Colombia se convertirá el próximo 21 de mayo en el tercer país latinoamericano, además de Brasil y Argentina, en un aliado militar estratégico de Estados Unidos fuera de la Organización del Atlántico Norte (OTAN).
El presidente Joe Biden envió una notificación al Congreso el pasado 21 de abril en la que manifestó sus intenciones de designar a Colombia en esta condición que le permitirá estrechar sus relaciones con Colombia, considerada por Washington un punto clave en la seguridad regional e internacional.
El país vecino inició su acceso a la OTAN como socio global en mayo de 2018 con la intención de recibir orientación y ayuda en la lucha contra el narcotráfico, que agobia la seguridad de ese país desde hace al menos cinco décadas.
El carácter de la membresía de Colombia, al no ser un miembro pleno, le exime de las obligaciones y derechos, razón por la que se distancia del conflicto ocasionado por la invasión rusa a Ucrania. La vicepresidenta y canciller de Colombia, Marta Lucía Ramírez, vicepresidenta y canciller de Colombia, indicó a La Estrella de Panamá que su país no está interesado en desarrollar ningún tipo de acción de préstamo en personal o equipo militar a Ucrania, a diferencia de los miembros plenos que han duplicado al apoyo armamentístico a ese país.
“Nuestra condición es hasta cierto punto privilegiada, porque lo que tenemos es apoyo de la Otan para el fortalecimiento de nuestra fuerza pública en lo que más le interesa a Colombia, la lucha contra el narcotráfico”, indicó a La Estrella de Panamá.
Desde hace días, Volodímir Zelensky, presidente de Ucrania, ha urgido a sus aliados de Europa el envío de armamento para enfrentar la escalada rusa: “sin armas no habrá nada”, reitera a sus homólogos de Occidente.
Colombia mira con mucho realismo su relación económica con Rusia, a la que Ramírez califica prácticamente de “inexistente” en estos días porque el Kremlin tiene congeladas todas sus cuentas. “Lo que tenemos es un volumen de exportación muy bajo que en este momento está totalmente congelado”, señaló la vicepresidenta.
Como canciller apuesta a que la solución al conflicto surja por la vía diplomática, “hay que insistir en eso, en evitar la destrucción de todo un país por parte de Rusia”, reiteró elogiando la mediación de países como Francia, Israel y Turquía. Éste último, a pesar de haber logrado sentar a ambos equipos en la misma mesa, no ha producido grandes avances que puedan anunciar un fin a la guerra, que inició el pasado 24 de febrero con la invasión de Rusia a Ucrania.
No hay comentarios
Publicar un comentario