La juez Marcia Henry del Distrito Este de Nueva York negó la fianza a Luis Martinelli a pesar de la jugosa oferta que presentó su defensor. La fiscalía argumentó que el acusado, quien enfrenta cargos por blanqueo de capitales, huyó en bote dos días después de ultimar detalles del acuerdo
La juez Marcia Henry del Distrito Este de Nueva York negó la fianza a Luis Enrique Martinelli a pesar de los esfuerzos de su abogado defensor, James McGovern, quien ofreció un paquete de fianza de millones de dólares, uno en efectivo, respaldados con dos propiedades, además de declararse culpable de uno de los cuatro cargos que enfrenta, luego de ser extraditado a los Estados Unidos el pasado lunes.
McGovern defendió que las condiciones de la prisión donde fue trasladado Martinelli son insalubres y empeoradas por la covid-19. Además, usó a favor de su defendido la voluntad de desistir de las apelaciones en Guatemala para enfrentar la justicia en Estados Unidos. Pero fue inútil.
La fiscalía había entregado previamente a la juez una carta fechada el 15 de noviembre en la que exponía sus argumentos para negar la fianza al procesado. En ella detalló como antecedente su huída de los Estados Unidos evadiendo un acuerdo que estaban a punto de celebrar las partes; recordó las conexiones internacionales del acusado, la riqueza de su familia y el riesgo de que si huyera a Panamá no podía ser extraditado porque su país natal no extradita a sus nacionales.
De acuerdo con reportes internacionales, la fiscalía objetó el paquete de fianza alegando que la propiedad en cuestión se encontraba en Miami y podía haberse adquirido con dinero ilícito.
El abogado, entonces, manifestó que su cliente había pagado ya 16 meses en prisión y comparó la sentencia que recibió un alto ejecutivo de Odebrecht, quien permaneció encarcelado 20 meses por un delito que consideró más grave que el de su cliente.
Breon Peace, asistente del Departamento de Justicia, que envió nota a la juez Marcia M. Henry, expuso las razones por las que no se debía conceder fianza al hijo del expresidente Ricardo Martinelli. Entre ellas mencionó que Luis E. Martinelli Linares ha sido acusado de blanqueo de capitales y otros cargos por haber blanqueado “decenas de millones de dólares en coimas de parte de un pariente cercano que fue un alto funcionario del gobierno de Panamá que ejerció de 2009 a 2014”, cita la nota. “El acusado también se benefició personalmente del plan, recibió millones de dólares de procedencia delictiva que gastó parte de ella en artículos de lujo incluyendo un yate personal y un condominio en Miami.
A PUNTO DEL ARREGLO
La fiscalía expuso que Luis Enrique Martinelli se encontraba a punto de llegar a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos para resolver su situación, pero en junio de 2020, dos días después de finalizar lo detalles del acuerdo y sin previa notificación, evadió las fronteras de Estados Unidos y se escabulló en bote a Bahamas donde abordó un jet privado con intención de retornar a Panamá, un país en el que tiene conexiones políticas y que no extradita a sus nacionales.
No obstante, el avión privado no pudo entrar a Panamá debido a las restricciones de Covid, y aterrizó primero en Costa Rica, luego en El Salvador, donde redoblaron los esfuerzos para entrar a su país natal. De ahí viajó en Uber a la frontera con Guatemala, donde ingresó con credenciales diplomáticas inválidas para abordar después el avión de la familia que lo llevaría a Panamá. Fue arrestado en Guatemala bajo una orden de detención provisional solicitada por el distrito de Nueva York, y después de un año de solicitar la extradición, finalmente retornó a Estados Unidos para ser procesado.
En la investigación contra Luis E. Martinelli, la fiscalía estadounidense determinó que, entre agosto de 2009 y septiembre de 2015, el acusado y su hermano Ricardo Alberto, conspiraron para facilitar los pagos de coimas de Odebrecht al gobierno panameño. Durante ese periodo de tiempo, Odebrecht ganó billones de dólares en contratos de infraestructura con el gobierno panameño.
La fiscalía acusa a ambos hermanos de abrir cuentas secretas en bancos a nombre de sociedades anónimas en jurisdicciones extranjeras para recibir, transferir, consolidar y gastar los pagos de sobornos de la brasileña que se efectuaron al gobierno de Panamá.
Los hermanos sirvieron como signatarios de estas empresas fachada en bancos de Suiza alimentadas de transferencias. En total la compañía manejó aproximadamente $28 millones en coimas de la constructora, de ellos $19 millones fueron transferidos a cuentas en Estados Unidos.
Muchas de las transacciones que se hicieron en Estados Unidos fueron a través de bancos localizados en Nueva York. Luis E. Martinelli gastó millones de dólares de los sobornos de Odebrecht, incluyendo la compra de un condominio de lujo en Miami en 2015, se lee en la nota.
En febrero de 2021 se elaboró el indictment contra ambos hermanos con los siguientes cargos: conspiración para blanquear capitales y otros dos cargos por encubrimiento de blanqueo de capitales. Luis E. Martinelli también fue acusado de dos cargos por participar en transacciones con bienes derivados de delitos.
Las acusaciones descritas están basadas en evidencias de récords de bancos que demuestran que recibió y transfirió los pagos producto de coimas para encubrir que se trataba de una fuente ilícita, además de los registros de las sociedades que recibieron el dinero y que luego Martinelli gastó en la compra de bienes.
La fiscalía también sustentó sus acusaciones en la declaración de uno de los exejecutivos de la constructora. De igual forma, el gobierno está en posesión de voluminosos expedientes que pertenecían a la División de Operaciones Estructuradas de Odebrecht, la vía por la que se ordenaban transferencias para los beneficiarios identificados con apodos.
LA SALIDA
Durante la audiencia la fiscalía sostuvo que, en diciembre de 2016, Luis Martinelli, quien vivía en Estados Unidos tuvo varios encuentros con la fiscalía en relación con las investigaciones de Odebrecht que se encontraban en desarrollo. También lo hizo su hermano, Ricardo Alberto. Estas conversaciones avanzaron hasta la etapa en la que el gobierno y los abogados de los acusados estaban intercambiando borradores de documentos de declaración de culpabilidad y discutiendo la logística de las alegaciones de los imputados sobre la conducta delictiva.
En junio 25 de 2020, no obstante, el gobierno se enteró que los hermanos Martinelli -sin previo aviso- abordaron un yate hacia Bahamas, evadieron los controles fronterizos de Estados Unidos y luego abordaron un avión hacia Panamá. Luis Martinelli estuvo acompañado de su familia en este viaje que aparentemente tenían planeado cuidadosamente tomando en cuenta la logística que involucraba, define la fiscalía.
Al llegar a El Salvador, Luis dejó a su familia en un hotel y ambos hermanos tomaron un Uber hasta la frontera con Guatemala con la idea de acreditarse como diplomáticos en el Parlamento Centroamericano.
En mayo de 2021, luego de varias apelaciones por parte de los defensores de los hermanos Martinelli en el proceso de extradición a Estados Unidos, la Corte de Guatemala garantizó la extradición de Luis Martinelli. En octubre de 2021 se efectuaron las notificaciones diplomáticas a Estados Unidos y en noviembre 15 Luis Martinelli depuso de todos los recursos legales que impedían su extradición y fue trasladado a Estados Unidos.
ES UN RIESGO Y DEBE SER DETENIDO
La fiscalía solicitó a la juez no otorgar una fianza al acusado. Para ello respaldó su petición enumerando cuatro razones legales: la naturaleza y circunstancias de los cargos; el peso de evidencia que existe contra una persona; la historia y características del acusado y la gravedad del peligro que representa la liberación del acusado.
En el caso que presenta la fiscalía, asegura que la evidencia es sustancial. El gobierno ha colectado récords de bancos, correos electrónicos, registros que demuestran que Luis Martinelli abrió las cuentas bancarias a nombre de sociedades anónimas en bancos de Suiza con el dinero que recibió de las coimas de Odebrecht.
Adicional a la documentación recabada, el gobierno cuenta con la declaración de un testigo que tiene conocimiento del papel del acusado en la facilitación del pago de sobornos en nombre de Odebrecht para beneficiar al funcionario de Gobierno de Panamá y también declarará que él y su hermano recibieron personalmente los pagos de esos sobornos. Esto a cambio de obras de infraestructura. Lo anterior demuestra que el acusado lavó a sabiendas y deliberadamente decenas de millones de dólares en pagos corruptos durante muchos años.
La fiscalía estima que de ser declarados culpables de los cargos en cuestión podrían pasar 34 años en prisión, debido a la seriedad de los delitos.
Antes de huir Luis Martinelli estaba al tanto de la naturaleza de estas acusaciones y de la evidencia que tenía el gobierno de Estados Unidos en su contra. Dos días después de que el gobierno le comunicara a sus abogados los últimos términos del arreglo, el acusado huyó del país y cuando finalmente arribó a Guatemala pasó un año y medio apelando la extradición.
Dado lo anterior, está claro para la fiscalía que se deben tomar medidas para evitar su retorno a Panamá de donde no puede ser extraditado.
Con respecto a los lazos y conexiones que cuenta con el exterior, la fiscalía argumenta que tiene doble nacionalidad, panameña e italiana y que en este caso no tiene familia en Nueva York, bienes o trabajo.
Además, su familia cuenta con una enorme fortuna, negocios e inversiones. En 2009 se convirtió en el presidente de una cadena de ventas al por menor y continuó su rol hasta 2017. Tiene acceso al avión privado de su familia que en el pasado intentó usar para evadir el proceso que se le sigue.
Por último, la fiscalía solicitó a la juez no conceder la fianza basada en la nacionalidad del acusado cuyo país no extradita a sus nacionales.
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