Se debe a la política de cero tolerancia al Covid impuesta en China que ha paralizado varias ciudades. Hay más de 450 buques atascados en Shanghai, con la apertura volverá el alza de transporte por contenedor que encarecerá los productos
Panamá, como el resto del continente americano, sentirá el impacto del confinamiento impuesto en varias ciudades de China, como Shanghai, deboido al auge de casos de Covid en ese país. Algo que hace recordar la situación a inicios de la pandemia y las consecuencias, como el alza de precios en los fletes de contenedores y la escasez de productos ante el cierre de actividades económicas debido a las restricciones de bioseguridad.
A esto, se suma el desencadenante de la invasión de Rusia a Ucrania, que desató el precio del crudo, los cereales, fertilizantes y el gas.
Las repercusiones de la política china de cero tolerancia al Covid, se verán reflejadas en tres áreas, de acuerdo con el economista Eddie Tapiero: menos tránsito de barcos en el Canal, menor arribo de carga y una baja temporal en la recaudación del impuesto fiscal por movimiento de contenedor.
En la ciudad de Shanghai, donde se encuentra el puerto de contenedores más activo del mundo, hay más de 450 buques anclados sin acceso. Los operadores logísticos en Panamá, como Daniel Isaza, han observado que algunos exportadores que usaban este puerto, ahora buscan otros cercanos como Ningbo para poder sacar sus productos, “esto también ocasiona congestionamiento de carga”, advierte. Por ende, vuelve aquél escenario en que se dispara la cantidad de contenedores vacíos en puertos de Norteamérica, y sin duda en puertos Europeos, añade el también expresidente del Consejo Empresarial Logístico (Coel).
En palabras llanas, lo que esto significa es que los precios de flete volverán a alcanzar valores casi ridículos para transportar mercancía desde China al mundo entero. “Es un desastre”, define Rodolfo de la Guardia, operador logístico. Los fletes estaban en $20 mil cuando postpandemia y ahora se estabilizó en $12 mil el contenedor, pero se espera una nueva alza. Esto que ocurre ahora tendrá un efecto en la oferta y demanda, desesperación en los mercados de los productos que no se tienen a tiempo”, explica.
Tapiero calcula que el encierro de China puede afectar un .4% del PIB del gigante asiático en este año, y eso es significativo. “La producción que se pierde no se puede reponer y cuando se retome la actividad volverán a empujar los envíos. Esperamos que eso venga en barcos Neopanamax que también necesitan más tiempo para reposicionarse en puertos”, espera el economista.
Los productos hechos en China que antes eran baratos dejaron de ser tan económicos como antes y se han acercado a los precios de productos fabricados en Latinoamérica. Lo que recuerda la importancia de atraer inversión extranjera a este lado del mundo, en especial a Panamá, un hub natural, y estar listos para suplir los mercados.
La limitante es que no se puede acudir a los países con fábricas establecidas para abastecer la demanda, porque la producción no es masivas como en China, una escala difícil de igualar. El gigante asiático hace honor a su nombre porque es capaz de suplir grandes mercados con métodos de producción específicos difíciles de igualar.
No obstante, aquel sueño de atraer las fábricas masivas a Panamá para depender menos de Asia, ha quedado más en conversaciones que en hechos concretos. Bajo el Régimen Especial para el establecimiento y la Operación de Empresas Multinacionales (EMMA), que además de manufactura incluye actividades de logística y valor agregado, solo se ha tenido éxito con una empresa dedicada a la industria marítima, según explicó a La Estrella de Panamá el viceministro de Comercio e Industrias, Carlos Sosa.
El viceministro comenta que al tratarse de inversiones millonarias que afectan a la empresa, y a las familias que trabajan ahí, requieren de mucho análisis para mover la sede. “Tomando esto en consideración, tenemos muchas conversaciones avanzadas que tienen interés”, dice a La Decana.
Para que una empresa decida mover su producción a otro país, como a Panamá, no es nada sencillo. Debe crear la infraestructura para una planta de producción, evaluar el costo financiero, la estabilidad gubernamental, la disponibilidad de energía, mano de obra, tecnología, y todo lo que sigue.
Con la intención de acercar la producción y limitar la dependencia del mercado asiático, Panamá creó varios regímenes especiales para atraer a las multinacionales. Por ejemplo el régimen especial para Sedes de Empresas Multinacionales (SEM) al que se han acogido 44 multinacionales durante este periodo gubernamental que han generado -según cifras del Ministerio de Comercio e Industrias-, alrededor de 915 puestos de empleo con una inversión extranjera de $55 millones. En el histórico se cuentan 177 empresas de esta naturaleza que se han instalado en Panamá.
Por otro lado, en el régimen de Zonas Francas (7 zonas se han aprobado en esta administración, de ellas 6 tienen avances significativos en los periodos de construcción), Sosa indica que en Panapark ya se establecieron dos empresas de Suramérica dedicadas a la manufactura de bebidas que abrirán este año, lo que representa una inversión de $20 millones aproximadamente.
OBSTÁCULOS DE INVERSION
Entre los obstáculos a los que se enfrentan las empresas extranjeras multinacionales al instalarse en Panamá está abrir una cuenta de banco por el trámite de cumplimiento que conlleva la exigencia de conocer al cliente. Lo reconoce Carlos Berguido, de la Asociación Bancaria de Panamá: “es una queja común que cuando son empresas con varios accionistas cada uno que porta cierto capital tiene que hacer la debida diligencia y es un proceso engorroso, pero hay que cumplir con la ley 23”.
La exagerada preguntadera de los bancos responde, en su mayor parte, a que estamos en la lista gris del Grupo de Acción Financiera.
Los bancos son más estrictos porque la Superintendencia de Bancos responde a la presencia internacional y los bancos corresponsales nos exigen más que a otros países que no están en la lista, “es más detalle, más información financiera en archivo y verificable, disponible en cualquier momento”, añade Berguido.
Una forma de agilizarlo consiste en permitir “que haya documentación en formato digital sin tener que apostillar y traducir, eso añade costo y tiempo al trámite”, sugirió Berguido.
La promoción de Panamá debe ser más agresiva, subraya De La Guardia, “aunque algunos se han encontrado con algunos obstáculos absurdos”.
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