar.
La clave, no obstante, se concentra en reducir la tasa de desempleo, calculada en 18%. Si la situación continúa a buen ritmo, rebotaría inmediatamente en el pago de hipotecas “y el tema quedaría en el periódico de ayer”, dijo esperanzado Berguido.
La clave está en generar empleo, si eso ocurre el tema de las hipotecas dejaría de ser relevante. El gobierno debe enfocarse en la recuperación. “Si de aquí a un año tenemos un desempleo de menos del 10% habría un mejor panorama”, señaló Berguido.
Por 18 meses la banca panameña ofreció medidas de alivio y moratoria, “las más prolongadas y generosas del mundo”, subrayó Berguido.
“Fueron las más profundas en el mundo entero. El 100% de los alivios fueron dados por la banca sin ayuda de un banco central o ayuda del gobierno. Los cargó la banca panameña al 100%”, zanjó.
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