Los grupos criminales emplean tecnología en los cultivos de coca que incrementa el rendimiento por mata. A esto se suma la suspensión de fumigación aérea de los cultivos. En 2021 las autoridades panameñas decomisaron 128 toneladas, de ellas 86 fueron incautadas por el Senan, su director Jeremías Urieta detalla las consecuencias en nuestros mares, una ruta obligada para los narcos
Jeremías Urieta.
Los carteles han aumentado la producción de droga en un 50% mejorando la tecnología en los cultivos. El Istmo, por su posición geográfica, sigue siendo un paso necesario para la distribución, pero también se emplea como centro de acopio. Las fuerzas policiales destinan grandes recursos tecnológicos y económicos en el combate, pero el estado ha fallado en imponer su presencia entre las poblaciones que viven en territorios ubicados en la ruta del tráfico de drogas exponiéndolos a colaborar con los grupos criminales a falta de educación, atención en salud y carreras técnicas que les sirvan para ganarse la vida. De las 128 toneladas de droga incautadas en 2021 el Servicio Nacional Aeronaval (Senan) capturó 86. Jeremías Urieta, director de la institución explica que el aumento en las capturas en parte respondió a un incremento del 50% en la producción de droga en los países provenientes del sur, siendo Colombia el principal. La eficiencia en el manejo de cultivos, sumado a la erradicación de la fumigación aérea en los terrenos de coca en el país vecino, desencadenó un aumento de lanzamientos de droga. En la parte marítima, Urieta detalla las modalidades que emplean los narcotraficantes para transportar la droga a mercados redituables.
El año pasado hubo un récord de incautaciones, 128 toneladas de las cuales el Senan se hizo de 86 ellas. ¿A qué atribuye este fenómeno?
Son muchos los factores. No podemos dejar de mencionar que también ha habido mayor producción en los países de Suramérica por diferentes razones. Internamente, a nivel de estado, se han hecho algunas coordinaciones y mecanismos en el Centro Regional de Operaciones Aeronavales (Croan) y junto con esto la unión de los medios navales y las capacidades que tiene el Senan, Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y Policía Nacional para crear la fuerza marítima conjunta. Esto nos ha permitido articular esfuerzos y recursos que a su vez se concretan en mayor capacidad, coordinación y seguimiento de información de países amigos como Colombia, Costa Rica y Estados Unidos. Con todos ellos tenemos comunicación y se articulan las coordinaciones para las incautaciones tanto en el Pacífico como en el Atlántico.
En cuanto al aumento de producción de cocaína, ¿a qué se debe?, ¿qué pasa en Colombia que hay más droga en el mercado?
Recordemos que hubo algunas restricciones en los mecanismos que se empleaban para la erradicación de cultivos de coca. Principalmente lo que dificulta mucho más en el hermano país de Colombia, por ende, esa producción aumentó.
Es decir que no se fumiga vía aérea, sino que se erradican de forma manual...
Sí, y por lo tanto eso es más difícil de controlar.
¿Tiene un porcentaje aproximado de este incremento?
Se habla hasta de un 50%. Pero también conocemos que se ha mejorado la capacidad o tecnología en agronomía en cuanto a los cultivos que se están aplicando para hacer más eficiente la producción. De una mata de cocaína hoy en día producen mucho más que lo que sacaban antes.
Entonces se debe a que los carteles sí están siendo más eficientes en la producción...
Definitivamente. Recordemos que los carteles tienen recursos. Nuestra ubicación geográfica, además, es una ruta obligatoria para el transporte de droga y las condiciones que están empleando los grupos organizados para producir son favorables. Teniendo esa tecnología no solamente la usan para el transporte logístico de lo que producen sino para hacer más eficiente la producción.
¿En qué océano se hacen más presente el tráfico de drogas, en el Pacífico o Atlántico?
Hay mayor cantidad de alertas en el Pacífico, sin embargo, la cantidad de cocaína que se incauta es mayor en el Caribe. En el pacífico hay más incautaciones de mariguana.
¿A qué se debe que haya más incautaciones en el Caribe si hay más alertas en el Pacífico?Posiblemente porque la cantidad de carga o el tipo de carga que emplean son mucho más grandes, no son artesanales como las que se emplean en el Pacífico. Estas últimas pasan más como lanchas de pesca artesanal, pero las que se emplean en el Caribe para cargas mayores. Por ejemplo, recientemente se hizo una incautación, la más grande en lo que va del año de 2.5 toneladas en una sola embarcación en una lancha con cuatro motores diseñada específicamente para eso.
A pesar de la cantidad de droga incautada, representa del 10% al 15% de la droga que se trafica. ¿Cuál será la estrategia del Senan, hay algún cambio que se implementará este año?
La estrategia es continuar utilizando los elementos que tenemos. Tenemos que ir adaptándonos a las modalidades que ellos usan. Hasta hace unos años atrás mucho del tráfico de drogas se hacía a través de medios aéreos, usando nuestro espacio aéreo. Hoy en día ese mecanismo ya no es una amenaza, no se emplea en nuestro territorio. En gran medida se emplea el tránsito marítimo, tanto para traer droga a Panamá para distribuirla, o para cruzar a Centroamérica. Bajo ese concepto la estrategia es seguir mejorando los mecanismos de coordinación, fortalecer los mecanismos de intercambio de información con países aliados contra el crimen.
¿Qué porcentaje de la droga que pasa por Panamá se queda para el mercado local?
Es un porcentaje mínimo. Diría que aproximadamente un 1%, no es rentable el valor de la droga en Panamá comparado con otros mercados. Es preferible si la traen a Panamá redistribuirla a otras partes del mundo, no solo a los Estados Unidos.
En los últimos operativos hemos identificado a integrantes, o exintegrantes del Senan colaborando con el crimen organizado. ¿Por qué razón deciden cambiar de bando, por plata o por amenaza?
Hasta ahora no tenemos ninguna información, en ninguno de los casos que hemos investigado, que en un principio aparecen como casos disciplinarios y después evolucionan a casos de justicia, no hemos encontrado un caso que haya sido por amenaza. La mayoría de los casos son por dinero.
¿En qué forma colaboran estos uniformados con los carteles?
Información. Es de mucha importancia para los carteles porque a través de las coordinaciones operativas a través del Croan y del posicionamiento logrado empeñando los medios de Senan y otras fuerzas, hemos sido más eficientes por eso hemos logrado más capturas que en años anteriores. Pero, definitivamente para los grupos organizados es muy importante saber qué es lo que está pasando, dónde vamos a estar localizados, dónde estarán las unidades para evadirlas y lograr sus objetivos. Una de las cosas principales para los que les son útiles los uniformados es por información.
¿Cómo detectan que un uniformado está pasando información a los carteles?
Normalmente vemos un cambio en la conducta de las unidades. Tenemos un sistema, como resultado de nuestro trabajo interno de verificación en el Departamento de Asuntos Internos y el Departamento de Contrainteligencia, que monitorean eso. La mayoría empiezan con faltas disciplinarias, se ausentan, presentan conductas no apropiadas pero que marcan asuntos de indisciplina. Eso nos da la pauta de abrir investigaciones, dependiendo de lo que sospechamos, también hacemos investigaciones socio económicas para examinar qué tipo de vehículos tienen, si su ingreso salarial responde a su estilo de vida.
¿Además emplean otro tipo de control, como el polígrafo?
Sí. Nuestro sistema de ingreso a la institución es muy riguroso. Son muchas personas las que intentan ingresar a la institución, ya sea como oficiales o suboficiales. No solo en ese momento se hacen las verificaciones de seguridad, sino que siendo activos también se hacen de confiabilidad. Especialmente en los centros operacionales en donde la información es más sensitiva se hacen periódicamente, de forma aleatoria, verificaciones de confiabilidad que incluyen la aplicación del polígrafo.
Últimamente hemos visto a contados empleados de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) involucrados con el crimen organizado... ¿cómo vislumbran ustedes esta situación?
La ACP cuenta con un departamento de protección de alto estándar y un nivel de profesionalismo. De eso podemos estar tranquilos. Lo sabemos porque muchos de los operativos que tienen que ver con la protección de seguridad del Canal las hacemos en conjunto. Definitivamente en toda institución que tiene que ver con la lucha contra el crimen organizado o garantizar la seguridad van a estar vulnerables. Es verdad que han salido algunos funcionarios relacionados, como lo ha sido de otras instituciones, pero no es tan determinante por el momento.
En los casos sospechosos que maneja dentro de sus filas, ¿cuántas unidades están en esta situación?
No quisiera decir un número porque puede ser muy subjetivo. Algunos casos ya están en proceso, no solo disciplinario. Nosotros en el 2020 dimos de baja por faltas graves o muy graves a 7 unidades que cometieron algún delito y ya estaban a órdenes de la autoridad competente. El año 2021 terminamos con 19 unidades dadas de baja por novedades graves o inclusive delitos. Y en la operación Chivo, recién pasada, habían 12 entre miembros y exmiembros del Senan. De estos 12 ya 6 estaban fuera de la institución, y de ellos tres estaban a órdenes del Ministerio Público con privación de libertad y los otros tres habían sido dados de baja. Los otros 6 sí estaban activos en la entidad.
¿Cuándo inician operaciones nacen por las sospechas del personal indisciplinado por otra información y después se percatan de la colaboración de los uniformados?
La operación Chivo empezó por faltas disciplinarias internas. Iba enfocada no como operación, sino un procedimiento interno de control de disciplina que nos fue permitiendo observar a diferentes unidades que tenían las mismas faltas, por las mismas conductas, frecuentaban los mismos grupos estando libres. Esas investigaciones las fuimos haciendo y pusimos en conocimiento al Ministerio Público porque trascendían en conductas más graves que salían de nuestro alcance. Esa investigación, en conjunto con el Ministerio Público logramos la operación Chivo.
Los puertos resultan puntos estratégicos para el crimen organizado. Las empresas no se meten en temas de seguridad, dejan esta labor a las autoridades. Esta dinámica ha permitido el paso de cualquier cantidad de toneladas a Europa. ¿Cuál será el cambio que realizarán al respecto?
Lo que hemos hecho últimamente es fortalecer las comunicaciones con las oficinas de seguridad de los puertos. Nosotros entendemos perfectamente la razón de ser de las empresas portuarias, su interés primario es el manejo de contenedores con la mayor velocidad posible. Nosotros como fuerza pública lo que buscamos es coordinar con los tres estamentos de seguridad pública incluyendo a la Dirección Nacional de Migración y la Autoridad Nacional de Aduanas. Con ellos tenemos muy buena comunicación, y es a lo que apostamos para tener mejores resultados.
Panamá puede ser una ruta preferida o asegurada para los carteles, cuando se mira esto desde el punto de vista interagencial, ¿Panamá es una ruta preferida de los narcos o cómo la califican?
Yo diría que más que una ruta preferida es una ruta necesaria. No hay opción, ya sea por mar -por aire si se vuelven a dar esos mecanismos para el tráfico- o inclusive para el trasiego de otras partes vía marítima en contenedores. Es algo privilegiado, la posición geográfica que tenemos también es un reto para convertirla en una ruta más segura. Yo diría que más que favorita es una ruta necesaria.
Sí, pero por más necesaria si se enfrentan a un cerco de seguridad eficiente no les conviene tomar la ruta porque merman sus ganancias...
Bueno, le puedo decir que mucha droga que sale de Suramérica no tiene como destino final Panamá, ni siquiera se usa a Panamá para el trasiego. Sino que va directo por los dos mares a otros países de Centroamérica más al norte. No tengo la cifra para decirle si la ruta de Panamá va de primero o segundo en la preferencia de los grupos criminales, lo que sí le puedo decir es que no se usa como la única opción porque es mucha la afectación que tienen por los trabajos que hemos estado haciendo.
Las islas del pacífico, especialmente el archipiélago de Las Perlas, hemos notado una población sumamente abandonada, vulnerable a cooperar con el narco por la falta de presencia del estado. Por qué no refuerzan las condiciones del personal que se encuentra en las islas, son la única autoridad, no tienen ni un auto para moverse, ¿en qué momento se perdió el control?
Las islas del pacífico son un tesoro, son las Perlas, las vemos con mucha preocupación las condiciones en que se vive en las islas, a lo que se exponen los pobladores. Son lugares en donde la población tiene muy pocas opciones para ganarse la vida. La principal actividad es la pesca que también es costosa, las condiciones de las islas hacen muy vulnerables a la población
Eso es sabido, ¿qué va a hacer Senan al respecto
Nosotros hemos hecho esfuerzos a través de la dirección de acción integral de la institución, incluso hemos hecho algunas giras a finales del año pasado en las que participó la gobernadora de Panamá, Carla García, nos estuvimos en San Miguel evaluando algunas cosas. También estuvo personal del Ministerio de Educación, Ministerio de Salud, de Desarrollo Social, para en conjunto llevar algunos programas que den opciones a las comunidades al igual que hemos estado empeñados en la construcción de nuevas estaciones navales. Vamos a hacer esfuerzos este año, ya hemos estado haciendo estudios en el presupuesto para mejorar las condiciones, que incluso son mejores que las que se tenían hace unos años atrás.
¿Por qué no aumentan el personal del Senan en las islas y les dotan de recursos?
Nosotros tenemos responsabilidad en todo el territorio. Entiendo perfectamente y coincido en el tema de la condición o la parte estratégica que tienen las islas para el crimen organizado. Hay cosas que estamos haciendo que tal vez no se ven, o no se reflejan por la presencia visual, pero sí empeñamos muchos recursos. Lo que estamos tratando de evitar es que las islas no se usen como recurso para el narco y que la ciudadanía no tenga contacto con ellos. Para ello empeñamos mucho esfuerzo marítimo o por aire. En lo que es el archipiélago empeñamos mucho estos esfuerzos.
¿De qué sirve perseguir la droga en el mar si en las islas el estado no tiene presencia?
En la parte que nos corresponde a nosotros en seguridad estamos haciendo nuestra parte. Cuando se habla de embarcaciones y medios aéreos, no es solamente para atender lanchas que van a más de 100 millas por hora, sino otras que tienen como destino las islas para encaletar la droga y luego redistribuirla, ese pequeño porcentaje de droga que queda en Panamá o que usan para trasegar después.
¿Tienen un estudio que de una referencia de qué cantidad de droga que se transporta se encaleta, las razones?
Son mecanismos que usan las organizaciones, lo encaletan para poder evadir algunos puntos que tenemos nosotros en el mar. Que por alguna razón es más fácil llegar a un lugar, acumular la carga y de ahí distribuirla por otros medios, llama menos la atención.
¿El trasiego lo protagonizan nacionales o extranjeros?
Sí hay panameños. Se da en territorio panameño, en zonas costeras.
¿Los nacionales que rol juegan en estas organizaciones?
Es un trabajo, ellos cobran por dar un servicio. No es tanto como que forman parte del clan, sino que están al servicio de la organización. Es alguien que presta un servicio, es en función de que si no está hoy, alguien más lo va hacer.
En San Blas, otro sector abandonado por el estado que ha brindado experiencia de cooperación en guardar la droga. ¿Qué cambiará esta vez en esta zona?
Bueno ahí en conjunto con los hermanos de Senafront tenemos mayor presencia. Senafront ha establecido cuarteles en lugares específicos que han permitido tener mas control. Nosotros desde el ámbito de seguridad pública hemos hecho grandes inversiones para contrarrestar o disuadir la delincuencia, o que se colabore. Algo que creo que puede estar ayudando son las aprehensiones que hemos hecho. Esto es un tema de que ellos tienen una necesidad económica y si la persona que estaba dando el servicio ya no está, puede ser suplida de forma inmediata. Es algo desgastante desde el punto de vista de recursos, pero es la alternativa que tenemos y paralelo hacemos otras actividades de prevención. Con llevar a nuestro alcance como institución con charlas, gestionar a través de otras instituciones becas, charlas, y gestiones de giras médicas.
¿Qué porcentaje del total de las alertas recibidas terminan en interdicciones exitosas?
Es un porcentaje alto. Yo diría que es un 80% o 85% de las alertas reales tienen éxito. Algunas alertas no podemos hacer nada porque son embarcaciones que están muy distantes, no tenemos los recursos y no podemos hacer nada. Las alertas realizables si tienen el porcentaje que le mencioné.
¿Esas alertas provienen de agencias extranjeras?
Algunas sí. De Colombia, de Estados Unidos. Yo diría que son 50% de afuera y el resto de nuestras propias agencias de inteligencia.
Las modalidades del transporte de droga, las lanchas de bajo perfil (LPV), ¿por qué aparecen después en las costas?
Precisamente por las características que tienen de ser tan sigilosas. Una embarcación de superficie es difícil verla de día, ahora un LPV es aún mucho más difícil. Un LPV pasa como un tronco en el mar y si es de noche, con todo y los aviones y la tecnología que tenemos es difícil de localizar. Por alguna razón son más las lanchas de superficie que se usan, las llamadas go fast, o las lanchas artesanales de pesca de subsistencia que llevan cargas menores. Esas son las más frecuentes modalidades.
¿Las LPV son medios que emplean mucho los carteles?
Esas no pasan por Panamá. Si llegan aquí es por algún asunto logístico, algún tema mecánico. La mayoría no pasa por nuestras costas. Las que pueden aparecer más próximas son más pequeñas como la que apareció en Saboga, que no era de tanta capacidad. Manejamos información de que muchas veces las LPV que no son tan grandes y no tienen capacidad de navegación a largas distancias, salen de Colombia principalmente por el Pacífico y llegan hasta un punto y de ahí la usan principalmente para evadir la vigilancia de ese país y en cierto punto pasan la droga a otras lanchas menores. Hacen una redistribución y luego la abandonan. La tripulación pasa a una de las lanchas de distribución y después regresan a Colombia por lancha generalmente.
¿Los colombianos entregan la droga a los mexicanos en altamar?
Sí, también pueden ser de otra nacionalidad o de otros carteles. Antes había más presencia de mexicanos en el país, ahora es mucho menos lo que se está manejando aquí. No dudo que haya ramas o gente al servicio de ellos. La mayoría de los cargamentos son los colombianos que los llevan a México o alguna parte de Centroamérica. Más que mexicanos hemos encontrado centroamericanos, nicaragüenses, hondureños y guatemaltecos que bajan a Colombia a buscar la droga. Tal vez ahora no haya tantos mexicanos en la logística que sean detectables, pero son personas a servicio de los mexicanos.
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